¿porqué me enamore de tí?

Ecos del pasado

El papel con la frase "Recuerda la promesa" seguía temblando entre los dedos de Manuel.

Cerró los ojos y respiró hondo. Un escalofrío le recorrió la espalda.

La noche anterior, había encontrado ese mensaje después de descubrir el primero: "Aún no."

No sabía quién los había dejado ni por qué, pero sí que eran para él. Como si alguien intentara guiarlo, ayudarlo a recordar lo que se suponía que debía hacer.

Pero cada vez que intentaba enfocarse, los recuerdos se desvanecían antes de tomar forma.

"¿Qué promesa? ¿A quién se la hice?"

Frustrado, apoyó la frente en sus manos. Sabía que algo importante estaba en juego. Sabía que su memoria estaba incompleta.

Y entonces, un nuevo recuerdo lo golpeó.

El sonido de risas. Voces conocidas.

Abrió los ojos de golpe. Sus amigos.

Julián y Clara.

Una sensación extraña lo recorrió. Algo no encajaba.

Se levantó rápidamente y revisó sus cuadernos, buscando algo, aunque no sabía qué. Julián, Clara… ¿qué pasó con ellos?

El déjà vu era insoportable. Como si ya hubiera estado en este mismo momento antes, haciendo las mismas preguntas.

Apretó la hoja con la promesa entre los dedos y salió de su habitación. Necesitaba respuestas.

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El patrón invisible

El camino a la escuela fue extraño.

Los mismos autos. La misma señora sacando a pasear a su perro. La misma conversación de dos adultos sobre un programa de televisión.

Como si el mundo repitiera un patrón invisible.

Pero esta vez, Manuel estaba atento. Buscaba diferencias, algo que rompiera la monotonía.

Nada.

Era como si todo estuviera diseñado para hacerle creer que su vida era completamente normal.

Hasta que vio a Julián y Clara cerca de la entrada de la escuela.

Hablaban entre ellos, pero cuando lo vieron, se quedaron en silencio un instante demasiado largo.

—¡Manuel! —saludó Julián con una sonrisa algo tensa—. ¿Todo bien?

—Sí… creo.

Clara lo miró con el ceño fruncido.

—Pareces distraído.

No era distracción. Era una sensación de pérdida, como si un hilo invisible se le hubiera escapado de las manos.

—Chicos… —tragó saliva—. ¿Nos ha pasado algo raro últimamente?

Julián y Clara intercambiaron miradas.

—¿Raro cómo? —preguntó Julián con cautela.

Manuel buscó las palabras. No podía soltarles "creo que he vivido este día antes y alguien me está borrando la memoria".

—No sé… ¿Han sentido que algo no encaja?

Silencio.

Clara mordió su labio inferior antes de hablar.

—Manuel, ¿te acuerdas de lo que pasó con ese tipo?

El corazón de Manuel latió más rápido.

—¿Qué tipo?

Julián bajó la voz.

—El de la chaqueta oscura. El que apareció el otro día.

Un escalofrío recorrió a Manuel.

¿Chaqueta oscura? ¿Alguien los había estado siguiendo?

Trató de recordar, pero su mente se sentía como un espejo roto. Había algo ahí, pero las piezas no encajaban.

—Ustedes… —Manuel tragó saliva—. ¿Recuerdan qué pasó después?

Clara frunció el ceño.

—Sí, claro. Nos miró, y luego…

Se detuvo.

Julián apretó los puños.

—No, espera. No recuerdo qué pasó después.

Un escalofrío recorrió a los tres.

—Exacto. —Manuel sintió que su propia voz temblaba—. Lo vi. Sé que lo vi. Pero después… es como si mi memoria estuviera rota.

Clara cruzó los brazos, inquieta.

—¿Y si nos hizo algo?

—O peor —añadió Julián—. ¿Y si sigue cerca?

Los tres miraron alrededor. La escuela seguía llena de estudiantes, profesores, ruido. Todo normal.

Demasiado normal.

Como si el mundo quisiera que se olvidaran de él.

Pero esta vez, no lo harían.

—Tenemos que averiguar quién es —dijo Manuel—. Qué quiere.

—Y qué hizo con nuestros recuerdos —murmuró Clara.

Julián asintió.

—Pero si nos están borrando la memoria… ¿cómo nos aseguramos de no olvidar esto otra vez?

Silencio.

Hasta que Manuel sacó un bolígrafo y escribió en su muñeca:

"No olvides al hombre de la chaqueta oscura."

Clara y Julián hicieron lo mismo.

Esta vez, si alguien intentaba hacerlos olvidar, lucharían contra eso.

Era hora de romper el ciclo.

Pero entonces, Julián frunció el ceño.

—Espera… ¿quién era el que investigábamos antes de que apareciera ese tipo?

Manuel y Clara intercambiaron miradas. Una respuesta se formó en sus mentes, pero tardó en salir a la luz.

—Martín Salazar —susurró Clara.

El nombre trajo consigo una extraña punzada de ansiedad, como si no debieran recordarlo. Como si alguien hubiera querido borrar su existencia de sus mentes.

Julián tragó saliva.

—Entonces hay que investigarlo. Aunque no debamos.

Los tres asintieron, sintiendo que acababan de abrir una puerta que quizás no podrían cerrar.

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#6012 en Joven Adulto

En el texto hay: amor odio romance juvenil

Editado: 11.07.2021

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