Adriana
Ya han pasado dos semanas desde que ví a mi padre por primera vez. Dos semanas desde que no veo a mi padre menos mal ya que convencí a mi madre de que no me obligara a verlo. Eso es bueno.
Lo malo es que he notado a mi madre mal esta ultima semana, esta cansada y parace q le duele todo. Le he preguntado, pero no quiere decirme que es lo que tiene.
-Buenos dias mami-saludo
-Buenos dias hija-me contesta.
-Voy a lavarme y luego desayunamos-comento y mi madre asiente.
Entro al baño, me lavo los dientes y luego me baño como es mi constumbre de todos los dias.
Cuando salgo del baño me encuenteo con una horrible sorpresa.
-Mamá, Mamá-grito aterrada y asustada al ver a mi mamá tirada en el piso.
Al principio no sé ni que mierda hacer por lo aterrada que estoy. Pero despues reacciono y busco ayuda con los vecinos.
Ellos la suben en un taxi y la llevamos al hospital.
Los doctores de inmediato atienden a mi madre, la meten a una habitación para salvarla de lo que sea que tenga.
Lo único que sé es que mi madre ha sufrido un desmayo, por eso la econtre tirada en el piso.
Solo que no entiendo porque. Mi madre no sufrio desmayos ni cuando estaba embarazada de mí. Además ha estado comiendo bien. Todo a estado normal, excepto, por lo que la he notado extraña y cansada.
¿Qué me ha estado ocultando mi madre?
Saco mi célular, estoy pensando si debo o no llamar a mis abuelos.
Ellos nunca me han querido y desde que mi madre dijo que no me iba a abortar, pues mis abuelos dijieron que no querian volver a verla.
Yo tengo su número porque una vez se lo rove del célular de mi mamá. Recuerdo que tenía 11 años y tenía la necesidad de conocer a mi familia. Y bueno, como mi mamá no quería no decirme en donde viven, pues yo indage en su célular.
No sé si el número sea el mismo, ya han pasado varios apos desde la vez que los llame, no fue nada agradable esa corta conversación.
-¿Hola?-escuche una voz de mujer, algo mayor me parecio.
-Hola, Buenas tardes, ¿usted es mi abuela?-pregunte con bastante entusiasmo.
-¿Quien mierda eres?-pregunto bastabte molesta.
-Soy Adriana Saavedra Alberca-respondo en un hilo de voz, yo llevo los dos apellidos de mi madre.
-Maldita sea niña, no vuelvas a llamar, tu no eres mi nieta, hubiera preferido que la estupida de tu madre te abortara-exclamo y sentí como esas palabras iban directo a mi corazón.
¿Cómo carajos una mujer puede ser tan desgraciado diciendole esas palabras a un niña?
Es una mujer sin corazón y eso que soy su nieta.
Sin mas preangulos, marco el número de esa mujer tan desgraciada que es mi abuela.
¿Qué le voy hacer pues? En esto no puedo culpar a mi madre, ella no escogio sus padres, pero si escogio mi padre.
-Hola-contesta, reconozco la voz, no ha cambiado nada y eso que ya han pasado 5 años. Es la voz de mi querida y desgraciada abuela.
-Buenas tardes, abuela-acentuo mucho la ultima palabra.
-¿Adriana?-pregunta bastante desconcertada.
-Si...y no te preocupes, no te he llamado para saludarte, no quiero tener ninguna relación con una vieja desagradable como tú-quieri seguir reclamadolo, pero ella me interrumpe.
-No te permito niña que me insultes, soy mayor que tú y además soy tu abuela-exclama bastante molesto
-El respeto se gana señora y usted no a ganado el mìo. Perp de todas maneras ni perdere el tiempo reclamandolo ahora lo unico que me importa es mi madre-otra vez me interrumpe.
-Mira niña, te voy a dejar bien en claro que no quiero saber nada de tí y ni de tu madre-afirma.
-Yo tampocp quiero saber nada de ti. Pero mi mamá esta muy mal, ha sufrido un desmayo y no sé que tiene, solo te aviso-me vuelve a interrumpir esta señora. Perece que le gusta que me quede con las palabras atoradas en la garganta.
-De seguro que esta embarazada otra vez, por eso se desmayo-ríe amargamente-eso no es movedad, es una cualquiera que se acuesta con quien sea-finaliza y a mi me hierve la sangre.
¿Cómo mierda esa mujer puede decirle cualquier a su propia hija? ¿Acaso nunca carajos la quiso ni un poquito?
-No hable así vieja de porquería, de seguro dices eso porque tu eres así, eres una zorra que se acuesta con cualquiera-exclamo y cuelgo sin darle opción a que me responda.
La gente a mi alrededor me miran sorprendidos, de seguro han escuchado mis palabras.
¿Porque la gente será tan chismosa?
Pero bueno, ahora lo unico que me inporta es mi madre, nadie más.
Despues de una hora más o menos, el doctor se planta al frente de mí.
Cuando miraba novelas sola, como siempre. Pues veìa que los doctores dabana la noticia de como esta el familiar com uma cara sin expresión.
Uno no podìa saber si las noticias eran buenas o malas. Pues así es este doctor, con su cara no me dice nada, así que mejor espero a que hable.
-Señorita, ¿Usted es Adriana?-pregunta el doctor.
-Si, ¿Que le sucede a mi madre?-respondo con otra pregunta.
-Ella misma se lo va a decir, así que pase a verla señorita-dice amablemente el doctor y yo asiento.
Entro a su habitación, veo que le estan poniendo suero en las venas.
La enfermera me mira, sonrie y se marcha. Yo me acerco a mi madre. Mamá es pálida, pero ahora esta más palida que de constumbre y además sus pupilas estan dilatadas. Su semblante no es nada bueno y eso no me gusta.
-Mamá, ¿Que es lo sucede?-pregunto defrente, mi madre sonrie con dificultad.
-Sé que en algún moneto tenía que decirte eso-dice y sonrie aún más-Estoy enferma hija, tengo cáncer-suelta finalmente.
¿Cómo que tiene cáncer? ¿Por qué carajos nunca me lo dijo?¿Pero que mierda?
-Pero ¿Te vas a curar, verdad?-pregunto basntante preocupada y ella solo sonrie y no me responde-¿Verdad?-vuelvo a repetir, necesito que ella me reponda o siento que voy morir de preocupación.