Alejandro
Cada segundo que pasa, Adriana me gusta más.
No. Correción, cada segundo que pasa Adriana me atrae más. Solo eso, solo me atrae.
Tanto me atrae que no aguante las ganas de besarla otra vez. Bueno, ese idiota del taxi intento hacerle daño y obviamante no lo iba a permitir. Y me dio mucho coraje cuando ese imbécil la pego a su cuerpo. Ahí fue donde lo golpee con todas mis fuerzas y al final ni ese hombre ni yo termianmos bien. Lo bueno fue que aparecio la policìa y ya el tipo de fue.
Pero en lo que estaba, es que me encuentro besandola en este momento. Sus labios me parecen completamente irresistibles, el beso es húmedo y tierno.
Me parece interesante que ella bese de una manera tierna por la forma en que se comporta. Se comporta como una loca histérica, suele tratarme mal aunque trato de ayudarla, además se molesta por cualquier cosa.
El beso me gusta demasiado, tanto que no puede evitar llevar mis manos hasta su trasero y darles un apretón.
Su cuerpo me encanta, por eso hice lo que hice, por que estar cerca de ella y no poder tocarla y besarla es un martirio.
De la nada Adriana muerde mi labio inferior con fuerza y me lastima haciendome salir sangre. Gruño del dolor.
-No me vuelvas a tocar idiota-Exclama llena de coraje.
¿Qué carajos le pasa?
Me acerco rápidamebte a ella sin darle opción a que se escape. La sujeto muy fuerte de la parte baja de su espalda juntando su cuerpo con el mío otra vez.
Siento como su respiración se agita demasiado, su pecho sube y baja de una manera desesperada y no se porque motivo el mío hace lo mismo.
Siento que mi respiración y corazón se aceleran de una forma exagerada. Me siento un imbécil por sentirme así, nunca antes me había sentido de esta manera.
-Dejame Alejandro-Exige con un tono de voz bajo por su respiración.
-Eres extraña-Confieso-Sé que no quieres que te suelte-Aseguro y ella mira fijamente a mis ojos-¿Por qué simplemente no te dejas llevar del momento?-Pregunto inquieto y cada vez nuestros labios estan más y más juntos.
-Por que.........despues me arrepentiria-Dice en un susurro de voz.
¿Arrepentirse?
Solo me he arrenpentido de una cosa en mi vida y es de no haber actuado en el momento preciso para que mi madre no muriera.
Pero el tema de las chicas nunca me he arrepentido de absolutamente nada. No me arrepiento de besarlas, de tener sexo con ellas y mucho menos de dejarlas cuando me aburro de ellas.
Mi madre me enseño que las mujeres son frágiles y les gustan que las traten como reinas. Les gusta que los hombres no juguemos con sus sentimientos.
Y siento que estoy defraudando a mi madre porque yo juego con el sentimiento de todas. Simplemente solo me importa satisfacerme a mi y el resto que se largue a la mierda.
-¿De qué te arrepentirias, Adriana?-Musito rozando sus labios y sus ojos se entrecierran.
Quiero besarla, pero no pienso hacerlo antes de que me responda.
Sus manos se resbalan hasta llegar a mi cuello y lo rodea.
-Me arrepentiria de estar cerca de tí. Tú solo dañas a las mujeres-Afirma con mucha certeza, tanto que duele.
¿Yo? ¿Dañar a la mujeres?
Considero que soy un rompe corazones, pero eso no significa que ellas se van a morir o ¿Si?. No, obvio no, nadie muere por el hecho de que le rompan el corazón, eso es una tonteria.
Depues de todo me parece así por que nadie me a roto el corazon, por eso no me parece un tema interesante.
-¿Cómo estas tan segura de que yo te dañaría?-Nuestros labios siguen juntos y ella me mira con desilución.
-Tú solo estas jugando conmigo-Asegura-No me vas a negar que solo me quieres llevar a la cama-Dice con mucha certeza.
Me gusta esta forma tan directa en que es. Y ademas es muy inteligente, hasta ya sabe cuales son mis intenciones. Así que yo pienso comportarme a la altura y ser directo tambien.
-No, no te lo voy negar, solo quiero pasar un buen rato contigo-Respondo sin darle mucha importancia y sus ojos se llenan de furia.
Me avienta muy fuerte separandome de ella y me da la cachetada mas dolorosa de mi vida. De hecho solo ella me tira cachetadas, nadie más.
-Vete al diablo "Niño bonito"-Exclama con mas rabia aún-Andale, largate a ver a cualquiera de esas chicas tontas que te hacen caso, porque de mí nunca vas a obtener nada-Grita con rabia en su mirada y sus labios brillan demasiado.
La atriago hacia a mí una vez más y la beso con mucha pasión, como si el fin del mundo fuera hoy.
Tal vez no sea el fin del mundo, pero si parece ser el fin de la idea de tener a Adriana metida entre mis sabanas.
Se resiste a mi beso. Pero yo la sujeto con fuerza, hasta que se cansa de golpear mi pecho y tambien me besa.
No se porque se comporta de esta manera. Si se nota que yo le gusto, pero creo que el problema es el tipo de hombre que soy.
Con ella siento cosas nuevas, es sensacional besarla. Es como si sus labios encajaran perfectos con los mios.
Una vez más no soporto las ganas de tocarla y mis manos esta vez bajan hasta sus piernas. Esta con falda de colegio por lo que da un buen acceso a sus muslos.
Meto mis manos debajo de sus falda y acario sus piernas de arriba hacia abajo. Sus manos se dirigen a mi pecho y deliza de arriba a bajo por encima de mi polo.
A ni uno de los dos les importa que estamos en lugar público y cualquier persona podria vernos. Literalmente lo unico que nos interesa es dejar fluir esto que ambos queremos.
El beso se intensifica cada vez más en medio de diferentes emociones, estremescos, aceleraciones, agitaciones, etc.
Crei que ella iba me separarme, pero no. De hecho nos separamos cuando nos hacia falta el oxigeno. Eso sí, solo separamos nuestros labios unos cuantos centimetros, pero seguimos estando muy cerca y aún la sujeto de sus caderas.
Su respiración sigue agitada y ambos nos observamos el rostro. Sus labios estan hinchados y muy rojos, tal vez los mios pueden estar igual, despues de todo el beso fue tan intenso que sus labios me muestran las consecuencias.