¿porqué me enamore de tí?

Capitulo 13: ¿Lo odio o lo quiero?

Adriana

Lo odio, lo odio, lo odio. Es un completo imbécil, uno muy guapo por cierto.

Pero ¿Qué tonterias estoy pensando?, deja de pensar idioteces Adriana. Alejandro solo sabe hacerle daño a las mujeres y obviamente tú no serás una de ellas. Me repito como trecientas veces para ver si asì me lo creo.

Bajo la escaleras y me adentro en la cocina. Obviamente los sirvientes ya estan ahí, creo que ya son como las 9 de la mañana o tal vez un poco más.

-Buenos días-Saludo.

-Vaya, si que la has pasado bien en la fiesta-Comenta un poco entusiasmada Roberta, sé que ella piensa que yo siento algo por Gonzalo, pero no es así.

Gonzalo solo es un gran amigo, lo considero una persona muy importante para mí. Pero no siento amor por él, en sí no sé lo que es el amor, nunca antes me enamorado, pero creo que cuando lo sienta, lo voy a reconocer de inmediato.

Me gusta leer, en especial novelas romanticas, así que tengo un pequeño concepto de que es estar enamorada.

-Nesecito tu ayuda-Pido y ella me mira algo intrigada.

-¿Qué paso?-Me interroga.

-Vamos a mi habitación, allá te lo explico todo-La sujeto de la manos y la jalo conmigo hacia mi habitación.

Podria decirle todo en otra parte, pero considero conveniente que tanto aljeandro como yo se lo expliquemos para evitar confusiones.

Abro la puerta de mi habitación y ambas encontramos al niño bonito muy comodo en mi cama. 

-¿Alejandro?-exclama sorprendida y antes de que haga algún escandalo, la empujo hacia adentro y cierro la puerta.

-Shhhhhh, no hagas bulla-Pido y ella asiente.

-¿Qué hace él en tu habitación y casi desnudo?-Me pregunta sin asimilar muy bien lo que acaba de ver.

-Es una historia muy larga, luego te la cuento. Ahora nesecito que me ayudes a sacarlo de aquí sin que nadie se de cuenta-Le explico y ella asiente, aunque aún no logra procesar muy bien la información.

Y la entiendo, Alejandro esta casi desnudo acostado sobre mi cama, estoy segura de que ella cree que el niño bonito y yo hemos pasado la  noche juntos. Y bueno, si es verdad, pero no de la manera en la que seguro ella esta pensando.

Y debo de reconocer que le debo una a Alejandro, si él no de hubiera detenido, ahora estaría lamantandome.

-Esta bien, pero que piensas que haremos.

-Es fácil, nena-Habla por fin Alejandro levantandode de mi cama-pidele a Martín que me traiga ropa.

-Pero sabes que yo no puedo ir a su casa así como así-se escusa Roberta y yo suspiro de estres.

-Por favor Roberta, eres la única que nos puede ayudar-Ruego. Roberta lo piensa como mil veces, hasta que se resigna y asiente.

-Esta bien-Dice finalmente y yo la abrazo de la emoción.

-Bien, andale ya, no soporto tener a este adefecio en mi habitación-Comento, tanto Roberta como yo nos reímos y Alejandro pone cara de ofendido, lo cual es gracioso.

-Okey-contesta antes de salir de la habitación, en busca de ropa para este idiota que se cree dueño de MI habitación. Pasea por ella como si fuera suya.

-Deja de tocar mis cosas niño bonito-Le advierto y el sonrie.

-Me da curiosidad que podrias tener aquí-Saca mi diario del cajón.

Hay , pero que imbécil que soy, olvide echarle llave a ese maldito cajón.

Bueno, no tengo cosas muy interesantes que digamos, pero practicamente ahí esta toda mi maldita frustración por la culpa de Gerardo.

Como no hablaba con mi madre y todas las cosas me las gurdaba para mí misma. Se me ocurrio escribir, así sentía menos peso y la carga era menor.

Además las ultimas páginas puede que se las haya dedicado a Alejandro.

-Ni se te ocurra leerlo-Lo amenazo y me acerco con la inteción de arrebatarselo, pero él extiende su mano y se me es imposible alcanzarlo-Alejandro damelo, es mío-Exigo y él se ríe.

Malditasea, lo odio

-Solo te lo dare con una condición-Frunzo el ceño, y lo pienso.

 Él es algo sorpresivo y eso no me gusta. No me gusta lo ineperado ni las sorpresas de ultimo minuto, prefiero estar enterada de todo y esperarlo, cosa que así estoy preparada y obviamente yo sorprendería a la sorpresa.

-¿Qué condición?-Interrogo con recelo.

-Una salida-Suelta y yo siento que me atraganto con mi propia saliva.

Podia apostar que me pediria cualquier otra cosa, pero nunca me imagine que quisiera salir conmigo. 

Él me dijo que yo le gustaba, pero no le creí, es dificil de creer. Pero despues de esto, tal vez sea verdad.

-¿Una salida?-Pregunto dudativa y el niño bonito asiente-No pienso salir contigo nunca-Sentencio y él muestra una de sus mejores sonrisas, de esas que muestran bondad y maldad a la vez.

-Bien, si así lo quieres-Abre mi diario y empieza a mirar la primera página, luego su mirada regresa hacia mí.

-No tienes ningún derecho-Sujeto mi diario colocando mi mano sobre la suya. Siento que una corriente electrica recorre todo mi cuerpo, es raro. Pero lo obvio. Ahora lo que me preocupa es recuperar mis secretos.

-Solo tienes que aceptar salir conmigo y solucionado el problema-Dice el muy cinico y siento que mi sangre hierve de coraje.

Entonces se me ocurre una idea algo alocada, pero es la única opción que encuentro.

De un impulso, junto sus labios con los míos. El niño bonito no se lo esperaba, pero eso no impide que me correponda de inmediato.

Me sujeta de la cintura con su mano que esta libre y nuestros cuerpos de vuelven a juntar. Creo que ya me estoy acostumbrando a sentir el calor de su cuerpo.

Sus labios son muy expertos, se nota que tiene mucha experiencia, tanta que hasta casi me olvido la razón por la que lo bese, la cual es: "Quitarle mi diario".

Le quito el diario suavemente, o bueno, eso intento, por que justo cuando ya estoy apunto de quitarselo por completo. Él se separa de mí y vuelve a sujetar mi diario con fuerza.

-Buen intento, casi caigo-Sonrie victorioso y yo suspiro exasperada.



#5688 en Joven Adulto

En el texto hay: amor odio romance juvenil

Editado: 11.07.2021

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