¿porqué me enamore de tí?

Capitulo 36: Una vez más

Adriana

Aparecemos en la casa de playa, en la misma donde él me mostró una sorpresa que hasta ahora no puedo olvidar, los dibujos en hilos rojos.

¿Qué supone que hacemos aquí?

Alejandro se baja de su coche y me abre la puerta a mí.

-Bajate-Ordena otra vez.

¡Carajo!¡Odio las ordénes!

-No pienso entrar ahí contigo-Sentenció sin mirarlo a los ojos.

Miro hacia adelante y las luces de la calle me fastidian un poco. Pero puedo adivinar que tiene el ceño fruncido.

Suelta un suspiro y cuando pienso que va a decir más o me va a ordenar lo mismo otra vez, no lo hace. Sin embargo, se agacha y me toma de la cintura, montando sobre sus hombros.

-Alejandro, bajame-Exclamo.

Golpeo su espalda intentando que lo haga, pero a él le valen mierda mis ordènes

Da un empujón y abre la puerta. Ya adentro, me regresa al piso una vez más.

Mi respiración se acelera, o bueno, está acelerada desde que sentí su cuerpo tan cerca del mío.

-Dejame ir-Pido.

Camino hacia la puerta y él la cierra en mis narices.

¡Menuda mierda!

-No dejare que te veas con ese idiota-Sentencia con un tono de voz fuerte y exigente.

Es un jodido cabrón

-Ese es mi problema, tú no controlas mi vida-Rebato, haciendo que se moleste aún más.

No sé en que momento, él sujetó mi mano y me jalo hacia su cuerpo. Mi pecho choca contra el suyo y mi corazón golpea contra mi propio pecho, amenaza con salirse.

-Sí controlo tu vida, controlo los latidos de tu corazón-Asegura el muy cabrón-¿Acaso ya lo olvidaste?-susurra sobre mis labios.

Joder!!!

El dice la verdad, me tiene un manojo de nervios justo ahora, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos.

-Te lo advierto, Alejandro ,dejame ir-Insisto una vez más y me obligo a mirarlo.

Oh Dios.

No debia hacer eso, sus ojos siguen causando los mismos efectos en mí.

-No importa lo que hagas, no te dejare ir-Sonrie.

Odio que sonría de esa manera, el maldito logra hipnotizarme y hace que mi corazón brinque aún más rapido.

Sabe muy bien que hacer para ponerme nerviosa y se aprovecha de eso.

Es un imbécil

Una de sus manos sujeta mi cadera con poseción y la otra es conducida hacia mis labios. Desliza su dedo pulgar sobre mi labio inferior.

No se en que mierda estoy pensando, pero cierro los ojos al sentir su tacto, tengo que reconocer que necesitaba sentirlo cerca, necesitaba que me toque una vez más. Jadeo cuando él tira de mi labio.

-Extraño besarte, necesito besarte-Musita sobre mis labios.

Siento su aliento y peligrosamente el esta muy cerca de mí

Oh Dios

No permitas que caiga en tentación.

Ya somos dos, niño bonito, yo tambien muero por besarte.

Pero Joder

Eso no significa que caeré en su juego otra vez.

-No te atrevas hacerlo-Advierto y obligo a mi cuerpo a mantener la compostura-Me das asco ¿Me escuchaste? Te detesto-Digo con toda la rabia que traigo dentro de mí.

Alejandro muerde su labio inferior y me mira desesperado.

Sus dedos empiezan a moverse sobre mi cadera. Progando estragos en mi estómago.

Sus ojos brillan.

Ay Dios.

¿Porqué tiene que ser tan guapo?

¿Porqué tengo que seguir sientiendo esto por él?

¿Porqué sus ojos me distorcionan el pensamiento?

-Lo siento, pero ya no lo soporto-Finalizando estas palabras de disculpas por lo que estaba apunto de hacer, me sorprende con un arraigado beso.

Una de sus manos en mi cintura y la otra a un lado de mi cuello. Él beso es demandante y siento que miles de mariposas se alojan en mi estómago o como yo les llamo, son murciélagos.

A esto me refiero cuando digo que no senti lo mismo cuando besé a Gonzalo

Por dios chica, ten dignidad.

Me jode mi dignidad y aunque este comóda sobre los labios de Alejandro, sé que debo de hacerle caso. Así que decido juntar todos los recuerdos dolorosos y acumular mi rabia para después morder su labio.

-¡Mierda!-Exclama y lleva su dedo hacia su labio para limpiar las pequeñas goticulas de sangre.

-Te lo advertí, no me vulevas a tocar ni a besar en tu vida-Dejo bien en claro y paso por su lado directo hacia la puerta.

La muy tonta creía que Alejandro la iba a dejar ir, pero no es así. Alejandro me coge del brazo y me empotra contra la pared.

Esta vez su cuerpo es el que me aprisiona.

Trato de demostrar confianza y odio en mi mirada, pero sus ojos me impiden tal cosa.

¿Porqué mierda aún sus ojos siguen haciendo efecto en mí?

Sus ojos viajan por todo mi cuerpo, me escanea por completa. Su mirada me quema y mucho más con esa jodida sonrisa.

-Estas hermosa-Sonrie con los labios un poco entreabiertos, luego se pasa una mano por su cabellera rubia-Pero no me gusta que te hayas puesto así de linda para Gonzalo-Y ahí va otra vez, queriendo ser un puto controlador.

-Ya te dije que ese es mi problema, tu y yo no tenemos nada, ¿Ya lo olvidaste? ¿Olvidaste que tú mismo lo terminaste?-Le reclamo, Alejandro no me quita la mirada de encima.

-Aún sigues siendo mía, me perteneces Adriana...

¿Es enserio? ¿Me reclama como suya después de todo?

Que tal lisura!!!!

-No quiero que ese imbécil vuelva a poner sus manos sobre tu cuer...........

-Ya estuvo bueno-Lo interrumpo-Tú me terminaste, Alejandro. Yo no tengo porque darte explicaciones y hacer lo que tu quieras, ya te dije que puedo hacer con mi vida lo que me plazca-Su mirada muestra desconcierto y enfado una vez más-Incluso ya lo hice, me bese y me acoste con Gonzalo. Y te lo digo para que entiendas que yo hago lo que quiera-Recalco lo ultimo para hacerle dar más colera.

Aunque eso de acostarme con Gonzalo es una mentira, con las justas y lo bese. Sin embargo, el niño bonito si se lo creyo. Sus ojos azules cielo, parecen azul marino de los oscuros que se han tornado, debido al gran coraje que lleva por dentro.



#5688 en Joven Adulto

En el texto hay: amor odio romance juvenil

Editado: 11.07.2021

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