Ni podía dejar de llorar entonces cuando la yema de sus dedos limpiaba mis lágrimas nuevamente me enamore de él. Me pareció injusto volver a amarlo, pero estaba dispuesta a hacerlo.
—Lo siento— agache la cabeza —. Lamentó esta situación.
—Hoy está así por ni a dormido bien, yo la reemplazare— dijo Lewis que estaba junto a mí.
Intento hacerme levantar, pero me negué.
—No, está bien. Dime tu nombre completo — me recompuse y fingir que no pasaba nada.
—Frank Phrice — el apellido de Frank no era nada común, de hecho, normalmente se escribiría “Price” pero su apellido llevaba una “h” entre la “p” y la “r” así que solo los que lo conocíamos sabíamos escribir correctamente su apellido.
Terminé de escribir y cuando se disponía a ver si lo había hecho bien, pues le molestaba que escribieran mal su apellido me miró con extrañeza.
—Lo escribiste bien — me miro con un brillo singular en los ojos. Ese brillo era exactamente igual al que tenía cuando pasábamos tiempo juntos, cuando ya estábamos enamorados, me pareció raro muy extraño para ser normal.
—¿Usualmente lo escriben mal? — pregunté intentando verme tranquila.
—Es solo que nadie se imagina que un apellido normal lleve una “h” — dibujo comillas en el aire, enseguida sonrió por amabilidad, le devolví la sonrisa y enseguida termine de llenar sus datos.
—Bien, pasa a sentarte a la sala de espera, para que te den tu carnet —deseaba saltar para abrazarlo, pero no era el momento adecuado. Sabía que en ese momento no podía solo decirle lo que sucede.
Es más ni yo misma creía lo que estaba sucediendo y eso era tan estresante incluso para mí que estoy cambiando todo a mi gusto. Me voltee a verlo y por un par de segundos me quede mirándolo. Exactamente esto paso antes, me dijo lo mismo y me quede con la misma intriga que ahora que en ese tiempo donde también me voltee a verlo. Entonces alguien interrumpió mi atención hacia Frank.
—No tienes oportunidad con él — una voz conocida y un escalofrió me hizo voltear.
Fred, el mejor amigo de Frank estaba en frente de mí. Fred no era exactamente un chico atractivo como en las novelas románticas, él era un chico normal, era amable y gracioso, tengo que aclarar que él era tan gracioso como Frank. Según ellos eran mejores amigos porque sus apellidos iniciaban con la misma letra y cuando nos organizaban por lista siempre terminaban juntos. Su amistad era tan fuerte que la envidiaba. Por ellos es que quiero tanto a Stephany, ahora tengo la oportunidad de vivir en nuestra amistad mucho más tiempo y no dejaré que nada me detenga a seguir el curso correcto y feliz de mi vida y de las personas que me importan.
—¿Enserio? — le respondí, me apoyen en la mesa y me incliné hacia Fred.— ¿Enserio no tengo oportunidad con él?
Él se inclinó ligeramente hacia mi como para contarme un secreto. —Está enamorado de Dayana desde hace más de 3 años, claramente no tienes oportunidad. — Dibujo en su rostro una sonrisa burlona, la cual claramente se burlaba de mí.
Esas palabras suyas me golpearon fuertemente. Lo recordé, No solo eran Frank y Fred los únicos amigos. De hecho, eran un grupo de cuatro. Eran Frank, Fred, Dayana y Katiuska. Los cuatro siempre iban y venían juntos a todos lados. Claramente los únicos amigos que tenía eran Frank y Fred pues solo ellos me hablaban al inicio de todo. Pero incluso cuando comencé a salir con Frank, Katiuska y Dayana no estaban de acuerdo y por un largo tiempo no pude integrarme a su grupo, es más ni siquiera quería hacerlo. Aun así, intente llevarme bien con Dayana y Katiuska solo por Frank y Fred que eran los únicos que importan en toda esa historia. Pero el punto de inicio no fue ese, mi amor por Frank fue creciendo debido a un cambio en el orden en el que nos sentábamos. Las carpetas siempre eran unitarias, sin embargo, decidieron juntar dos carpetas haciendo parejas, así se formaron 3 columnas de parejas con 4 filas. En la
primera columna de la izquierda empezaban 1, 2, 3 y 4, según nuestro número de orden. En la
segunda columna de la izquiersa 5, 6, 7 y 8; y en la tercera columna de la izquierda estaban 9, 10, 11 y 12. En las columnas de la derecha estaban el resto de los números con la misma temática de orden. De alguna forma Frank termino junto a mí. Yo era el número 4 y él el número 16. Es así como compartimos ese espacio durante un año. Pero aunque a mí me gusto primero, él estuvo enamorado de Dayana por un periodo de tiempo de más o menos cuatro meses más. Durante cuatro meses lo vi voltearse a ver el lugar de Dayana y eso a veces me aturdía. Deseaba dejar de quererlo, a veces deseaba que declarara sus sentimientos y si ella lo rechazara él podría soltar ese tormentoso amor que le tenía. Pero aunque solo algunos comprendíamos el amor que tenía Frank por Dayana ella se hacía de la vista gorda y salía con cualquier cantidad de chicos en su cara. Creo que fue por eso que jamás me agrado Dayana al igual que Katiuska.
—Dime tu nombre completo — le dije con una sonrisa. Entonces pensé bien en lo que pensé
durante un par de segundos. Si Frank y Fred estaban aquí eso quiere decir que ellas también
vinieron. Me incliné hacia la derecha y las vi. Tal cual, eran ellas. Esto no sería nada fácil.
—Fred Pierson— Bien… Ahora a soportar a las indeseables.
—Dime tu nombre completo — intente ser amable.
Dayana levanto una ceja, odiaba esa mirada que tenia de desprecio hacia los demás. — Dayana
Backus.
Lewis detrás de mí, rio al escuchar el apellido de Dayana. Pueden no entenderlo, pero el apellido
de Dayana significaba “panadería”. Es un punto difícil de entender, pero muchos bromeaban
con eso.
Editado: 17.03.2023