⟡ Capítulo 37 - Nuevo comienzo ⟡

Tres años después…

—Salome —llama Franz desde la puerta, volteo a verlo y mi tía se lanza contra mi tomando ventaja tumbandome al piso haciendo que mi espalda golpee contra el suelo. Franz suelta una carcajada desde la puerta al ver como me quejo del dolor en el suelo. Pensé que mi resistencia contra el dolor habia mejorado pero no es suficiente.

—No te distraigas —Se aparta de mi poniendose de pie dirigiendo la atención al hombre en la puerta—. ¿Es hora?

Logro recomponerme y cuando Franz asiente ante la pregunta de Salome me levanto caminando detrás de ambos. Hoy será la graduación de los nuevos grupos que conformaran la mafia de Salome y con ello los nuevos capitanes y subcapitanes de los diferentes equipos internos, entre ellos, yo, capitán del grupo de asalto.

Entramos a un salón repleto de personas que no superan los 30 años, todos formados en fila toman una postura firme al ver a Salome y Franz subir la tarima, yo me quedo en la parte inferior junto al resto de capitanes esperando a ser anunciados, y tras un discurso por parte de Salome, Franz toma el mando nombrando a los mejores estudiantes de la academia y a su vez asignando los cargos referentes. por último escucho mi nombre. Subo al escenario observando a todo el público de mejor manera.

—Lua Cramoisi. Capitán del equipo de asalto —un sonido llama la atención de todo el personal y al voltear observo a un grupo de aproximadamente 15 personas haciendo una reverencia con una rodilla en el suelo y el puño cerrado sobre su pecho, una muestra de lealtad propia del equipo de asalto. Siento una sonrisa leve dibujarse en mi rostro, esto se siente muy emocionante, pero la sonrisa se borra de mi rostro al observan a un chico de cabello rubio y ojos azules que logro reconocer casi de inmediato cuando sube al escenario poniendose junto a mi y la presentación de Franz me deja frio—. Kantiano Carson, subcapitán del equipo de asalto.

Su nombre resuena en mi mente una y otra vez Kant está justo a mi lado. La ceremonia termina. todos se dispersan por el salón que ahora está lleno de bocadillos y bebidas, Salome y Franz se marchan informando que desde mañana empezaremos a trabajar en misiones más especificas y tan pronto como me quedo solo, intento retirarme a mi habitación, hace mucho tiempo que las fiestas no son lo mio, además de que hace tres años Salome me obligó a dejar de beber, solo lo hago cuando ella me invita, que no es tan seguido.

—Es bueno verte de nuevo —siento el peso del brazo de Kant sobre mis hombros y volteo a verlo, tiene una sonrisa en su rostro y creo que a diferencia de mi, a el si le a causado gusto verme.

—No sabía que estarías aqui —digo apartandolo de mi.

—Conveniencias familiares —Levanta los hombros restandole importancia al motivo por el cual está en este lugar—. Y bien ¿Por qué nunca te vi con el resto del grupo?

Salomé había decidido entrenarme por su cuenta, al parecer desde el principio tenía planeado que yo fuera quien herede el puesto de Franz, pero me negué. Ser la mano derecha del lider siempre sería una carga muy fuerte y cuando me enteré que Salomé perteneció al grupo de asalto al ingresar preferí seguir ese ejemplo, así que me asignó capitán de dicho grupo.

—Salome es mi tutora —aclaro y se muestra confuso. Al parecer esa noticia no había llegado a oidos de los estudiantes aunque no fuera un secreto—. Larga historia.

—Bien —vuelve a sonreir—. Hagamos un buen trabajo. —me da una palmada en la espalda y se retira.

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Me miro en el espejo de la habitación luciendo el uniforme oficial del equipo de asalto. Todo de color negro estilo militar, pantalón suelto, botas de cuero, camisa ajustada al cuerpo de manga larga y un par de guantes de cuero sin dedos. La sensación que siento en el cuerpo es extraña, una combinación de miedo y entusiasmo me recorre, guardo mis armas y salgo. Al llegar Salomé y Kant esperan pacientes en la puerta, me saludan al percatarse de mi presencia y entramos. el grupo nos saluda de la misma forma que en la ceremonia y se ponen de pie cuando Salome comienza a hablar.

—El día de hoy tendrán una misión de un rango diferente a lo que de seguro estan acostumbrados —Los detalles de la misión me los entregó anoche. Infiltración y asesinato. Hasta lo que tenia conocimiento en la academia las misiones no pasaban de robo o amenazas. simples rangos C, por otro lado al estar al servicio de Salome siempre se me encargo acompañar en misiones rango B, o A hasta primera fase, la fase de infiltración, pero esta sería la primera vez que asesinaria al objetivo de la misión.

—Esta vez los acompañaré yo como ex capitan del equipo —agrega Salome, los miembros del equipo se asombran al escuchar la noticia y verla sonreir levemente con superioridad—. No me decepcionen.

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—El pasillo está despejado —Escucho a Kant desde el audifono.

—Adentro —ordeno cuando la puerta trasera del edificio se abre.

Kant aparece con ropa de civil y le entrego un arma cuando se retira la camiseta dejando ver el uniforme del equipo, se pone una máscara que tapa la mitad de su rostro y entramos, tres soldados suben junto a Salome y a mi por el ascensor mientras otras cinco personas del equipo se adentran por las escaleras. Las puertas del asensor se abren y el personal de la oficina se percata de nuestra presencia, asustados corren a esconderse, bajo los escritorios, en el baño, detrás de las impresoras, etc. Esperamos al resto del equipo pero nadie sale por la puerta de emergencia.

—Te estaba esperando —habla un hombre saliendo de una oficina junto a otros diez hombres

Esto se puso interesante de un segundo a otro.

—¿Tendremos que pasar por ti para llegar al idiota de tu jefe? —hablo con burla y escucho una pequeña risa junto a mi—. No creo que sea problema.