Porqueria, la poesia de mi corazón.

Sal de una vez.

Noche, descarada ¿porque no quieres irte?
no sabes acaso que no puedo descansar si no te vas.
Te aborrezco con todas mis fuerzas y aun así apareces de nuevo retándome,
incitándome al insomnio y la desesperación.

Sal de una vez sol hazme saber que hay un mañana luminoso en el que puedo descansar de tantos espectros que inundan mi habitación, que nublan mi vista y me hacen caer en la locura.
Sal, sal ayúdame a sacar la obscuridad de aquí de mi pecho, de mi espíritu de mi vida.

Sabes que te odio sin mesura y aun así regresas
¿a qué?, a recordarme la soledad que me tiene al borde de un risco imaginario
o solo a torturarme con el frio que hay en la casa desde que él se fue.

No ha pasado ni la mitad de tu existencia y ya estoy llorando
igual que ayer igual que siempre...
Me imagino a mí misma más pequeña esperando,
esperándolo a él, a verlo, a sonreírle mientras el besa mi frente
con un amargo beso que va haciéndose más frívolo con el paso del tiempo
¿quién más tiene tu amor? se supone que eres el amor que nunca va a cambiar,
se supone que eres el hombre que nunca me iba a fallar...

Pero tú lo has dejado muy claro
no tienes un gran amor, por lo menos no como el mío que perdona,
o como el de ella que te aguanto hasta hartarse.

Por eso sal de una vez sol, sal te lo suplico no quiero recordar el único momento en el que lo veía
a él y sus asquerosas mentiras, a su estúpido porte, a su horrible cara... quisiera olvidarte
como a esos juguetes baratos que traías
o como esas historias que contabas,
olvidarte de una vez, pero por más que mi mente luche tú te sigues apareciendo con cada noche atormentando mis sueños, convirtiéndolos en dolorosas pesadillas.

Sal de una vez y llévate esos sentimientos de amor, sal para que al fin pueda descansar del único momento en que lo miraba
trae la mañana de nuevo para sentirme en paz y no culpable por sus acciones.

Vete de una buena vez déjame sola,
déjame sola como el, como todos.
Porque cuando él se fue se fueron todos
Una de ellas con su amante y el otro a probar suerte,
la que se quedó conmigo por obligación al poco raro también se deshizo de mí
y con eso me quede sola como nunca lo había estado.

Sal de una vez sol para terminar con esta agonía nocturna que pesa sobre mis hombros y que se refleja por debajo de mis ojos
¡Sal! Para terminar de una vez por todas con mi sufrimiento.

 



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En el texto hay: poesia, suenosypesadillas, vida cotidiana

Editado: 19.02.2019

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