Posibilidades.

Capitulo 9: Reacciones inesperadas.

La plática avanzó con la noche. El reloj marcó las 11:44 pm.

—Richard es tarde. Tenemos que dormir

—Es cierto. Vamos a la cama — dijo en tono tan natural que Felicia le miró con rostro serio.

—Oye estaba bromeando. — Rió con su reacción —. Te acompaño a tu puerta — aclaró poniéndose de pie y extendiendo su mano hacia ella.

—Richard ¿Puedo pedirte un favor? — Se giró hacia él para quedar atrapada entre su puerta y Richard.

—Por supuesto, dime.

—Podríamos ir despacio — dijo más en tono de aclaración que petición.

—Si, siempre está la posibilidad de que esto no funcione ¿Verdad?

—No, no me refería a eso. Me refiero a... Que podríamos intentarlo primero tu y yo y luego decírselo a Jenny. No hay porque apresurarse.

—Solo estás confirmado lo que yo ya dije — habló con un tono de voz grave y seco. Arrugando su frente ligeramente.

—No... Yo... ¿Como lo digo? — Se preguntó pasando sus dedos por su frente.

—No quieres que vayamos juntos al colegio cierto. Ni que salgamos hasta que no estés del todo segura. ¿Verdad?

Intimidada por su mirada, se dió la vuelta para abrir la puerta y encararlo de nuevo.

—No Richard, lo que quiero decir es...

—Creo que te he dejado muy claro Felicia que es lo que busco y que yo ya he tomado mi decisión. Pero si tú tienes dudas no le veo el caso a que siquiera lo intentemos.

—Richard... Pero...

—Ve a dormir que es tarde. No volveré a molestarte con el tema y seguirá como si está conversación nunca pasó. — Con cada palabra Richard fué alzando la voz sin darse cuenta.

—Richard pero ¿Qué haces? Baja la voz, vas a despertar a los vecinos. — Lo tomó del brazo para mételo al apartamento cerrando tras de sí —. ¿Por que tienes que ponerte así? Estás igual que el otro día.

—Y ¿Cómo quieres que reaccione? Si tú y tus "dudas" y tú " ir despacio" solo me dice que no deseas compartir con nosotros esta vida.

Felicia más que irritada por el brusco cambio en ambos se rindió y se sentó en el sofá arrastrando a Richard de la mano para que se sentará junto a ella.

—¡Me refería a esto!— dijo irritada alzando sus manos unidas —.  No quiero confundir a Jenny. ¿Que crees que pensará al vernos así y que nos vamos juntos en las mañanas? O ¿Si nos ve besarnis o algo parecido? Ella sabe que soy su maestra y tú amiga. Pero los niños ven las cosas desde una perspectiva muy diferente a la nuestra.

Al mismo tiempo a Felicia le pareció interesante que apenas todo aquello estaba comenzando y ella ya los consideraba amigos y lo había metido mentalmente en su rutina diaria.

—Debes hablar con ella primero y luego podemos considerar estás muestras de afecto frente a ella. Además piensa en mi trabajo Richard por favor. ¿Que dirán los padres al ver una maestra salir con otro padre de familia? Hasta que no tengamos en orden nuestra situación, no creo conveniente que nos mostremos tan cercanos.

Terminó su discurso nerviosa y aún molesta deseando que el entendiera su opinión sobre la situación.

—¿Dijiste besarnos?

—¡¿Eh!?

—¿Dijiste besarnos, no?

—No.

—Claro que sí. Lo has dicho. Ya veo que no soy el único que ha pensado en esas cosas — dijo en tono burlónse mientras se iba acercando a Felicia poco a poco.

—Bueno, yo solo...¿Pero qué estás haciendo?— Preguntó al notarlo más cerca.

—Evaluando las posibilidades de que rechaces o no un beso.

Felicia intento moverse hacia atrás pero se vió limitada por el brazo del sillón tras su espalda y el brazo de Richard que tenía al lado derecho.

—Richard por favor...

—Tú misma has dicho que teníamos que evaluar las muestras de afecto entre nosotros.

—Pero me refería a cuando estemos frente a ella y... — Su voz se vió interrumpida por los nervios —. Eso de todas formas se hace hablando.

—Correcto. Y Jennifer no está aquí. — Sonrió a unos centímetros de ella.

—Richard por favor. — Suplicó en vos baja.

—De todas formas se que mañana te pediré disculpas y tú dirás que no hay nada que perdonar. — susurró acunando su rostro en sus manos—. Déjame comprobar esa posibilidad— dijo a un par de centímetros de sus labios.

Felicia temblorosa en sus brazos comenzó a respirar con dificultad. Algo que Richard no pasó por alto y lo atribuyó a que estaba por buen camino.

—Richard...— pronunció apenas audible.

—¿M? — A unos milímetros de ella.

—No puedo respirar. — Fué todo lo que logró decir al desvanecerse en sus brazos.

—¿Felicia? ¿Felicia? — decía con apremio pero ella no volvía en si —. Oh Dios. ¿Que hice?




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