Posibilidades.

Capitulo 10: Alice.

La semana comenzó ocupada para Felicia. Tenían programada una exposición para este sábado y debía ayudar a que todos los niños tuvieran sus proyectos listos para el jueves.

Había mucho que hacer, aunque los preparativos venían de unas semanas atrás con las otras maestras en el caso de los más chicos, organizarlos para preparar sus exposiciones de las distintas materias era un reto.

Algunos usarían vestuarios representando sus personajes favoritos de los cuentos e historias que habían seleccionando de la clase de literatura. Aunque para ello los padres de familia ayudaron a confeccionar sus atuendos.

Recortando, pegando y decorando, ella debía avanzar en casa para solo llegar a colocar todo un día antes pues se mantenía ocupada dando las clases.

Había que agregar a ello que Alice vendría para ver "la exposición de su sobrina". Pero sabía que era la excusa perfecta para conocerla. Teniendo al final de la semana los nervios de punta.

Richard había hecho su parte, siempre hablando bien de Felicia a su hermana y de lo bien que se llevaba Jenny con ella. Pero como toda mujer, quería asegurarse con sus propios ojos de, sí aquella maravillosa mujer que describía su hermano, era real y no una ilusión causada por un flechazo esporádico que se desvanecería al poco tiempo, incluso mucho antes del famoso " si quiero" que al parecer éstos tenían planeado.

Lo único que les dejaría un poco libres después de la tensión, sería el fin de semana que tendrían para ellos dos. Aunque éste era un secreto que Richard guardaba.

Alice había trazado un plan para ayudar a su hermano. Se llevaría a Jenny a su casa después de la exposición para que ellos salieran a cenar el sábado por la noche y quién sabe que más pasaría el domingo.

Llegó el sábado y Felicia junto a al resto de sus compañeras, se presentaron muy temprano para tener todo listo. Un par de horas después empezaron a llegar los padres y sus hijos que muy orgullosos explicaban en sus palabras como habían realizado sus tareas y un poco sobre el tema. Se habían esforzado muchísimo.

Todos los que entraban salían encantados con las creaciones de aquellos pequeños y las fotografías no faltaron.

Felicia tomo muchas para luego ponerlas en el salón. Muchos de los padres de familia se acercaban a ella para consultar por el desempeño de sus hijos y felicitarle por la exposición mientras ella les ofrecía una bebida o un aperitivo agradeciéndoles por el apoyo que habian dado a sus hijos. Pues las elaboradas maquetas y los proyectos de ciencias eran impresionantes.

Concentrada en una plática con un par de madres, Felicia logró ver a Richard entrar por la puerta acompañado por una mujer que algunos dirían que posee una belleza clásica.

Tenía ojos grandes y color claro como los de su hermano, pómulos marcados, labios llenos y tez clara con un cabello suelto debajo de sus hombros con una base oscura y mechas rubias. Parecía más joven de lo que debería ser, pero en sus ojos podía verse la madurez.

Lo que menos deseaba Felicia era tener una cuñada tan guapa cómo lo era Alicia pues solo le recordaba lo sencilla que se veía ella a su lado.

Alicia se acercó con un pequeño en brazos igual de hermoso que el otro chiquillo que andaba de la mano con Jenny.

El efusivo abrazo de su parte sorprendió a los otros dos.

—Felicia. Es un placer conocerte al fin — dijo besando su mejia y deshaciendo el abrazo —.  Me han hablado tanto de ti. Estoy tan contenta con ésto.

El entusiasmo fue contagioso.

—También es un gusto conocerte Alicia. Es un placer que hayas venido.

—Gracias. Sabes, Richard necesita una mujer. Una verdadera mujer — decía ignorando la expresión de alarma de su hermano—. Y sé que tu eres esa mujer. — Le susurró al oído.

La conversación continúo con un tono ameno y familiar que permitió que estuvieran cómodos, a pesar del revelador y sincero primer encuentro.

Alicia y su hermano siguieron viendo las exposiciones. Cerca de las once una parte se había retirado ya con sus respectivos proyectos pues estaban programados hasta esa hora.

Richard se ofreció a ayudar a Felicia quien insistió en que llevara a casa a su hermana y los niños a almorzar.

—Phil vendrá por Alice y los niños. Se llevarán a Jenny el fin de semana.

—¿En serio?

—Alice cree que necesitamos unas vacaciones de padres — dijo con una risa repentinamente nervioso. Ella también sonrió.

—No es justo. Ya la extraño sabiendo que no la veré el resto de la tarde y mañana.

—Sabía que dirías eso. Y por ello te propongo algo. — Mientras ponía los adornos de papel en una caja.

—¿Que cosa?

—Te invito a cenar.

—Las cenas en mi casa no cuentan como citas Richard — dijo en tono divertido. A lo cual él sonrió.

—No en serio... Quiero llevarte a cenar... A ... Otro lugar que no sean nuestros apartamentos. ¿Que dices?

Ella lo pensó un momento aunque ya tenía la respuesta quizo hacerlo esperar por un par de minutos hasta que suspiró cansada.




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