Posibilidades.

Nota del autor.

Gracias. Gracias. Gracias querido lector por leer esta historia.

No te imaginas (o quizás sí), la emoción de saber que alguien la ha leído. Esta novela es especial. Ya verás porqué. 

 

Esta nota está dedicada a las Curiosidades curiosas sobre “Posibilidades”. Espero la disfrutes. 

 

¿Cómo surgió?

 

Una tarde de 1852… No. Es broma. Surgió un Octubre del año pasado (2017).

Estaba en casa por una recuperación tras una operación. Con tanto tiempo libre la idea apareció en mi mente.  

Creo, no estoy segura, pero creo que mi cerebro tomó como referencia la película “Encantada” de Disney. ¿La has visto? 

En ella hay un abogado, padre soltero con una hija de unos ocho o nueve años. Me gustó la idea. Un padre y no un soltero guapo sin más responsables y ambiciones que él mismo.

Así que podemos decir está inspirada en esa película.

 

¿Cómo se hizo? Y transformaciones. 

 

“Posibilidades” fue mi primer novela. 

Tardé menos de dos meses en hacerla. Ya que era mi primer historia de tal magnitud no tenía una trama definida, ni propósito en los personajes o conflicto definido. La verdad no sabía cómo hacer una novela. Solo escribí. 

Originalmente tenía 46 capítulos. Pero eran muy cortos así que para esta edición que has leído uní dos o más capítulos. 

Durante su creación intenté cambiar el nombre a uno más atractivo, más pegajoso pero, no encontré nada que definiera la historia en otra palabra que no fuera: Posibilidad. 

¿Porqué?

Bueno, refleja la manera de pensar de Felicia, quien no se limita a un sí o un no. A blanco y negro. Ella ve el antes y el después de todo y todos. 

Esta es como la cuarta o quinta edición. En cada revisión veía la necesidad de un cambio, una mejora. Pero la edición más exhaustiva fue esta. Mucho que corregir, eliminar y añadir. 

Dentro de poco le daré otra pasadita con la lupa. Aun tiene detalles que afinar. Diálogos extras y escenas innecesarias. 

 

Propósitos. 

 

Cuando la vela, candela o candil se prendió dentro de mi cabeza y surgió por primera vez la idea de escribir, justo terminaba de leer un libro. No recuerdo cuál, pero meditando en la historia, en un libro nuevo y en la similitud que hay entre las historias de romance surgieron unas preguntas (tomando en cuenta que era solo lectora y no conocía todas las maneras que existen de escribir una historia):

¿Por qué siempre las historias de romance deben tener un final feliz?

¿Por qué los personajes deben atraerse por pura atracción física? 

¿Por qué surge todo del amor a primera vista?

¿Por qué siempre son solteros que, o buscan amor o el amor les cae encima? (Pues hasta en ese momento solo historias con ese patrón había leído). 

¿Por qué él, el protagonista, debe ser el guapo con el que la chica cae solo con mirarlo?

Y cuestiones parecidas. De manera que me propuse escribir una historia, según mi criterio, que saliera de esos patrones. 

 

• Una donde los personajes se enamoraran por su personalidad no por el físico. 

Es cierto que a todos puede atraernos una persona por su físico pero eso no la hace una buena persona con modales. 

 

• Sin final feliz. 

Ya mencionaré más adelante por qué no ocurrió. 

 

• Sin sexo. 

Está en definitiva fue uno de los primeros propósitos. Pensaba y pienso aún que una buena historia no necesita tener escenas de sexo.  

Y con estas ideas las letras avanzaron en el papel. 

 

Personajes.

 

• Felicia. 

Ese nombre es de mis favoritos. Si un día llego a tener una hija le llamaré así. 

La personalidad de Felicia tiene un gran trozo de mí. Me encantan los niños, enseñar, las manualidades, la coca cola y las películas. 

Incluso muchas de sus “Curiosidades” las basé en las mías. Sí, a mie dan ataques de ansiedad que se calman con Coca cola y música (por eso no puedo vivir sin música), a mí me pasa eso de clavarme como decimos aquí, en las películas. Y yo soy la del famoso: “No hay nada que perdonar”. 

 

• Richard. 

Ese nombre me gusta. Me encanta. Es de mis favoritos. Sí, también lo usaré para un futuro hijo. 

Richard, como leíste al principio, se basó en ese personaje de película. Abogado y para ser más irónico, abogado de divorcios. 

Le añadí el ser padre soltero por qué eso le daría un propósito, una meta. Y por que honestamente admiro a los padres solteros y a los que aunque vivan o no con sus hijos, se preocupan por ellos y los cuidan. 

Con Richard opté por darle una personalidad más cálida en lugar de presentar al frío y calculador protagonista sexi. Él tiene su mente en su trabajo y su hija. Eso lo hace cariñoso, caballeroso. Su lado paternal y de papá primerizo contribuye a ello. 




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