Aiden.
Sábado por la noche y no tengo nada que hacer, el calor del verano comienza a golpea fuerte, ya en dos días regresamos a clases.
Un mensaje llega a mi celular
—"Fiesta esta noche en la casa del lago" —es un mensaje de mi hermana Oriana, ella se fue con unas amigas a una casa en el lago hace unos días luego de que mis padres regresarán, claramente no les conté nada sobre su escapada a la fiesta de Alec porque yo también debería de dar explicaciones y no es algo que quiera hacer.
Ella fue al lago para "tomar un respiro de la ciudad".
Al leer ese mensaje me levanto de mi cama, son las seis de la tarde pero voy a ir a ayudar a mi hermana menor porque ella tiene una tendencia a frustrarse rápidamente por cosas así.
Tomo mi celular y llamó a Alec.
—Alec necesito que vengas a mi casa, estoy sin mi auto. —es lo único que alcanzo a decir antes de que lo escuche reír para luego responder.
—Ahora voy.
A los 15 minutos yo ya me encontraba vestido para la fiesta esperando a Alec.
—Aiden ¿A dónde vas? —pregunta mi madre desviando la vista de su libro. —estás muy guapo. —dice para comenzar a reír.
—Mi hermana tendrá una fiesta en la casa donde está ahora y obviamente yo iré.
—Esta bien, solo dale un poco de libertad no estés controlandola todo el tiempo.
Bufó.
—Solo veré que no se meta en problemas.
—aseguró.
«Y que ningún imbécil se meta con mi hermana».
Alec entra a mi casa ganándose la atención de mi madre
—Ya te estabas tardando Alec. —dice mi madre para volver a centrarse en su libro.
—Isa ¿como estas?
—Es mi madre respeta. —digo golpeando su hombro con mi mano.
Ambos ríen.
—Solo bromeaba.
Tome mis llaves y lo guíe hasta la salida.
—Avísame cuando lleguen y vengan de regreso. —grita mi madre antes de terminar de cerrar la puerta.
Al salir Alec comenzó a conducir a las afueras de la ciudad, pero de repente se fijó en mí
—¿A dónde vamos? —pregunto.
—Mi hermana está en una casa en el lago.
—Ah sí al sur .
Asiento hasta que me doy cuenta que yo no se lo había dicho
—¿Cómo sabes que es al sur?—le pregunto.
—El lago está hacia el sur.
«Que idiota es verdad».
Luego de media hora llegamos al lago, mi hermana se encuentra sentada en el pasto con su celular de espalda a nosotros.
Alec corre sin hacer ningún ruido hacia ella y la asusta.
—Idiota. —le grita para luego abrazarlo.
Observó la escena mientras camino hasta ellos, ellos dos son la definición de bipolaridad algunos días se quieren, otros se son totalmente indiferentes y en otros hasta tienen ciertas miradas que solo ellos dos entienden.
—¡¡HERMANOO!! —grita ella para correr hacia mi.
—¿Cómo te llevan los mosquitos?— preguntó al ver las pequeñas picaduras en sus brazos.
—No te burles de mí, olvide mi repelente en casa.
—Menos mal yo soy más precavido que tú y me he traído el mío. —rió ante sus gestos de disgusto.
—Las chicas están durmiendo porque quieren estar descansadas para la fiesta así que me tendrán que ayudar a guardas bajo llave las cosas que los adolescentes alborotadores llenos de hormonas puedan romper.
Nos tomó alrededor de una alistar todo, Alec se econtrantraba con mi hermana escondiendo los vasos de vidrio cuando veo llegar los primeros autos, es una fiesta de verano con temática de playa así que no es como que sea muy elaborada, es música en la playa con una gran fogata pero por precaución guardamos todo lo de vidrio y las pocas cosas que habían de valor.
¡¡Fiesta!! una palabra que moviliza a muchas personas.
Por más que ya éramos cerca de cincuenta personas yo siempre me mantenía cerca de mi hermano controlando todo, quienes se le acercaba, quienes hablaban con ella, que tomaba, que nadie le eche nada a su bebida, que no tome demás, igual todos saben que yo hago eso con mi hermana así que no creo que se quieran arriesgar pero mi instinto protector me hace controlar hasta la brisa más ligera que pasa junto a ella.
Unas horas más tarde.
—Alec quedate mirando un segundo a mi hermana yo ya regreso. —digo al fijar mi vista en una chica que no veo que se encuentre muy bien que digamos.
—Si hermano. —dice para acercarse a mi hermana y pasar su brazo sobre su hombro.
La chica camina con rumbo hacia la playa, yo estoy a unos cinco metros de ella y veo que dos chicos la sujetan por los brazos pero la adentran aún más así que me apresuro, algo no me dio buena espina.
Corro detrás de ella
—Oigan ¿A dónde la llevan? —los dos chicos y la chica se voltean a verme.
—Amm necesita aire estábamos llevándola más contra la orilla para que tome aire fresco.
—¿Los conoces? —le pregunto a la chica la cual comienza a reír como loca.
—Nop —dice para sentarse en la arena.
—Amigo nosotros la vimos primero, en la fiesta tienes más chicas ebrias déjanos está.
En ese preciso momento es cuando comprendo todo, ellos querían aprovecharse de ella.
—Ella viene conmigo. —aseguró caminando hasta ella y ayudándola a levantarse, veo que tiene una cortada en su pie .
—Oye no buscate la tuya —dice uno de los chicos tomando mi brazo, me suelto y lo golpeó, subiéndome sobre él una vez que cae al piso.
—¿¡ES QUE ACASO SU MADRE O SU PADRE NOS LES ENSEÑO A NO APROVECHARSE DE LAS MUJERES!? —le grito mientras impacto una y otra vez mi puño contra su estúpido rostro.
Terminó por dejarlo cuando me canso, su amigo levanta las manos en señal de inocencia y prefiero ir hasta la chica antes que seguir peleando con idiotas.
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Editado: 30.11.2022