Possesive Love

Capítulo 3.

"Love".
 


Aiden.

La noche continuó tranquila, personas por doquier bebiendo, bailando y otros sentados juntos a la fogata.

Mi hermana hablaba muy entretenida con la chica de la playa, tomaban sin cesar, lo cual comenzo a preocuparme.

—Ya deberían dejar de beber ¿No creen? —les pregunto al ver que se sirven un vaso de whisky. 

—Aiden no empieces yo solo.—mi hermana comienza a hablar pero el hipo la detiene. —Ya regreso. — se une a sus amigas que caminaban hacia nosotros. 

—¿Por qué no tomas algo? —me pregunta la chica ofreciéndome el vaso que se sirvió anteriormente.

—Porque debo de cuidar de mi hermana y de paso de tí también Love.

Ella me sonríe. 

—¿Por qué me llamas así?

—Si no te habías dado cuenta, tu nombre leído al revés es Amor y pues me gusta más como suena en inglés.

—Me gusta. —admite. — más porque hace tiempo nadie me llamaba Amor, la única persona que lo hacía era mi madre. —cambió totalmente su tono de voz, ahora se escucha como con más nostalgia, más apagada.

—Bien, beberé una cerveza contigo pero será la primera y la última.

—Me agrada escuchar eso. —sonríe camina hasta una de las mesas donde había algunas botellas y me trae una cerveza.

Dos horas casi tres horas después me encuentro en una situación que no tengo muy claro cómo sucedió.

—Love baja la velocidad. —rió mientras la veía acelerar una vez más.

Hicimos una apuesta sobre quién podía tomar más y decidí perder porque ella ya venía tomada desde antes, aunque no me encuentre precisamente en mis cinco sentidos hay cosas que no pierdo de vista, y como ella ganó Love conduciría el auto de regreso a la ciudad, Alec va en la parte de atrás mirando por la ventana con mi hermana durmiendo en su hombro.

—Soy una conductora de fórmula 1.—vuelve a reír.

Llegamos a una curva y bajo un poco la velocidad, pero al terminar la curva vemos un móvil policial 

—Mierda. —digo al ver que nos hacen señas para que nos detengamos.

—No me atraparán yo soy velocista. — ella acelera.

—Oye detente. —uno de los policías se sube a su moto y comienza a perseguirnos.

«Esto se pondrá feo».

Paso mi pie para el lado del conductor y antes de presionar el freno paso mi brazo por el frente de Roma así evitar que impacte con el golpe y frenó abruptamente el auto.

—Jóvenes ¿muy apurados? —pregunta el oficial junto a nosotros. 

—Estábamos jugando carteritas. —responde Roma muy ebria.

—Vamos de regreso a casa. —se apresura a responder Alec que se encuentra en la parte trasera. —Yo soy el conductor designado pero tuve un golpe en mi pie por lo que no puedo conducir. —miente descaradamente.

—Bajense los cuatro por favor del auto que le haré un control de alcoholemia aún sabiendo que el resultado será positivo.

Miró a mi amigo y éste quedó igual de shockeado que yo porque sabemos que estamos en problemas y grandes.

Bajamos del auto.

—¿Tienen los papeles del auto? —pregunta el policía.

Alec asiente y regresa hasta el auto para sacarlos de la gaveta para luego entregarlos.

—¿Hace falta que haga el control de la alcoholemia? —vuelve a preguntar.

—Yo no tomé nada. —habla Roma.

—Love has silencio por favor. —le pido —¿Debemos llamar a nuestros padres no es así? —preguntó aún sabiendo la respuesta.

—Deduzco que no es su primera vez jóven. 

—Tercera. —responde Aiden ganándose una mirada por mi parte.

«Será bocón».

Tomó mi celular y le marcó a mi madre porque ella es la única que me puede ayudar a que mi padre no nos castigue a mi y a mi hermana por esto y yo mañana tengo carrera no puedo ser castigado.

—¿Aiden? ¿Sucedió algo?—preguntó mi madre una vez que toma la llamada.

—Mamá nos van a llevar a una comisaría a mi hermana, a Alec, otra chica que se llama Roma y a mí, le puedes avisar a los padres de Aiden.

—¿¡Pero están bien!? — escucho ruido a llave —¡¡ETHAN DEBEMOS IR POR LOS NIÑOS!! —grita mi madre.

—Estamos bien, te paso con el polícia así sabes donde ir a buscarnos. 

Le paso mi teléfono y voy hasta mi hermana. 

—Aiden mi madre le avisará a la tuya.

—¿Papá se ha enterado? —pregunta mi hermana  ella es simplemente su consentida mi padre es capaz de cualquier cosa con tal que ella esté bien.

—Mamá se lo acaba de decir.

Miro hacia Roma la cual se encuentra abrazándose a sí misma. 

—Dale tu campera. — me sugiere Oriana.

Me acerco hacia ella.

—Ten. — la cubro con mi campera.

—Gracias oye ¿cómo te llamabas? 

—Aiden. —es en ese momento que recuerdo que no se como localizar a sus padres. — debes avisarle a tus padres sobre la detención.

—¡¡No!! ellos no deben enterarse. —sentencia.

El policía regresa hacia nosotros.

—Tienen suerte y arregle con tú padre que él vendrá a buscarlos a los cuatro porque son menores de edad y no hay casi espacio para borrachos en las celdas.

—Quédese tranquilo que ya hasta el efecto del alcohol se nos ha ido con el susto. —aseguro.

Todos asienten.

—Siento lo del auto. —habla Roma con Alec.

—No te preocupes ya me las arreglaré yo con Aiden. 

A los veinte minutos mi padre y mi madre se encontraban hablando con la policía mientras nosotros terminábamos de perder cualquier efecto del alcohol.




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