Post Mortem

Capítulo 7. Tenemos que regresar

Ethan. 

Miro a Kate inconsciente en la cama, sostengo su mano en la mía acariciándola, dandole ese calor que necesita, alguien abre la puerta entrando a la habitación, me enderezo en mi asiento acomodándome un poco.

—¿Cómo sigue? —Jackson pregunta viendola en la cama, Molly camina a su lado para entregarme un vaso lleno de café.

—Sara vino a revisarla esta mañana, está bien físicamente...

—¿Pero? —Molly enarca una ceja. 

—Siguen sin entender que hay de malo en ella.

Miro al amor de mi vida recostada en la cama, conectada a un aparato que marca los latidos de su corazón. Esta incertidumbre me esta matando, quiero que despierte, me mire, me diga que todo va a estar bien, necesito de su fe y esperanza, porque yo empiezo a perder la mía con el paso de las horas. Alguien golpea a la puerta sorprendiéndonos a todos.

—Pase —Molly invita a pasar a la persona afuera del cuarto.

El oficial Montero entra cerrando la puerta detrás de él. ¿Cómo me encontró? Repaso todo lo que hice esa noche, no hay manera que sepa que fui yo quien tomó la flecha. No me muevo de mi lugar esperando que explique lo que está haciendo aquí, aunque temo ya saberlo. Sus ojos se desvían a Kate en la cama, luego a Molly a un lado de Jackson.

—¿Qué fue lo que pasó?—trata de mostrarse serio, aunque veo lo afectado que esta por todo esto. 

—Todo estaba bien hasta que alguien apareció en la fiesta con un arma, luego le disparo a Kate —Molly le explica lo más calmada posible. 

—¿La flecha ?—estrecha los ojos analizándola. 

—Si.

El policia suspira cerrando la libreta en donde anota lo que Molly le dice. 

—Debieron esperar a que llegaran las autoridades.

—No había tiempo, teníamos que ayudarla, era cuestión de minutos para…—se le quiebra la voz sin poder continuar. 

—Fue mi culpa—Jackson interviene sosteniendo a su novia por los hombros, —Pensé que era lo mejor.

—Comprendo hijo, pero pudieron lastimarla a la hora de moverla, aún no se sabe que la tiene en estas circunstacias, y entiendo no presenta ningun daño que compruebe que ella fue la herida en el atentado, y menos ahora que...—se detiene temiendo hablar de más. —Lo importante en este momento es que me den una descripción detallada del sospechoso. ¿Saben quién fue? ¿Cómo se veía? ¿Lo han visto antes?

—No—miente Jackson. —Pero si logre verlo antes de que desapareciera, puedo describirlo.

—Te voy a pedir que pases a la estación para tomar tu declaración, tu también hija.

—Si, papá—el padre de Molly se gira hacia mí esprando una respuesta. —Dudo que él pueda hablar en estos momentos, sigue en estado de shock.

—Le pido que también vaya a la estación lo antes posible—ordena sin apartar la vista de mí, asiento con la cabeza. —Me voy entonces, cualquier cosa me marcas.

—Si, no te preocupes—su hija lo tranquiliza. Montero se despide de ella con un apretón en el hombro y un beso en la mejilla.

Montero abre la puerta dejando que Sebastian entre al cuarto, ignoro su presencia regresando la mirada a mi novia, hay algo en él que no me desde la primera vez que lo vi, y creo que el sentimiento es mutuo.

—¿Cómo está? —pregunta sin apartar la vista de ella, como si en verdad le preocupara su salud.

—Aún sigue luchando por mantenerse con vida —Jackson es el que le contesta.

—¿Puedo tener un minuto a solas con ella?

Está loco si cree que voy a abandonar este cuarto, no pienso dejarla sola para que venga él y le robe otro beso sin su permiso.

—No creo que esa sea una buena idea—Molly dice para mi alivio. —No sabemos en qué momento puede despertar, me gustaría estar aquí cuando eso suceda—Sebastián asiente inconforme, de reojo miro a Molly agradecido, ella me dedica una mirada complice que lo dice todo. 

—Ethan, puedo hablar contigo un momento—veo al soldado aun lado de la puerta, invitándome a salir. Tenemos una conversación pendiente, ayer llegue al hospital diciéndole que tengo la flecha en mi poder, tarde más de una hora explicandole el porque la robé, tuve que callar para que la reina no oyera nuestra discusión o probablemente hubiera creído que fui yo mismo quien hirió a su hija.

Toma todo de mi levantarme de la silla y salir del cuarto, Jackson le dedica una mirada a Molly antes de salir, nos movemos por el pasillo donde sabemos que nadie puede oírnos.

—No tardaran en notar que la flecha desapareció —no se contiene en hablar, concuerdo con él, pero dudó que sepan que fui yo quien la robó. —¿Dónde la escondite? 

—Cerca de un parque, detrás de unos arbustos. No te preocupes, nadie la va a encontrar.

—Recuérdame porque la robaste.

—La tome prestada—lo corrijo.—Tiene un líquido a parte de la sangre de Kate, estoy casi seguro que su intención no fue matarla sino inyectarle algo.

—Vaya manera de hacerlo. ¿Por qué hacernos creer que estaba muerta?




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