Acto I — Ciudad Férrea
Año 170 D.E.
Ciudad Férrea es una de las principales urbes subterráneas aún activas.
Está ubicada en lo que fue una antigua terminal de trenes de carga, abandonada siglos atrás y reutilizada por los primeros colonos para levantar los cimientos de la nueva civilización.
Cada muro, pilar y viga fue reforzado con los restos metálicos de vagones, raíles y locomotoras oxidadas.
Hoy, Ciudad Férrea es un enclave autosustentable, aunque depende del suministro de biomasa proveniente de la superficie para mantener encendidos sus generadores térmicos.
Su economía gira en torno a la producción de hongos comestibles, carne de insecto procesada y materiales reciclados, comerciando con otras comunas por agua purificada y medicinas.
Cuenta con una población aproximada de 600 habitantes, distribuidos entre los distintos distritos:
Novak (residencial), Delta (industrial) y Sovren (militar y administrativo).
Desde sus túneles se conectan rutas hacia Vía 17, Prolongado de Ernesto y el corredor secundario que lleva a Viejo Refugio, zonas aliadas que dependen de Férrea para el intercambio de energía y recursos.
Su fuerza militar activa es de alrededor de 100 efectivos,
divididos en ramas específicas:
Protección interna y Guardia Civil: 60 efectivos.
Exploración y Explotación: 15 efectivos.
Fuerza de choque y artillería ligera: 25 efectivos.
La jerarquía militar está encabezada por el Comando Férreo, formado por antiguos instructores y veteranos de superficie, bajo la supervisión de los Almirantes Dreth y Vallen, ambos descendientes de los primeros fundadores.
Aunque su estructura es sólida, la ciudad enfrenta tensiones internas: las ramas civiles piden mayor libertad de comercio, mientras los altos mandos priorizan la seguridad ante el creciente rumor de que las plantas se están acercando nuevamente a los túneles profundos