El humo se dispersó, y dejaba ver a la mujer misteriosa. Su nombre era Kati.
Miro sus manos con incredulidad, después hacia el suelo y poco a poco su memoria se aclara, descubriendo la razón por la cual está ahí.
Al instante, gira su cabeza hacia atrás de ella para ver a otras cinco chicas en el suelo.
—Chicas, ¿están bien? —pregunta en voz alta.
—E—Eso creo —comento una niña notoriamente menor a ella, quien apenas estaba levantándose del suelo. Su nombre es Fivi.
Fivi al estar de pie, pierde el equilibrio al instante, pero su compañera de enseguida la toma de la cintura y de su brazo para evitar que se caiga.
—Cuidado, no te precipites —dijo con preocupación. Ella es Jil.
Ambas se miran comprensivas por un momento y Fivi se incorpora sola poco a poco con la ayuda de Jil.
Mientras tanto, una chica detrás de ellas se estaba levantando y manteniendo su propio equilibrio por sí misma.
—Estoy bien, creo —dijo dudosa mientras se acomodaba el cabello y la ropa. Su nombre es Lesly.
Ella poseía una característica singular, y es que unas destacables alas negras la acompañaban en su espalda.
Por otra parte, una chica a lado de Lesly se levanta con rapidez.
—¡Estoy bien! ¡No se preocupen por mí! —anunciaba la mujer alzando su voz con entusiasmo. Su nombre es Mayra.
—No creo que la integridad física sea tan importante en esta situación —comento una chica con total frialdad. Lisa, ese era su nombre.
—Bien, me alegra saber que ninguna de ustedes está herida —dijo Kati con alivio.
—¿Por qué? —preguntó Lesly desconcertada—. ¿Por qué estamos aquí?
Kati estaba igual de confundida que su compañera, todas tenían esa duda en su cabeza. Sin embargo, el aire de tensión fue interrumpido por el sonido de un par de voces acercándose a ellas. Sin pensarlo mucho, todas se pusieron a la defensiva.
—Te estoy diciendo que nos perdimos —podía oírse la voz de una niña.
Esta era una niña de las mismas características que Fivi, ya que eran pequeñas y menores a comparación del resto.
—No, no nos perdimos —aseguro la chica que la acompañaba.
Contesto una chica obviamente mayor que la niña. Tuvieron una pequeña discusión sobre quien tenía la razón y las chicas al percatarse de que no eran una amenaza se tranquilizaron.
No tardo mucho para que la pequeña pelea terminara.
—¡Bueno ya! —grito la chica pelinegro—. Tú ganas, nos perdimos.
—¡Sí! —Festejó la pequeña—. ¡Nos perdimos! —celebró con ánimo hasta percatarse de que no era algo bueno—. Oh… nos perdimos —suspira.
La niña alza la mirada y se percata de la presencia de las seis chicas.
—¿Qui—Quienes son ustedes? —dijo con temor.
—Eso es lo que nosotras quisiéramos saber —Kati le regreso la pregunta.
—Primero ustedes —exigió la pelinegra.
Kati suspira irritada.
—No tengo tiempo para esto —sujeta el puente de su nariz entre sus dedos.
Fivi le sujeta el brazo y sonríe gentilmente mientras avanza unos pasos al frente.
—Yo… —duda un poco y alza la mirada decidida—. Soy… Fivi, Fivi Shy.
Jil se acerca con gentileza al lado de Fivi para apoyarla.
—Yo soy Jil, Jil Shokusei.
—Soy Lesly Insecure —dijo la pelirroja con cierta duda.
—Mayra Discard, un gusto —hizo una reverencia.
—Soy Lisa Gokai —se cruza de brazos.
Kati sonríe orgullosa y camina entre las chicas para coloca frente a todas.
—Yo soy Kati —sonríe—. Ahora, es su turno.
La niña, quien había dejado de sentir temor a las chicas, se acerca alegremente a ellas.
—Mucho gusto, me llamo Cinthia Orenji —su felicidad era contagiosa.
—Y yo soy Abi, Abi…
De repente la tierra comenzó a moverse, impidiendo que Abi pudiera continuar hablando. El movimiento de la superficie era tal, que muchas de las chicas comenzaban a perder el equilibrio.
—¿Q—Qué es eso? —Mayra se encontraba confundida.
El suelo comenzó a hacer grietas, provocando que algunos pedazos del mismo se cayeran o se separaran entre sí. Las chicas terminaron cayendo entre tanta sacudida en varias de las grietas ya formadas quedando inconscientes en distintos lugares.