Prai-Isu: El inicio de la Guerra

Capítulo 12

Cerca de ahí se encontraba Clelia acompañada de Cinthia, la cual era sostenida de la mano por la peliazul.

—¿Qué estamos buscando? —pregunto Cinthia.

—Pues… En este momento… Lo que sea —dijo con desánimo, pues a ella casi no le tocan las cosas interesantes.

Al mirar a sus alrededores, se encontró a Agur y a Jil, frente a frente.

—Ya te lo dije —vuelve a apuntarle con la pistola—. Estoy muy interesando en ti —sonríe, era la primera vez que Jil lo veía sonreír.

Al oír esas palabras, Clelia soltó a Cinthia y se tapó la boca con ambas manos. Ella había malinterpretado la escena, y por ende, se imaginó cosas que no eran. Pero en vez de desconcertarse, le afecto más de una forma sentimental.

Ella se alejó un poco del lugar, mientras recordaba incrédula aquellas palabras dichas por su compañero, se negaba una y otra vez. Estuvo así hasta que el sonido de una pelea frente a ella la despertó de su trance.

Busco a Cinthia por todo el lugar, pero era inútil, ella ya se había ido hace tiempo.

Lo que Clelia había escuchado no era una batalla entre Jil y Agur, sino ellos luchando contra un grupo de Hostil—us que aparecieron de la nada.

—Creo que nuestra conversación deberá volver a suspenderse —bromeo Agur.

Jil solo lo ignoro y prosiguió a luchar contra el enemigo, Agur le acompaño con su acto.

Clelia, se dedicó a buscar a Cinthia, estaba asustada, ya que era una niña sola en una situación muy crítica.

Por su parte, Elvira ya se encontraba peleando con unos cuantos Hostil—us. A diferencia de la vez anterior, ahora si estaba armada adecuadamente. Además de recibir la ayuda de su nueva amistad, Abi.

—Vamos, ¿es todo lo que tienen? —bromeo Elvira mientras jugaba con una hacha de un metro de alto.

—Hacemos un gran equipo ¿No crees? —Comento Abi de espaldas a Elvira.

—Por supuesto, estás conmigo por algo —alardeo.

Abi se rio por su comentario y continuo con ese dúo.

Al poco tiempo todos sus enemigos alrededor fueron derrotados. Chocaron sus palmas en señal de victoria, pero el sonido de los arbustos y de pasos acelerados acercándose las hizo alarmarse de nuevo.

Afortunadamente, se trataba de la hermana de Elvira, Clelia, quien seguía buscando con desespero a la pequeña Cinthia.

—Rayos, Clelia. Casi me matas del susto —exagero Elvira. Clelia solo respiraba agitadamente.

—¿Qué pasa? —pregunto Abi intrigada.

—Lo… Lo siento —dijo pausadamente.

—¿De qué hablas?

No tardo mucho para que Abi se diera cuenta de lo que estaba hablando, para confirmar su teoría, examino alrededor de Clelia.

—¿Dónde está mi hermana? —su mirada reflejaba odio puro. La peliazul no respondió.

Con rapidez y adrenalina, Abi se intentó acercar a Clelia para dañarla físicamente, pero fue detenida por Elvira.

—Calma, cálmate —decía mientras la sujetaba con fuerza de la cintura.

—¡Suéltame! ¡Suéltame! —Forcejeaba con dureza, pero poco a poco, su resistencia fue decayendo—. Es muy fácil decirlo —su voz comenzó a quebrarse—. Les confié a mi hermana pequeña, y ahora no sé dónde está —las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

Elvira al ver la pasividad de su compañera, la suelta lentamente hasta que Abi, tan triste y preocupada por su hermana, cae de rodillas al suelo y solloza sin control. Clelia, avergonzada, se agachó lo suficiente para quedar a su altura.

—Sé lo que se siente… No saber nada de tu ser querido, pensar lo peor y caer en la impotencia. Lo he vivido en carne propia —mira a su hermana mayor y de nuevo dirige su mirada hacia Abi—. Pero… prometí cuidar de Cinthia, y es lo que voy a hacer —Abi levanta la mirada y Clelia apoya su mano en el hombro de ella— Vamos a buscarla —le sonríe amablemente.

Abi no lo soporta y vuelve a llorar, pero ahora de agradecimiento. A las chicas les causo gracia y ternura, provocando una risa inocente entre las hermanas. Pero el grito de una niña las saco de ese momento de tranquilidad.

—Esa debe ser Cinthia —especulo Abi.

—Puede ser —apoyo Elvira.

—Vamos —Clelia le extendió la mano y se dirigieron al origen de ese pedido de auxilio.

Cuando Clelia había soltado a Cinthia, ella no le tomo mucha importancia y decidió alejarse un poco para ver si encontraba algo y así ayudar a su compañera. Pero no se dio cuenta de que se había perdido, intento volver, aunque era inútil.

—¿Hola? —pronuncio con temor, no veía más que árboles a su alrededor, es entonces que el sonido de un aparato volador llama su atención.

Ese sonido era nada más que una nave creada por los Hostil—us. A diferencia de los robots, esta debe ser piloteada por uno de ellos, con características en específico.

—Vaya, vaya, ¿qué fue lo que me trajo el destino? —dijo el piloto al ver a Cinthia. Curiosamente, era el mismo que las había atormentado el día anterior.



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En el texto hay: magia, fantasia épica, drama accion

Editado: 06.10.2021

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