Prai-Isu: El inicio de la Guerra

Capítulo 15

Tras unas cuantas horas, la chica despertó. Tardo un poco en acostumbrarse a la luz que se encontraba en la habitación, seguía siendo de día, aunque el sol ya se estaba ocultando. De repente, una voz femenina la hizo dirigir su mirada hacia su izquierda.

—¿Estás bien? —pregunto Clelia al lado de ella.

—Clelia… —reconoció la chica. Ella intentó levantarse, pero un dolor en su espalda se lo impidió.

—No te levantes, tus heridas no han sanado todavía —aclaro Clelia.

—D—Duele… —se quejó.

—Tranquila, ya pasará —le sonrió amable, logrando calmar a su compañera.

Ambas estaban en una habitación de la casa, un cuarto de huéspedes al parecer.

De repente, Agur entro por la puerta, acompañado de Florián.

—Oh, ya despertaste —dijo Florián con alegría.

—Florián, Agur. Gracias por cuidarme.

—No es nada —dijo Florián—. Toma, te traje algo de comer —le acerco una bandeja con unas galletas de chocolate y jugo de naranja.

—Necesitas azúcar para recobrar fuerzas —explico Clelia.

—Tú también —Agur se acercó a ella con una bandeja con las mismas cosas. Clelia miro confundida a su compañero peli azul.

—Clelia estuvo al tanto de ti, verificando que tus heridas sanaran, que estuvieras cómoda y sobre todo, que despertaras—hablo Agur, logrando que su compañera se ruborizara y avergonzara.

—N—No es para tanto —negaba Clelia con mucha pena.

Tomo una galleta de su bandeja y la comió con rapidez para acto seguido beber todo el jugo de su vaso.

Emma no pudo evitar reír por la escena tan familiar y alegre, pero esa risa fue interrumpida por una tos molesta. Todos la miraron serios tras eso.

—Oye… Emma… Nosotros… Quisiéramos saber qué es lo que recuerdas del acontecimiento —Hablo Florián. Emma bajo la mirada y suspira.

—La verdad… No sé mucho. Los terremotos de ayer me tenían tan angustiada que decidí investigar. Pero nunca pensé que me pasaría algo así —unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

—Tranquila —Clelia sujeto la mano de Emma, para que sintiera su apoyo. Tardo un poco para que ella pudiera calmarse y continuar con su relato.

—¿Qué paso entonces? —pregunto Florián.

—Vi unos cuantos Hostil—us, no tuve complejidad en enfrentarme a ellos, pero… —trago saliva—. Una chica apareció frente a mí. Nunca la olvidaré.

—¿Cómo era ella? —pregunto Agur.

Al describirla, Agur se dio cuenta de que su descripción no encajaba con ninguna de las chicas que ellos conocen, así que se impacientó un poco, ya que están ahora con los ojos vendados.

—Ella me ataco al instante, y cuando no podía moverme, me sujeto del cuello, me ahorcaba cada vez más. Parecía que le gustaba verme sufrir… Sentí que iba a morir… pero llegaron esas otras chicas.

—¿Quiénes? —pregunto Florián.

—N—No lo recuerdo bien, está todo muy borroso —una de sus manos estaba en su cabeza mientras la movía de un lado a otro.

—No te presiones tanto —advierte Clelia.

—Lo que sí… puedo recordar un poco, son… Sus nombres —dice en pausas.

—¿Cuáles eran? —Florián siguió insistiendo—. ¿Fivi? ¿Lesly? ¿Jil? —se acercaba más a Emma, la comenzaba a asustar.

—Florián basta —detuvo Clelia—. Ella está aún muy afectada, dale su espacio —tardo unos segundos para que Florián se alejara de ella.

—Lo siento… Estoy desesperado —se rasca la nuca.

—Florián tiene razón, no sabemos que planean. Kati y sus amigas pueden estarse adelantando —justifico Agur.

—Eso es… —hablo Emma y todos la miran—. Ese nombre… Ellas lo pronunciaban sin parar —recordó vagamente.

—¿Qué decían? —pregunto Agur.

—Parecían estar preocupadas por ella… Decían cosas como: “Espero que esté bien” o “¿Podrá ella sola?”

—¿Sola? —Agur regreso la pregunta.

—Ellas… Peleaban con esa chica que intento matarme… Su nombre… Su nombre era Kira.

—¿Kira? —Clelia repitió el nombre, ya que nunca lo había escuchado. Agur solo analizaba cada cosa que decía Emma.

—Sobre los nombres que dijiste Florián… —lo miro—. Ninguna chica se llamaba como dices, no lo puedo recordar, pero estoy segura de que no eran esos —respondió confiada.

—Ya veo. Disculpa mi rudeza hacia ti —se inclina.

—No te preocupes, no fue nada —pauso su charla—. Sé muy bien que todos ustedes están preocupados por la seguridad de este pueblo, pero estoy segura de que ustedes lo resolverán. Siempre lo hacen —le sonrió con amabilidad.

Todos salieron de la habitación para dejarla comer y descansar, había sido un día largo para ella, pero no era comparado con el de nuestros aventureros, que a pesar de haber oído el testimonio de Emma, seguían sin tener una respuesta concreta.



#18906 en Fantasía
#4055 en Magia

En el texto hay: magia, fantasia épica, drama accion

Editado: 06.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.