XXIII

15/Octubre/22

Que necesario es un diario.

Todo es lo mismo peleas tras peleas siento que nada cambia. Al menos ya no me veo débil, ya no lloro delante de la persona que me grita. Es como si al tener una pelea mi cuerpo encuentre una forma de protegerse y eso sea gritando. El ciclo de lastimarse va disminuyendo tanto en el cuerpo como tal también en la acción de dañarse. Ahora sólo lo hago en la punta de los dedos.

Siempre que peleamos mamá y yo siento ansiedad de dañarme porque toda la pelea gira como cassette en mi cabeza se repite y se vuelve a repetir. Lo peor es que sólo se repiten las partes que ella me dice.

"Cada vez que alguien está molesto dice cosas que no quiere" aunque yo lo veo como que dice cosas que siempre quiso decir, pero estaban guardadas para este momento específico. Siempre al día siguiente tengo que disculparme como si sólo yo hubiera sido la culpable. Al menos con papá al día siguiente era como si nada hubiera pasado y ahí no tenía que hacerlo, por lo tanto, era más fácil.

Lo que más me dolió fue que mamá dijo que me fuera a correr a llorar a mi cuarto como siempre lo hago. Pero es que el problema es que desde hace mucho tiempo ya no sólo es llorar sino también lastimar. Sé muy bien que el problema de dañarme ya es menor a lo que hacía antes, pero no deja de ser un problema. La verdad la experiencia que tuve con la psicóloga no fue muy buena que digamos, me impulso a hacer cosas con las cuáles aún no me sentía preparada.

Necesito lastimarme para sentir que estoy viva, para sentir que algo hice mal, el dolor me hace más fuerte y me ayuda al día siguiente sobrevivir y disculparme.

Respuesta: ahora lo que haré será respirar, llorar ayuda mucho, porque así saco cómo me siento y tranquilizarme, pensar con la mente y no con las manos de necesitar dañar algo.

Escribiré cada que vez que de nuevo pase.