20/Agosto/21
Que necesario es un diario
Estos días me he sumergido en el pasado ese que tanto me ha esperado y de nuevo me ha atrapado en un sueño terminado.
Estas pesadillas han sido vividas y por lo tanto llevan transcurridas en memorias retenidas.
No sé si algún día sane por completo pero de momento hago el intento.
Antes sonreía en las fotos falsamente y ahora con cada día sinceramente reía.
Espero que con el tiempo cada recuerdo se haga polvo y se lo lleve el viento.
Las pesadillas son circunstancias tan ocultas llamadas memorias de batallas por personas.
El miedo de un destino incierto es tan llevadero y pasajero.
Un trauma de la infancia que sacudía a una niña que con su vida la dejó consumida y aturdida cada que corría o se escondía sólo sentía lo mucho que por dentro moría.
Ella misma se lastimaba y con cada marca lloraba porque tanto le recordaba que nunca se amaba y sólo su cuerpo dañaba.
Esta historia casi terminaba y aunque predestinada a sufrir continuaba sólo necesitaba lo que tanto esperaba, una humana soñada y de nuevo sanada.
Dañar y alejar
Llorar y soltar
Odiar y culpar
Mirar y temblar
Espinar y sangrar
Reparar y encajar
Perdonar y olvidar
Soportar y enfrentar.
Escribiré cada vez que de nuevo pase.