15/diciembre/21
Que necesario es un diario.
Carta a mi abuelita que ya murió.
La quiero mucho la vi el 12 de diciembre estaba contenta cuando me vio entrar por la puerta, me despedí viendo que tenía los nudillos hinchados.
Se que quería que le presentara a mi primer novio, pero eso no creo que pase pronto, siempre preguntaba por papá no quería que mamá y yo estuviéramos solas.
Me enseñó que primero debo pensar en mi, en acabar mis estudios, en conseguir trabajo, y ya después vendrá el amor, que hay una persona para todos y que algún día él vendrá a mí.
Si pudiera verla una última vez le diría que se cuide mucho y que no tengan miedo allá arriba, se que dónde quiera que esté ya está descansando ya no está sufriendo, este año paso de todo, pero es muy fuerte usted va a ser nuestro angelito quién va a estar muy orgullosa de nosotros.
Siempre se preocupaba en que ya perdonará a papá, se que no quisiera que este día lloráramos, pero la extrañamos y aunque las cosas pasan por algo nos cuidara desde allá arriba.
Es una guerrera cuando mamá le compraba su menudo se ponía muy contenta, esa sonrisita era hermosa, sabemos que la perrita mona la estaba esperando para irse juntas.
Nunca olvidaré todo lo que vivimos juntas, cada cumpleaños que estuvo conmigo, todo lo que enseñó lo recordaré siempre, y aunque ahora tengo mucho miedo y no sé cómo seguir, siento que mi corazón se debilita más, me dará las fuerzas que necesito para seguir adelante.
Y le mostrare lo que quería que yo cumpliera, estará muy orgullosa de mí no la decepcionaré. La quiero mucho y aunque hoy lloraré mucho será porque sentiré su presencia en misa.
Escribiré cada vez que de nuevo pase.