14/Febrero/22
Que necesario es un diario.
Hoy fui al gym al que vas tan sólo quería darte una sorpresa ya que una salida postergaba, pero con una mirada en esa chava que a tu lado entrenaba me asustaba.
Pensaba que era tu novia, pensaba que era tu amiga, pero no fue eso lo que me dejo perpleja sino que en ningún momento notaste mi presencia.
Era como si no existiera, era como si me mintiera, era como si no cambiara, era como si no me destruyera, era como si no me derritiera.
El espacio es reducido y no sé cómo he entrado a la boca del lobo y él ni siquiera me ha notado, todos me han observado tengo un cuerpo de infarto pero el que me ha importado no me ha mirado.
Quería acercarme y hablarlo pero esa chava en ningún momento se ha alejado de tu lado, sólo me he enfocado en mi rutina terminado y después marchado.
Me daba esperanza que conmigo no usaste los audífonos en cambio hablamos y un ambiente cambiamos, a mí no me entrenaste a mí me cambiaste en tu forma de hablarme.
Verlo caminando súper enfocado y de la nada acercando dónde está el espejo para una foto de reflejo, que triste fue una historia que ni siquiera había empezado tan sólo había terminado.
Aún tengo las fotos que nos tomamos, aún tengo los momentos que recordamos, aún tengo los espacios que caminamos.
Recuerdo que en una foto tu mano en mi cintura has dejado y aunque esa foto no me la has pasado tu caricia me ha llegado.
Ya no insistiré ni mucho menos un mensaje te enviaré porque el último sólo el visto me dejo y aunque eso es lo que siempre ha hecho esta vez para nada contesto.
Escribiré cada vez que de nuevo pase.