Pregúntame ¿por qué?

Capítulo 1...

Bajo del autobús con Jazmín de la mano, su madre la pobre tiene que cargar a su otro hijo, realmente ese niño tiene graves problemas de sueño porque parecía un oso en hibernación tanto que duerme, pero bueno, aquí estamos, bajamos y el aire asquerosamente contaminado golpea mi cara, como extraño el aire puro de mi ciudad. -

- ¿Vendrás a vernos? -- la pequeña aun colgada de mi mano me mira con ojitos de gato y yo desearía decirle que sí que pronto las iré a visitar y tomaremos el te juntas, pero aún ni siquiera sé si sobreviviré un día aquí, porque claro está que estoy pisando el suelo de la ciudad más peligrosa del país, reverenda idiotez venir aquí, pero que hacer ahora, era lo que me alcanzaba. -- Karin, ¿nos vendrás a ver? ¿Seremos amigas?

-Claro que si bonita, la próxima vez que nos veamos prometo descargar muchas canciones de Maluma para que escuchemos ¿ok? - ¡Mentirosa! Mi simpático subconsciente interrumpe, lo ignoro y es que la verdad que una mentirita piadosa para alegrar a esta tierna niña de ojos marroncitos no creo que me signifique mas castigo de lo que ya me merezco, vale la pena porque sonríe y me abraza.

-Gracias por ayudarme con la pequeña. - sonrío. - te podemos acercar a algún lugar si deseas, de seguro mi esposo estará esperándonos por ahí. –

-No gracias, alguien viene por mí. - ¡segunda mentira! mi subconsciente vuelve a acusarme, pero no quiero ser un problema para nadie más otra vez. -

-Seguro que sí, es peligroso que una chica tan bonita como tú ande sola por aquí, ten. - me pasa una tarjeta de contacto. - si las cosas no salen como planeas, llámame, gustosa te ayudaré. - como diablos sabe que no tengo reverenda idea de que hacer, ¡será por tu cara de idiota asustada! Ok estoy pensando seriamente que mi mamá también envenenó mi subconsciente, es que acaso tanto se metió en mi cabeza que no me di cuenta. - te vi llorar gran parte del viaje, no lo olvides llámame ¿de acuerdo?

-Lo tendré presente y muchas gracias, cuide a esos pequeños hermosos que tiene. - un breve abrazo y siguen su camino, los veo alejarse y la pequeña Jaz como ángel que es, se da vuelta y me mueve su manito, mis ojos se llenan de lágrimas, pero me recompongo quiero salir adelante no puedo estar así.

Primer desafío: encontrar algún trabajo rápido, por último que me sirva para poder pasar la noche, ya que mi plan completo se basa en “un día a la vez, de un día a la vez” ¡que elaborado plan, me sorprendo!... es lo único que tengo, no me puedo lamentar de eso, quisiera silenciar esa maldita voz de mi cabeza, realmente creo que hasta ayer no la tenía, bueno tenía algo peor, una voz física que me decía que hacer y que no, así que digamos que prefiero esta, si definitivamente prefiero la de mi cabeza… Bueno ¡allá vamos!

3 horas después

Llevo caminando desde que salí del terminal y aunque agradezco que no esté cerca del gran centro (ya que allí sí que es una autentica locura), todo el trayecto que llevo caminando ha estado lleno de hospedajes, hoteles pequeños y lugares por el estilo que son precisamente mi primera opción, ¿Por qué? Fácil, siempre he escuchado que en estos lugares necesitan gente para las labores de limpieza, planchado, etc y se me da bien eso, además no creo que lo primero que me pidan sea toda una carpeta de antecedentes, al menos era lo que yo creía, que iba a ser fácil, pero no, en todos y cada uno de los lugares me han dicho un rotundo no. Aun así sigo insistiendo, no vine hasta acá para rendirme a las 3 horas ¿cierto?

¡No claro que no, de hecho ni sabemos a qué viniste! Ignorando mi auto-comentario mordaz toco la siguiente puerta, es un lugar más pequeño. Me abre una señora ya mayor y que al menos sonríe para mí y me hace pasar, ya adentro me pregunta que busco y paso a relatarle mi situación que necesito trabajar porque recién llego y que puedo ayudar en lo que desee, omitiendo algunos detalles ya que tampoco es mi intención dar lastima.-

-Qué casualidad, la niña que me ayuda con los quehaceres enfermó y vuelve el sábado, estaba tratando de hacer yo las cosas pero la verdad es que se me estaba complicando, asique si me serviría tu ayuda, el problema es que no tengo donde alojes, pero además de eso si quieres puedes empezar a ayudarme enseguida.— bueno algo es algo ¿no?... ¡si por lo menos es algo! Eh por fin nos ponemos de acuerdo ¡aunque vamos a tener que dormir apoyadas en el árbol que está afuera! ok eso no fue agradable.—

- ¿Usted sabe de algún donde den alojamiento por aquí cerca?.—La gentil mujer me observa como si estuviera loca.-

-De hecho, a unas 15 calles de aquí por ser invierno y estar tan frio, por las tardes reciben personas para que puedan pasar la noche, creo que hasta las 7 está abierto.—ok no está tan cerca pero servirá, tendría que irme unos 45 minutos antes de ese horario para poder llegar antes que cierre, si con eso alcanzo.

-Perfecto aunque tendría que ayudarle hasta antes que cierren ¿le parece?



#39812 en Novela romántica
#6490 en Chick lit

En el texto hay: esperanza, desiciones, romance

Editado: 01.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.