Prejucioso amor

Capitulo 3

ANDREA 

Me despierto al escuchar pequeños golpecitos en la puerta de mi habitación. Termino de abrir los ojos y me siento de golpe en la cama, cuando miro todo a mi alrededor, los acontecimientos del día anterior llegan a mi mente. Al fin suspiro exclamando en voz alta ¡ este es mi nuevo hogar a partir de ahora !. No mas llanto, no más sufrimiento.

vuelven a golpear la puerta de la habitación, está vez escucho una voz de una mujer. –Señorita Andrea. 

Entonces me levanto rápidamente de la cama y me apresuro a abrir. Veo en la puerta, frente a mi, una señora mayor de estatura baja. Con una gran sonrisa en el rostro, extiende sus manos y me revela una prenda. – ¡Buenos días! mi nombre es Loreta, le traigo su delantal, así puede cambiarse rápidamente y venir con nosotros, para esperar al señor Cristian en la entrada.

Tomo la ropa y le agradezco. –Un gusto conocerla, Paula me habló mucho de usted se cuanto la quieren y admiran los señores de la casa. 

Loreta dice todavía sonriendo. –Ah mi niña es un tesoro, me pidio explícitamente que la ayude, para lo que necesite y si tiene alguna pregunta no dude en acudir a mi. Bueno, sin más que decir, la dejo a si se prepara. 

Observo a la señora partir y me dice sobre su espalda. – Su amiga está preparada, esperando con los demás. Es una joven muy dulce. 

Sigue su camino y me quedo un segundo procesando sus palabras mientras se marcha. Feliz por qué clari se adapto tan rápido. De repente como un rayo se hace la luz ¡ osea que faltó solo yo! Avergonzada corro dentro de la habitación para higenizarme y alistarme rápidamente. Es mi primer día y voy tarde, que concepto van a tener de mi.

...........

Estamos todos en una fila a lo largo de la entrada, cuando la puerta principal se abre y entran 3 personas, yo estaba hablando trivalidades con clari que esta junto a mi, sonriendo. Volteo mí rostro y miro a una mujer a un lado de un hombre, pero cuando clavo mi mirada en el hombre del medio. Mí mundo se detiene por un instante, cuando lo veo avanzar en nuestra dirección. Quedó a medio sonreír, olvidando lo que estaba a punto de decir, embelesada, admirando tanta belleza y perfeccion en un rostro. Deslizó una fugaz mirada por su cuerpo y una descarga eléctrica me estremece desde arriba hasta mi intimidad. Me sorprende y descoloca por un momento esta nueva y desconocida sensación.

Parado frente a mí, puedo observar mejor su aspecto. Luce un traje negro, parece echo a su medida y su tatuaje diminuto en su cuello, apenas visible, es tan llamativo, que creo que me quito el aliento de solo mirarlo, pero de repente mi encantamiento se rompe. Cuando el atractivo desconocido, luego de pasear su mirada por todos los empleados finalizando en nosotras 2 habla con voz ronca y varonil. – ¿Quienes son ustedes y que hacen en mi casa ? ¡¿Quien Las contrato ?!. – brama con enfado al detallar que las 2 llevamos el mismo uniforme que los empleados de la mansión.

Y-yo. – Titubeo dándome cuenta que es a mi a quien se dirije ahora. Miro de reojo a mis costados, y noto que soy la única que está mirándolo fijamente. Todos los demás están con la cabeza gacha hacía el suelo, incluida clara. Loreta lo mira y parece que va a intervenir por mi, pero de repente la mujer que venía pegada al hombre en cuestión y no había prestado atención, hasta ahora a su deslumbrante figura. Lleva un vestido negro pegado a cada curva de su cuerpo y su rostro parece de porcelana.

Pone la mano en el brazo del Adonis y dice con una voz tan armoniosa como todo su perfecto ser. –Tranquilo, cariño estás asustando a las niñas.–Nos mira y nos pregunta con amabilidad.– ¿ Como se llaman?. 

El hombre suaviza la mirada, cuando la mujer habla, pero al mirarnos a nosotras esperando una respuesta sus facciones se vuelven frías y expresa desconfianza.

Me armó de valor y con vergüenza hablo nerviosa. – Me llamo Andrea Morris ... y ... ella es mi amiga.– La señalo a clara torres, voy a agregar algo más, pero Loreta esta vez, si interviene parandose delante nuestro en protección y le habla al dueño de la mansión con una mirada de cariño, sonriendo. –Mi niño, estas jovencitas vienen en remplazo de Janet y Mari. La niña Paula intento ponerse en contacto contigo sin éxito y debido a un inconveniente de último momento... no pudo venir personalmente a recibirte e informarte como era su plan, me dejó sus cariños para ti. En cuanto se desocupe vendra y hablara contigo.

El mira a su nana que al parecer no había notado que estaba presente, hasta que hablo y sonriendo de una manera fraternal, revela su blanca y perfecta dentadura. Esa acción provoca que mi corazón se agite. 

Toma la mano de la mujer. –Nana por qué no me avisaste de los cambios, sabes que no me meto en los arreglos y manejos de la mansión, eso te lo dejo a ti, pero al llegar a mi hogar cansado y ver a 2 extrañas... con lo exigente que soy de mí privacidad. – Suspira se calla un segundo y al momento dice. – Esta bien, luego hablaré con Paula, sobre estos cambios de último momento, en cuanto a los demás, mira a todos los empleados pueden seguir adelante con sus trabajos.

Cuestión que no termina de decir eso y todos están marchando a sus labores. Y ustedes. –Dice señalandome a mí y mi amiga.– Vengan conmigo ahora a mi oficina, para aclarar algunos puntos y normas de convivencia.

Estamos dirigiendonos a la oficina del dueño de la casa, mientras esté camina adelante con un hombre que había llegado con el y tampoco me había fijado "por estar babeando por mi jefe" este le informa cosas de la casa y otras que no entiendo, supongo que hablaran de trabajo y al otro lado del jefe se encuentra colgada del brazo la hermosa mujer, que nos pregunto nuestro nombre. Detalló la escena sintiendo una envidia sana contra la mujer, por tener el privilegio de abrazar y tocar con total libertad a mí jefe.

Mi amiga apreta mi brazo suavemente mientras camina junto a mi. Hasta ahora no a dicho ni una palabra.  La miro y le susurro. –Tranquila, seguro nos pondra al tanto de las reglas de la casa. – Lo que no sabe, clara es que en mi interior estoy más ansiosa que ella, pero no se lo hago sentir, clari es muy tímida e insegura no quiero que se altere si le trasmito mis sentimientos.




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