Prejucioso amor

Capitulo 5

PAULA 

Estoy ingresando en el despacho de mi hermanito. Lo encuentro sentado en su silla giratoria de espaldas a la puerta, hablando por su movil tan metido en su conversación, que no escucha mis pasos. A medida que avanzo sigiliosamente oigo a Cris decir con coquetearia. –Claro hermosa, estoy esperando ansioso, está tarde. Ultimamente estoy muy constracturado. « Cris calla un momento. Seguramente escuchando la otra parte» A continuación asegura – Te voy a cojer tan duro que no vas a poder caminar en días  « Auch que conversación tan sádica esta teniendo con mi cuñada, quisiera borrar de mi memoria eso último que escuche.» Llegó hasta el, por detrás y le tapo los ojos con mis manos. Siento la tensión de Cris en mis dedos y deja de hablar al instante. Sonrió y le pregunto. – ¿ Adivina quién soy ?. 

Mí hermanito relaja los hombros cuando reconoce mi voz. Termina la conversación. Acto seguido agarra mis manos entre las suyas, se gira de la silla se levanta y me alza en el aire apretándome fuerte, casi que no me deja respirar.

Le grito suplicando divertida. – Esta bien hermanito... ya bajame por favor, entendí que no debo escuchar tus pervertidas conversaciones con mi cuñada. 

Me baja de súbito y me mira con el ceño fruncido. – Jennifer está de viaje por una campaña de modelaje y no viene hasta dentro de una semana.

Me cruzó de brazos, con la mirada interrogante levanto una ceja y lo interrogó. – ¡Ah si ! ¿ y quién era la zorra con la que hablabas ?

Cris, suelta una sonora carcajada, me pone las manos en los hombros y hace que me siente en su silla, todavía con una sonrisa en su rostro me reprende.–Eso a ti no te incumbe ¡ mi bella princesa !. – Pasa brevemente su dedo por mi nariz. – Y ahora vamos al grano, que es lo que me interesa ¿ De dónde coño sacaste a esas 2 sirvientas ?

Tengo que inventar una historia. Miento que las conocí en un evento de caridad que organizo su hogar y yo fui una de las principales benefactoras, para sustentar la causa. Si llego a contarle lo de mi ex prometido, va a ir a matarlo y no deseo que tenga problemas por mi causa, aparte eso ya terminó y James no a vuelto a contactarme. Cris acepta mis palabras que terminamos en común acuerdo. Finalizo mí relato. – Andy me ayudo ese día, en el evento con un incidente y en agradecimiento le ofrecí trabajo a ambas. Tu necesitabas 2 remplazos y ellas salir de ahí. Problema resuelto. – Le guiño un ojo.

Cris suspira. – Sabes que eres la persona que más amo en este mundo y no puedo negarte nada, pero te advierto una sola cosa.... Solo se quedaran si cumplen su trabajo, sin tratos especiales. No quiero tener que volver a tener contacto con ellas y volver a dirigirles la palabra.

Me levanto de la silla, para abrazarlo. – ¡ Gracias hermanito te amo !. – Cuando me desprendo del abrazo, miro mi movil y suplico. – Solo un último favor. 

Cris revolea los ojos y me mira esperando la petición. Entonces, prosigo. –Andy no tiene ropa para vestir. Me la voy a llevar de compras ¿ Le concedes esta tarde ? Y un adelanto de su sueldo.     « aunque no pienso dejar que use su dinero, yo misma le obsequiare todo. Solo lo pedí, para que cris no tuviera peor opinión de ellas, con respecto a que se aprovechan de mí »

– Esta bien, vete, vete . – Acepta agitando las manos y indicandome la salida. – Tengo una cita importante por la tarde. Te transferire el dinero a tu cuenta bancaria o ve a nuestras tiendas y carga todo lo que necesites comprar a mí nombre. 

Lo miro y simuló enojo. – ¿ Con esa zorra ?.  ¡ Eh !– Pongo una mano en mi pecho y me lamento. – Pobre de mí cuñada. –Me acerco a Cris y le doy un beso en la mejilla. Luego salgo del despacho agitando mí mano en señal de despedida 

ANDREA 

Estamos dentro de un shopping. Inundado de escaparates con maniquíes que lucen ropa de primeras marcas de moda. Paula me arrastra a uno en donde venden todo tipo de lencería y me dice. – Elige algunos conjuntos.  

Observo alrededor avergonzada y me acerco a ella para susurrar. – No tengo dinero ni para un calcetín... Lo siento Paula, no debi venir. Crei que estaba acompañandote a ti a comprar cosas.

Paula me mira con una sonrisa pícara. – Y claro asi es, pero también vamos a comprar para ti y clara. Como ella no pudo venir por qué estába cansada, nosotras elegiremos por ella. No te preocupes por el dinero, todo este shopping entero nos pertenece, es parte de nuestro gran conglomerado. ¡ oh ! olvide mencionar ese detalle. Mi apellido es tompson.

En mi mente ese apellido me suena ¿ en donde lo había oído nombrar antes ? De súbito mis ojos se abren grandes y exclamo. – ¡ Tu eres esa tompson ! Dueña de los centros de moda más famosos aquí e internacionalmente, incluido este lugar. – Señalo todo dándome una vuelta entera. –Escuche de ti. – Me detengo un minuto a pensar. – Por radio y revistas, nunca preste atención a tu imagen o la de Cristian en la tv y jamás en mí vida, pensé que iba a tener el privilegio de conocerte. – Hago una reverencia hacia ellá y digo con diversión. – Mi lady.

Paula se caracajea por mí ocurrencia y cuando termina de limpiar las lágrimas de sus ojos, debido a reír tanto, me confiesa. – No me gusta andar ventilando por ahí, quien soy, por un tema de seguridad. – se encoge de hombros como restando importancia a sus palabras. – ya que no tengo guardaespaldas como siempre insiste cris... Debido a qué me gusta vivir mi vida libre y sin restricciones, como cualquier persona normal ¡ No me privo de nada ! Pero, también me encanta compartir con otros que no tuvieron las mismas posibilidades que las mías y hoy. – Me agarra del brazo. – Vamos a cómprate mucha ropa linda y lencería super sexi. –Mi rostro denota pudor y niego con la cabeza, pero ya es tarde, nos pasamos todo el rato de tienda en tienda. Paula cumplió con sus palabras y me obligó a elegir, vestidos sencillos y de cóctel, todos de marcas internacionales, entre ellos maquillajes, tangas de victoria secret, perfumes.... ya perdí la cuenta de la cantidad de cosas y dinero que invirtió en mi y clara, encima me advirtió rotundamente, que no aceptaba rechazos de mi parte. Antes de volver, me entrega una caja de terciopelo ovalada, envuelta con un moño de razo rojo y me dice que si podía hacerle un gran favor. Me asegura que la cajita tenía que estar hoy en las manos de su hermano y solo confía en mí, para esa tarea. Ella tiene que estar de urgencia en otro lugar, por qué le surgió un inconveniente con una de sus creaciones de ropa, me explico que dentro de poco, será la semana de la moda en París. Ella es diseñadora y tiene patentada su propia linea personal de ropa.




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