Prejuicios y amor

CAPITULO 14

Las manos masculinas corrieron por la ropa oscura de la joven queriendo apartarla para encontrar la blanca piel que por noches anheló volver a sentir con su tacto, con su boca. Lily gimió en el momento en que se apoderó de sus senos aún bajo la blusa y jugueteó con esos pequeños pezones que eran como un deseado caramelo.

- ¡Déjame...

La gruesa voz masculina enchinó su piel. Él cuerpo femenino se arqueó ofreciéndose. TT gruñó bajando la boca por su cuello, el hueso de la clavícula, su pecho. Lily gimió estremecida y acercó la cabeza masculina a su delicada piel. Los tirantes de su blusa cayeron por sus hombros, él los deslizó sin mucha prisa mientras su boca seguía el camino. Ella miraba esos dedos largos y llenos de sensualidad moviéndose; se mordió una esquina del labio inferior aguantando las ganas de gritar su ansiedad.

TT escuchó algo y se detuvo. Levantó la mirada con un brillo burlón en ella. Lily lamió sus labios agitada con el deseo iluminando sus ojos. Parpadeó varias veces antes de que TT apartará la última barrera y se apoderará de la delicada piel recién descubierta. Ella gimió libre de inhibiciones. Había soñado muchas veces con esa primera vez. Se masturbó un par de veces pensando en aquella noche. Acercó su cuerpo dejándose llevar por esa boca.

- ¿Qué quieres Lily? - demandó bajando la blusa por completo sin dejar de tocarla con su boca -. ¿Quieres que adore tu cuerpo hasta que me pertenezca por completo? ¿Quieres esa copa que te prometí...

Bajó sus manos hasta la vaporosa falda de tul tocando las piernas hasta subir a sus caderas. 

-Yo... - pasó saliva y volvió a lamer sus labios - ¡Mierda! Tócame... 

TT rió suavemente y fue cayendo de rodillas abandonándola. Lily se sostuvo de los anchos hombros y apretó sus dedos cuando él se metió entre su falda tocando la piel de sus piernas con la boca. 

- ¡Oh!

- ¿Qué quieres?

- ¿Tengo que decir lo que debes de hacer? - gimió frustrada.

- Quiero saber lo que te gusta, lo que te excita...

Tocó la parte delantera de sus bragas deslizando un dedo en la delicada tela. Ella apretó las piernas ante el millar de nervios destellando en su cuerpo. ¡Mierda! Gritó su cerebro y echó la cabeza hacía atrás.

- ¿Esto te excita...

- ¡Mierda! - gritó cuando él hundió el dedo en la delicada hendidura aún sobre sus bragas -. Tú... Tú...

TT sonrió sintiéndose poderoso, manteniendo el control mientras buscaba satisfacer a su mujer. La acarició sobre la fina tela de sus bragas sintiendo el temblor de las piernas, de su cuerpo. Se mordió los labios para evitar babear ante el deseo intenso de probarla. Ya conocia su sabor, no sería capaz de saciarse de ella hasta hacerla llegar al final y él quería tenerla un tiempo más, en su cama, en sus brazos.

Sujetó con ambas manos las bragas y las bajó de un tirón. Lily hizo un sonido ahogado de sorpresa y su cuerpo se movió perdiendo el equilibrio. TT la sostuvo evitando nsu caída y subió sus manos acariciando sus delgadas piernas perfectamente formadas. Jadeó demasiado excitado que su cuerpo le dolía. Acercó su cara hasta la pubis en busca de su manjar escondido.

Lily abrió la boca buscando algo que decir. Su cerebro entró en shock cuando la boca masculina tocó la humedad de su sexo. Su lengua en se enredó haciéndole imposible articular una palabra, un gemido escapó de su garganta. Abrió las piernas por instinto y  se dejó llevar por las sensaciones que le provocaba.

¡Mierda! ¡Mierda!... Una letanía corría por su cabeza. Era lo único que salía de ella. Movió la cabeza de un lado a otro fuera de su realidad. ¡Esa lengua... Un destello explotó bajó sus párpados y perdió el mínimo control que creía le quedaba. Gritó lo que salió de su boca y tembló hundiéndose en un explosivo orgasmo.

-¡¡Mierda!!...

 

Abrió los ojos después de perder la noción de su realidad. Estaba sobre una cómoda cama completamente desnuda, asustada se incorporó mirando la habitación iluminada por esa suave luz amarilla. No había nadie en el lugar, se dejó caer sintiendo que sus huesos estaban hechos de gelatina. Levantó una mano para apartar un mechón rosado de sus ojos y temblorosa dejó que cubriera sus ojos bajando por todo su rostro. ¡Mierda! Se aferró a la sábana marrón bajo ella.

La puerta se abrió. Un TT semidesnudo apareció con un par de copas en una mano y en la otra una botella de vino. La descubrió mirándolo y dibujó una tenue sonrisa. Levantó ambas manos mostrándole su carga.

-Te prometí una copa de vino.

Lily no dijo nada. Sintió como su cuerpo se sonrojaba y se cubrió con la manta más cercana.

TT se acomodó a su lado. Le ofreció una copa y ella la sostuvo concentrándose en no temblar demasiado. Él hizo una mueca antes de abrir con facilidad la botella. Vertió el líquido púrpura en cada una de las copas antes de dejar la botella en la mesita de noche. Sus ojos azules fueron hasta ella, brillando con demasiada intensidad. Lily evitó su mirada avergonzada consigo misma por haber caído ante sus caricias. ¡Mierda! ¡Pero que caricias! Estaba segura que era inevitable que cualquier mujer se hubiese rendido a un hombre como TT. Era un excelente amante, no había duda de ello pero...

-Piensas demasiado - dijo después de darle un sorbo a su exquisito vino -. Eso es peligroso, nos convertimos en paranoicos. La mente nos lleva a situaciones que no son reales.

-¿Y si lo fueran? - inquirió Lily dejando de mirar la copa de vino -. ¿Cómo podría no alejarme del peligro? ¿Impedir que pase algo?

-Sigue a tus instintos - levantó los hombros.

-Mis instintos me gritaron que no viniera aquí está noche - respondió y le tomó un trago a su copa.

-Los míos me pidieron que no lo permitiera - bajó la voz inclinándose a ella -. Sabían que no iba a tener otra oportunidad y yo no quería perderla.

-Es una locura - susurró dejando que la copa se interpusiera entre los dos -. Una absoluta locura.




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