Prejuicios y amor

CAPITULO 43

No esperó. Caminó por el museo admirando sin mucho entusiasmo cada una de los objetos que se mostraban en vitrinas anunciando así lo valiosos que eran. Pasó una mano por su cabello fingiendo ahora leer la información de unas vasijas de barro y...

—¿Vas a seguir ignorándome?

—No hay razón para que tú y yo tengamos algo que decirnos.

—Entonces debiste traer a tu "amigo" — replicó él junto a ella con las manos hundidas en los bolsillos de su pantalón.—. Tendríamos una salida mucho más relajada.

—Charly es un estúpido — gruñó ella apartandose como si le interesará el contenido de otra vitrina.

TT la siguio colocándose ahora tras ella. Lily acomodó un mechón fuera de su cola de caballo tras la oreja nerviosa y levantó sus ojos hacia el reflejo encontrándose con el atractivo rostro masculino. ¡Mierda! Apretó los labios y buscó la manera de apartarse, ¡Mierda! TT no se movió y ella acabó más cerca, su cuerpo se estremeció y sus dientes castañearon por un segundo.

—¿Podrías apartarte un poco?

—Estoy admirando aquellas piezas.

Se inclinó demasiado y su aliento llegó a ella. Lily apretó los dientes dando un leve siseo antes de girar hacia él. ¡Mierda! Grave error.

Lily levantó la barbilla y sus ojos se encontraron con los azules de TT. Así permanecieron por un buen rato. TT se inclinó aún más y su nariz casi rozó con la suya.

—Ahora puedo decir que encontré la mejor pieza del museo — susurró y su voz ronca fue como una caricia de aquellas que su subconsciente a veces recordaba. —. Y voy a admirarla hasta que mis ojos se cansen.

—Debes apartarte — replicó ella buscando la manera de no mostrar lo nerviosa que estaba —, no es apropiado hostigar a una mujer en público...

—¿Temes que alguien pueda estar grabando en su móvil lo que pasa entre nosotros?

—¡No pasa nada entre nosotros! — exclamó empujándole para salir de su prisión —, no sé que es lo que pretendes... 

La miró por unos segundos antes de decir:

—¿Qué pasa si quiero lo que teníamos antes de que me fuera?

—¡Estás loco! — Lily lo miró con sorpresa —, ya hemos hablado de ello. ¿Crees que es fácil para mí olvidar que me abandonaste sin decir nada? Ya me has explicado lo de un problema en tu empresa y que fue necesario huir asi. Yo....

TT volvió a mirarla de forma extraña y con intensidad por unos segundos antes de tomarla del brazo y sacarla de la exposición.

—¿Qué...

La llevo casi arrastras hasta un rincón oscuro del museo y la arrinconó quedando sus cuerpos demasiado cerca uno del otro. 

Lily levantó la barbilla y lo  miró.

—¿Qué demonios te pasa?

Su voz sonó aguda de un modo histérico. ¡Mierda. Así se sentía! ¡Completamente histérica y asustada! Sus labios temblaron buscando palabras que no lograban formarse en su cabeza y salir de su boca...

—¡M-Mierda!

Juró entrecortada y su lengua lamió sus labios antes de bajar la mirada con fuertes deseos de salir corriendo y lo habría hecho si no fuera porque TT obstruía su paso.

—No...

TT sostuvo su barbilla hasta levantar su rostro hacia él y la besó de una manera que fue imposible no corresponderle. Las manos masculinas fueron hasta su cintura acercándola demasiado a su cuerpo. ¡Mierda! Gruñó Lily cuando notó que sus manos le rodeaban el cuello antes de hundirse en su negro cabello y su cuerpo reaccionaba a su cercanía. ¡Mierda! Abrió la boca dejándole entrar y entablando una danza con su lengua que la hizo perder la realidad. ¡Mierda! ¿Acaso un año no había sido suficiente para dejar de estar enamorada de alguien que la había abandonado sin una explicación? ¿Cómo era posible que cayera de esa manera por un beso en medio de....

Sus manos fueron hasta el pecho de TT y lo empujó buscando liberarse de ese beso inapropiado. ¡¡Mierda!!

Sus ojos se encontraron agitados. Lily lamió los labios hinchados por ese beso realmente increíble que no debió...

—¿Sigue estando ahí? ¿Lo has sentido como yo?

—¿Por qué lo has hecho? — reclamó molesta — ¡Alguien pudo vernos! ¡Las malditas cámaras!...

—Hacia aquí no apuntan las cámaras — señaló tranquilamente —. Nadie nos ha visto.

—¡No! — movió la cabeza —, esto es bastante inapropiado y no debería estar pasando. ¡Mierda!

—¡Basta! — murmuró él tocando con un dedo sus labios —, demasiadas veces la misma mala palabra para una buena chica como tú..

—No soy...

—Lo eres — suspiró TT y rodeó sus hombros guiándole a la salida de aquella sala —, mucho más de lo que te gustaría. Y eso me encanta.

Lily no dijo nada. Dejó que la guiara hasta la salida. Fuera del museo Lily se liberó de él y se alejó a grandes zancadas. Suspiró profundamente y se alegró que el aire nocturno jugueteara con algunos mechones sueltos. No volteó a ver si TT la seguía, quería alejarse de lo que seguía ahí y que la estaba aterrorizando. Se había jurado que no caeria ante él después de que la abandonó sin una explicación dejándole sola en su departamento completamente angustiada por su desaparición, que al final fue hecha por él. ¡Mierda! Jadeó y un lágrima se escapó hasta su mejilla. ¡¡Mierda!! Abrió la boca y un quejido brotó junto a un sollozo.

—¡Mi...erda...

—¡Joder! 

TT la jaló a sus brazos. La apretó en un abrazo y acarició su cabello, ahí en medio se la acera. Lily jadeó impidiéndose llorar. No debería mostrar sus sentimientos, no debería mostrarle a él que tanto le dolió que la hubiera abandonado hacia tanto tiempo...

—¡Suéltame!

Lily luchó un poco entre los brazos masculinos, él no le permitió apartarse.

—No... Estamos en público y no es apropiado que pelees conmigo.

—No me importa hacer un escándalo — jadeó ella levantando la mirada hacia él.

TT acercó una mano a su cara y limpió con el índice las lágrimas que brillaban en sus mejillas. Lily abrió ampliamente los ojos sonrojándose un poco ante tal gesto. 

Era demasiado intenso estar tan cerca de ese hombre. ¡Mierda!




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