Preludio Final

IV - JUSTadICE

Gracias a las palabras innecesarias de Van, ahora ambos estábamos en un lugar que ninguno de los dos conocíamos. De hecho, no recuerdo cuando llegué aquí.

Lo único que recuerdo es la figura de Ross saltando desde el sillón frente a mí para golpearme en la cabeza. Me desmayó y me trajo hasta acá. ¿Eso no cuenta como secuestro? A juzgar como es Ross, es seguro que este lugar es parte de la casa, algún lugar que nunca hayamos visitado.

Sentía una punzada en mi cabeza. Estaba mareado. No sabía dónde me encontraba. Abría y cerraba mis ojos sin éxito alguno.

Traté de mover mi cuerpo, pero no se movía mucho, parecía que estaba atado a una especie de silla. No podía ver nada por la completa oscuridad que había en el lugar.

A un lado de mí, podía escuchar una respiración. Estaba seguro que era la de Van, aunque, no creo que Ross la haya traído aquí a la fuerza. Son mujeres, después de todo. No son tan salvajes… Al menos Van no lo es.

De pronto, una puerta en algún lugar de la habitación se abrió de golpe haciendo que ambos nos sobresaltáramos. No podíamos ver nada en absoluto, pero creímos distinguir una silueta un tanto conocida para nosotros. Ross.

Traía algo en una de sus manos. Malas noticias. Estaba completamente seguro que algo malo sucedería con nosotros. Miles de imágenes pasan por mi cabeza. ¿Por qué Van me hizo estudiar métodos de tortura hace menos de un año? Es una completa locura. Ross debería de saber al menos unas cuantas, no quisiera saber cuál de todas usará con nosotros.

La silueta se acercó a nosotros lentamente, mientras balanceaba, ¿un cuchillo? ¡Esta es una completa locura!

No podía liberarme, pero, aun así, tiraba de la cuerda que me ataba a la silla. No quería morir en un lugar como este, aún tengo una vida por vivir.

En ese momento, las luces se encendieron en el lugar. Ross apareció frente a nosotros.

–¿Están conscientes de las cosas terribles que han hecho? Espero que al menos lo hayan disfrutado, porque no lo volverán a hace nunca más.

–¡Esto es una locura! –grité. Estaba desesperado.

Ross se acercó a mi mientras jugaba con su cuchillo, balanceándolo peligrosamente frente a mí. Estaba seguro que el cuchillo se le resbalaría de las manos y me cortaría. Está completamente loca.

–Chicos, no puedo creer que ustedes hagan ese tipo de cosas.

–¿Y si fuésemos Jack y Katy?

Y, como siempre, Van tenía que hablar, metiéndonos en muchos más problemas. No puedo creer que en verdad quiera a algo como esto. Es una completa locura.

Volteé hacia otro lado. Espero no ver el rostro de Van por el resto del día.

No escuché la mayor parte de lo que Ross nos decía, bueno, estaba gritando, pero, de todas formas, no me importó.

Estaba perdido pensando en algo que había soñado apenas unos días. ¿O será que lo escuché? Debo de estar alucinando cosas, sabía que no era bueno dormir hasta tarde.

Tras casi media hora de gritos, por fin se acabó todo.

Estaba completamente seguro que Ross no nos quitaría de su vista. Es casi obvio lo que hará. Pondrá cámaras en mi habitación o en la de Van, así que no se podrá repetir.

¿Qué estoy pensando?

Claro que me gustaría repetirlo, pero casi no recuerdo nada de lo que sucedió. Solo recuerdo que estaba en medio de una fiesta con todos, y desperté con Van a un lado mío.

¿Es algo loco?

No lo creo. Supongamos que simplemente se me olvidó. No es que mi memoria sea excelente o mala, pero hay cosas que simplemente se me olvidan.

Abrí la puerta de la habitación en el subterráneo con un poco de miedo.

A la salida de la habitación, había un extenso pasillo. Mientras caminábamos por este, dos figuras saltaron a nuestro encuentro. Ambas tenían una espada en su mano, y parecían dispuestos a matarnos. Yo, por instinto, cubría Van, que venía tras de mí.

Las figuras avanzaban hacia donde estábamos, mientras las espadas se balanceaban en sus manos.

Cerca de mi había un mueble con una vasija, así que la tomé y la lancé a una de las figuras, esta impactó en su cabeza y se rompió.

–¿Acaso eres un idiota?

Una voz conocida salió de la figura que no fue golpeada.

–¿Jack?

–¿Quién más?

Si Jack era una de las figuras, entonces, eso significa que Katy es la otra. Creo que me he metido en un gran problema. Jack tiene un carácter tranquilo la mayoría del tiempo, al igual que Katy, pero se convierten en otra persona cuando alguno de ellos es lastimado.

Jack saltó sobre mí mientras balanceaba la espada, con la intención de herirme. Creo que es algo justo que él intente eso, pero no lo dejaré.

Me moví un par de pasos hacia atrás, causando que Jack fallara el golpe y cayera al suelo. La espada se soltó de sus manos y aterrizó frente a mí. Yo la tomé y la puse cerca de su cuello, había ganado.

–Me rindo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.