Premoniciones: M.O.R. [#1] [completa]

Capítulo 18: "Secuestrada" (1/4)

POV LOA

"Una habitación oscura, unos sollozos casi inaudibles, un colchón fino destrozado, sucio, un frío intenso y en una esquina del colchón acostada en posición fetal, una joven con una venda en los ojos, cubierta solo con una musculosa blanca y ropa interior, con sus manos y pies atados a una cadena, su movilidad estaba limitada.

No había ventanas, no había escaleras, no había puertas, no había escapatoria...

Sobre aquella habitación había otra habitación más grande, un sótano. El sótano estaba lleno de objetos antiguos, estatuas, figuras pequeñas, cuadros, muebles, muchos muebles. En una esquina, un ropero estaba ubicado sobre una alfombra. En uno de los rincones, una escalera con una puerta al final, era la entrada y salida del sótano, el cual llevaba hacia lo que parecía una casa familiar.

Se oye un sonido en aquella habitación oscura, como si algo fuera arrastrado y la luz que entraba por la única salida de aquel lugar comienza a iluminar levemente la habitación que reflejaba un pozo, un pozo debajo de un sótano.

Se oyó otro sonido, como si desmontaran algo, una escalera.

Los sollozos de la joven comienzan a ser más audibles y comienza a temblar.

—¿Por qué me haces esto, Unax?, ¡no te he hecho nada!

Él se acerca hacia la joven y le saca la venda que lleva en los ojos.

—Tranquila y repite conmigo... Mi nombre es Sira, ¡dilo!

—¡Mi nombre no es Sira, imbécil!

Y con toda su fuerza, le da una bofetada que le hizo sangrar la nariz.

—¿Cuál es tu nombre?— pregunta él, en tono amenazante.

—Si...ra— responde con su voz entrecortada y con sus manos presionando levemente la mejilla afectada.

—Buena chica— responde él y acto seguido acaricia uno de sus brazos de arriba hacia abajo.

Ella tiene miedo, mucho miedo.

Todo se vuelve oscuro y se oye un disparo.

Ella se encuentra extendida en el suelo con una bala de pistola en el hombro... Segundos después deja de moverse.

Se acerca hacia ella y coloca el dedo índice por debajo de sus orificios nasales para comprobar su respiración.

Había muerto.

Forma una última sonrisa y sale del pozo. Arrastra la escalera hacia arriba, la coloca a un lado del sótano y vuelve para colocar la tapa del pozo. Ubica una alfombra rojiza sobre la tapa y sobre ella coloca un antiguo ropero."

...

No quería abrir mis ojos, quería mantenerlos cerrados hasta que nadie se encontrara en peligro.

Pero los abrí, abrí mis ojos húmedos y comencé a sentirme abrumada, un sentimiento al que estaba acostumbrándome.

Las lágrimas comienzan a caer, la culpa del accidente de Red Park todavía me perseguía.

Tomé mi teléfono.

"¿Qué debo hacer?"

Envié en un mensaje a Aryan y lo dejé a un lado.

Luego de realizar mi rutina matutina, tomé mi bloc de notas.

—Colección de objetos antiguos.

—Pozo debajo de un sótano

—Alfombra rojiza y ropero cubriendo la entrada del pozo

—La única forma de ingresar es mediante una escalera

—Sira

—Unax

—Son conocidos

Mi teléfono sonó.

"Todo estará bien, lo prometo, esta vez lo lograremos"

Aryan ya sabía de lo que se trataba, sabía que no iba a pasar mucho tiempo hasta el próximo sueño.

"Debo mostrarte algo, iré a la cafetería, pasa por allí cuando estés libre"

"Alli estare"

Me alisté para el trabajo y salí camino a la cafetería.

—Buen día— saludé al ingresar al café.

—Buenos días— saludo Kaein.

—¿Narel aún no llega?

—Llegará tarde, debe retirar algunos preparativos para la boda.

—Ah, de acuerdo.

Me dirigí hacia el vestíbulo y me cambié por la vestimenta del café.

No pasó mucho tiempo hasta que Aryan llego al café.

Se acercó hacia a mí.

—¿De qué se trata esta vez?

Del bolsillo del uniforme saque el bloc de notas y arranqué la hoja en la que había escrito sobre el sueño y se lo entregué.

—Esto es lo que anoté sobre el sueño— informe.

Aryan comenzó a leer la nota.

—Colección de objetos antiguos repitió, pozo debajo de un sótano, ¿pozo?— preguntó desconcertado.

Asentí.

—Termina de leerlo y luego te contaré al respecto.

Él volvió su mirada hacia la nota.

—Alfombra rojiza y ropero cubriendo la entrada del pozo, la única forma de ingresar en mediante una escalera, Sira, Unax, son conocidos— al terminar de leer la nota dirigió su mirada hacia a mí.

—No hay mucho que pueda sernos de ayuda, pero al inicio del sueño hay una joven con una venda en sus ojos, ella se encontraba en una especie de pozo, no había puertas ni ventanas, solo una entrada en la que se debe ingresar mediante una escalera, sobre ella hay un sótano, el pozo está cubierto con una alfombra rojiza y a la vez hay un ropero sobre ella. Cuando él se acerca hacia ella, pregunta por qué le estaba haciendo eso y luego lo llama por el nombre de Unax, por lo que se puede decir que ambos se conocen. Unax le pide que diga que su nombre es Sira, pero ella le dice que ese no es su nombre. Al final se oye el sonido de una pistola— hice una pausa— Me hizo recordar a Keb.

Aryan largó un suspiro.

—Hemos tenido un caso similar, se trataba de suplantación de identidad y eso lo hacen para venderlas en una red de trata de blancas.

Pasé una mano por mi frente mientras que un suspiro de frustración salía de mi boca.

—Pero, ¿no ha habido una denuncia por desaparición?

—Recibimos denuncias de cinco avisos por desaparición al día de otros departamentos, sin contar los que recibe nuestro departamento y si aun así las revisara a todas, sería imposible encontrarla, ya que no sabemos su nombre real y además de eso, si el sueño anterior ocurrió en Beazley, este puede ocurrir en cualquier parte.

—Si es como tú lo has dicho y conozco a las víctimas de mis sueños, eso significa que la he visto antes, pero nada en mi sueño me indicó algo para poder reconocerla o alguna marca en su cuerpo que nos ayude a reducir la búsqueda.

—De todas formas voy a revisar las denuncias, tal vez viendo la foto podamos obtener algo, voy a pedirle a Canek que nos ayude.

Asentí.

—Si hay algo más que recuerde voy a avisarte, por ahora comencemos por allí.

Aryan asintió y se despidió.

Lo único que podíamos hacer por ahora, era recolectar las demandas recientes y esperar a que alguna sea la de mis sueños.

—¡Llegue!— avisó Narel alegremente.

—¿Cómo va todo futura señora Rost?— pregunté divertida.

Narel sonrió.

—Agotador pero superemocionante, ¿y tú?, ¿te he dicho que las damas de honor tienen que ir de amarillo?

—¿Las damas de honor?

—Oh, ¡lo siento!, he olvidado decírtelo aunque creí que era obvio, ¡tú serás una de mis damas de honor!

—¿Yo?— pregunté con emoción.

—¿Quién más lo sería si no?, ¡eres mi mejor amiga!— respondió obvea.

Me acerqué hacia ella y le di un gran abrazo.

—Me siento honrada— bromeé— Gracias, Narel.

—No hay tiempo para ser sentimentales, ¡Hay una boda que pagar y para eso debo trabajar el doble!— bromeó.

Nos separamos y comencé a repasar las mesas interiores.

—Kaein, ¿ya han llevado el pedido del Señor Danot?— preguntó Narel.

—Aún no, acabo de prepararlo.

—Bien, yo lo llevaré, avísame cuando esté listo.

—¿Quieres que lo lleve?— ofrecí a Narel.

—Lo agradezco, pero el Señor Danot es un poco gruñón y siempre pide que lo lleve yo.

Reí.

—Wow, te has vuelto tan popular— me burlé.

Ella rio también.

—Si irán Mila y Keb a la boda, ¿verdad?

—Oh, ¡olvidé darles las invitaciones!— saqué mi teléfono— Se las daré hoy, no dudarán en asistir— aseguré.

—Pasar tanto tiempo con Frago te hace olvidar las cosas— se burló.

—Sabes que si me pagaran por ser olvidadiza, viviría en una mansión.

—Eso no lo discuto, como sea, no lo olvides— dijo y continuó con el trabajo.

En mi teléfono envié un mensaje a Mila y Keb.

"Buenos días, Mila, ¿cómo has estado?. Hay algo que debo decirte, ¿estarás en casa hoy?"

"Keb, ¿lo has estado haciendo bien?, has estado asistiendo al instituto, ¿verdad?... ¡Si no lo has estado haciendo bien, serás duramente regañado por mí y Aryan!, ¿entendido?. De todos modos, hay algo que debo darte, ¿crees que pueda ir a visitarte?"

El pensar en Mila y Keb me daba motivación y fuerza para hacer todo lo que esté a mi alcance para salvar a las víctimas de mis sueños.

Mi teléfono sonó. Era un mensaje de Keb.

"¡Loa!, claro que he estado yendo al instituto, debo hacerlo bien y graduarme!, ¡seré un gran detective como Aryan!

Hoy iré a visitar a D
eian, puedo pasar por el café"

Sonreí al leer su respuesta.

"¡Grandioso!, debo hablar con Mila también, tal vez puedan venir juntos"

Luego de hablar con Keb continúe con el trabajo, tendría una larga espera hasta que Aryan lograra reunir todas las demandas.

...

La tarde había llegado y junto con ella, Mila y Keb

Me acerqué con emoción hacia ellos y los envolví en un abrazo.

—¡Cuánto tiempo ha pasado!— dije entre medio de ambos mientras comenzaban a sofocarse.

—Loa, nos apre...tas dema...siado— dijo Keb con la voz y respiración entrecortada.

Los solté rápidamente.

—Lo siento, me emociono demasiado al verlos— me disculpé— Tomen asiento, en un momento los alcanzo.

Ellos asintieron sonrientes y se sentaron en una de las mesas interiores.

Preparé café para cada uno y me senté junto a ellos.

Saqué del bolsillo del uniforme las invitaciones a la boda de Narel y se las entregué.

—Narel va a casarse pronto y los ha invitado a su boda por lo que están obligados a ir— ordené divertida.

Ambos abrieron las invitaciones.

—Allí estaremos— respondió Mila con una sonrisa.

Llevé una mano hacia mi barbilla en gesto de sospecha.

—¿Estaremos?— levanté una ceja.

—Qui...ero decir...que yo iré por mi parte— las palabras de Mila se trabaron.

—Estamos saliendo— interrumpió Keb.

—¡Si!, ¡lo sabía!— festejé— ¡Felicidades!

Mila lucia avergonzada.

—¡No tienes que avergonzarte!, somos familia ahora— respondí tomando su mano.

Ella sonrió en respuesta.

—Loa, hay algo en lo que estuve pensando y realmente no lo entiendo.

—¿De qué se trata?

—Aryan continuaba diciendo que tú me habías salvado y como estábas con él, deduje que eras detective, pero no lo eres, ¿verdad?— negué con la cabeza— Deian aún no hablaba con Aryan aquel día por lo que no podía saber de quién se trataba, sin embargo cuando le envió el mensaje ya lo sabía, incluso había ido a buscarlo a la unidad... Cuando le pregunté dijo que tú se lo habías dicho, ¿cómo lo supiste?

—También me quedé pensando en aquello que me has dicho en la estación, que me habías visto en sueños... en ese entonces no podía procesar lo extraño que era, pero pensándolo tiempo después, no pude entender cómo pudiste saber hasta sus nombres— agregó Mila.

—Lo que importa es que están bien y ya no volverán a estar en peligro.

—Loa, lo mismo pasó con la conductora del programa, continuabas hablando del lugar de los hechos incluso antes de que ocurriera.

Suspire y sonreí.

—Es realmente una locura, es mejor si no lo saben.

—Necesito saberlo, gracias a ti pudieron atraparlos y eso trajo alivio a mi vida— dijo Mila.

Asentí.

—De acuerdo, pero esto va más allá de la realidad...— ellos me observaron con curiosidad.

Tomé aire y continué.

—Hace tiempo he comenzado a tener sueños extraños.Comenzó con el ataque a la pareja en el parque, Asel y los demás fueron los atacantes, ¿lo recuerdan?

Ellos asintieron desconcertados.

—Si,Roma y Gaes eran nuestros superiores del instituto al que asistía, la noticia se propagó rápidamente, pero no se sabía quiénes fueron— agachó su cabeza— He oído que fallecieron en un accidente reciente.

Mis ojos se cristalizaron.

—Lo sé— respondí con el tono apagado— He soñado acerca de eso, exactamente tres días antes de que ocurriera, pero ¿cómo iba a saber yo que era real e iba a ocurrir eso?... Creí que tal vez, sería una gran coincidencia y lo mantuve de esa forma hasta que el segundo sueño llegó y se trataba de una estudiante y ellos nuevamente volvían a atacar... no sabía que estaba ocurriendo así que pensé, "de acuerdo, soy una escritora, tal vez es una idea para mi nuevo escrito" pero... te vi pasar frente a mí y aunque aún no entendía qué estaba ocurriendo, no me podía quedar de brazos cruzados así que fui a hacer la denuncia— reí— Al menos debía intentarlo, ¿no?

Hice una pausa.

—Vi todo lo que te hicieron— mi voz se entrecortó— Y lo siento.

Esta vez Mila tomó mi mano.

—No voy a decirte que no se oye como una locura porque sabes que lo es, pero agradezco que lo hayas intentado y ayudado a meterlos en prisión, pero sobre todo agradezco lo de Rea, gracias a ti el mundo pudo saber lo que le había ocurrido y siempre voy a recordarlo— sonrió.

—Era lo mínimo que podía hacer— dirigí la mirada hacia Keb— Contigo soñé luego de Mila...Sabía lo del teléfono, sobre Daein, el disparo, todo.

Keb trataba de comprender mis palabras.

—Está bien si no lo pueden creer, no es fácil, pero así supe todo y gracias a Aryan no estoy sola, además el detective Visier está ayudándonos también, él fue de gran ayuda para salvarte.

—¿Aryan sabe de tus sueños?

Asentí.

—Por eso había sido arrestada cuando ocurrió lo de Mila, creyó que yo estaba involucrada y por eso lo sabía, pero él con sus propios ojos pudo comprobar que yo no tenía nada que ver, optó por ayudarme y luego lo mismo ocurrió con el detective Visier con el accidente en Beazley.

—¿Allí no ocurrió el accidente en el que nuestros superiores fallecieron?

—Sí— bajé la mirada— Volví a soñar con ellos y esta vez tampoco pude salvarlos... Habíamos llegamos tarde— y una lágrima recorrió mi mejilla.

Mila se levantó y me envolvió en un abrazo.

—No es tu culpa, lo hubiera sido si no hubieras hecho nada, pero estoy segura de que al igual que con nosotros, no te rendiste e hiciste todo lo que estuvo a tu alcance y eso no te hace culpable, te hace alguien maravillosa porque eso eres para nosotros así que quita esa culpa, porque culpable son los que nos hirieron no tú que nos salvaste.

Correspondí el abrazo.

—Gracias.

Mila limpió mis lágrimas y se quedó sentada a mi lado.

—Es loco— dijo Keb.

Sonreí.

—Dímelo a mí.

Ambos sonrieron.

—Aun así, estoy agradecido contigo y Aryan, siempre recordaré todo lo que hicieron por nosotros.

—Por cierto, ¿cuándo será su boda?— preguntó Mila.

Reí.

—¿La boda de quién?

—Tuya y del detective Frago.

—Si, ya deberían casarse— dijo Keb.

—Opino lo mismo— dijo Narel desde el mostrador— Por cierto, espero que vayan a mi boda.

—¡Yo no!, ya demasiado la tolero en el café— respondió Kaein divertido.

Reímos.

—Allí estaremos— le respondió Mila.

Luego de charlar, charlar y más charlar, despedí a Keb y Mila, aún debía terminar con el trabajo en el café.



#2540 en Thriller
#1362 en Misterio
#946 en Suspenso

En el texto hay: asesinatos, premoniciones, crimenes y asesinatos

Editado: 02.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.