Capitulo 23: El imitador (2/4)

“¿Tal vez sea ‘Heavy Rain’ el juego que buscas? Sus características son similares y he consultado con otros colegas que saben de juegos y también han dicho que puede tratarse de ese”

“¿Qué puedes contarme acerca de la historia?”

“El primer personaje se trata de Ethan, un padre que vive con su esposa y sus dos hijos. Pierde a uno de ellos en un accidente y su matrimonio se desmorona. Comparte custodia compartida por el segundo hijo, él cuál desaparece estando al cuidado de él. Por otro lado, hay un llamado “El asesino del Origami” quien asesina a niños pequeños de casi ocho a diez años y deja figura de Origami a sus padres. Otro personaje es un detective privado que investiga el caso (el hombre calvo y robusto), luego el joven que es un agente del FBI a cargo del caso y por último la mujer que es un periodista. Al final se descubre que el asesino es el investigador privado, la razón es porque su padre comete negligencia en contra de su difunto hermano… Fue como una manera de vengarse”

“Vaya juego, gracias, Jay”

Me encontraba frente a mi laptop y la encendí. En buscador escribí el nombre del juego.

Varias páginas aparecieron con información. Era tal como lo había dicho Jay, pero me centré en algo particular. “El asesino era un detective privado”. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Debo avisarle a Aryan y Canek pero sentía miedo, sentía mucho miedo.

D-1: Un día antes de la boda de Narel.

“Debo hablarles”

Envié en un mensaje a Aryan.

“Iremos al café durante el receso”

...

—Ya en serio, ¿qué relación tienes con mi hermano?— interrogó Kaein acercándose al mostrador.

—¿Ya está aquí?

Kae asintió.

—¡Dime!— exigió.

Alcé los hombros mientras realizaba un gesto de ignorancia.

Salí detrás del mostrador y me dirigí hacia el exterior del café.

Aryan y Canek se encontraban acomodados en una de las mesas exteriores.

Sonreí sin ganas al verlos.

—Ha pasado algo, ¿verdad?— preguntó Aryan con preocupación.

Saqué las notas del bolsillo del uniforme y las situé sobre la mesa.

Dirigieron la mirada hacia las notas.

—¿Otro sueño?— preguntó Canek.

Asentí. Me encontraba más callada de lo normal.

—¿Qué ocurre, Loa?, ¿qué es lo que te asusta?

Aryan sabía que algo andaba mal.

No dudaba de ellos, pero sentía miedo. Cualquiera, con una placa policial, era el potencial asesino.

—Es solo que es difícil— mi voz se quebró.

—Loa, estamos juntos en esto— consoló Canek.

Bajé la mirada.

—No es que no confié en ustedes, pero el presunto asesino puede llegar a ser un detective.

Levanté la mirada y ellos se observaron entre sí.

—¿Cuándo lo soñaste?— preguntó Aryan en tono sereno.

Suspiré.

—Hace un días.

—¡Loa!— Koby enunció en tono de regaño.

—Lo se y realmente lo siento— saqué las características del juego y las puse sobre la mesa.

—¿Dé que se trata?— interrogó Aryan.

Tomé asiento al lado de Canek.

—Había un hombre frente a un videojuego— señalé la nota— Eso es lo que recuerdo acerca del juego y según el esposo de Narel, puede que se trate de un videojuego llamado ‘Heavy Rain’. En el sueño, el asesino del videojuego tiene una frase característica: “¿Qué serías capaz de hacer por tu hijo?”. Luego el hombre se dirige a un centro comercial y se centra en una familia compuesta por los dos padres y un niño… luego se oyen los gritos de sus padres. El hombre y el niño ya no estaban.

—Lluvia—repitió Canek casi inaudible mientras observaba las características.

—¿El juego tiene algo que ver?

—Él repite la frase característica del asesino antes de que el niño desaparezca. El asesino del juego resulta ser un detective privado. No tuve indicios de que el verdadero asesino lo sea, pero por alguna razón, presiento que está tratando de imitar al asesino del juego y por eso creo que se trata de un detective.

—¿El niño desaparece en el centro comercial?

Asentí.

—En el juego, el protagonista general, es un padre que pierde a uno de sus hijos en un accidente que ocurre fuera de un centro comercial, pero antes de eso, el niño desaparece y su padre comienza a buscarlo desesperadamente.

—Entonces, el centro comercial es la clave— comentó Canek— Ahí es donde ocurre el secuestro, ¿verdad?

Asentí.

—¡Entonces estamos condenados!— exclamó Canek frustrado— ¡Será imposible de encontrarlo a tiempo!

—Estaba pensando en esperar— sugerí.

—¿Esperar?

—Si los padres denuncian la desaparición, entonces podremos hacer algo al respecto.

—¿Y si vuelve a pasar en otro lado que no sea aquí?, hemos estado rodeados de cientos de personas en Beazley— Aryan apoyó su cabeza entre sus manos.

—No había pensado en eso.

—¡Podemos pedirle ayuda al detective Cohan!

Aryan me observó esperando una respuesta.

—No quisiera que más detectives se involucren— respondí.

—Tienes razón, esto es más difícil de lo que pensé.

—Los niños que mañana asistan a la boda de Narel serán potenciales víctimas— mi tono se apagó— No debería asistir.

—No puedes hacerle eso a Narel.

Canek sacó su teléfono y comenzó a buscar algo en el.

—¿Cuándo se supone que es el secuestro?— preguntó Canek si apartar la vista de su teléfono.

—El día después de la boda de Narel.

—Bien— colocó su teléfono en medio de la mesa para que ambos podamos visualizar lo que estaba buscando en él.

En él se mostraba el clima.

—Es solo una idea, pero si es como lo pienso— señaló el día lunes, un día después de la boda de Narel— Este día estará soleado, por lo que solo realizará el secuestro, entonces— señaló el jueves— Esté día que lloverá será.

—¡El día del asesinato!— exclamé.

Koby asintió.

—¿Y si estamos equivocados?— preguntó Aryan cabizbajo.

—Según lo que leí del juego, el asesino busca primordialmente llevar a los padres a situaciones extremas para poder salvar a sus hijos, su objetivo principal no es asesinarlos, pero lo hará si los padres no pasan las pruebas.

—¿Entonces solo podemos esperar?— preguntó Aryan.

—Y rezar para que las cosas sean de este modo.

Aryan observó su reloj.

—Debemos regresar al trabajo, aún hay tantas cosas para hacer y retirar el traje para la boda está entre ellas.

—También debo ir a retirar el vestido de dama de honor. Me encantaría estar más emocionada por Narel, pero no puedo evitarlo.

—Confiemos en que todo saldrá bien para que la próxima boda— Canek se levantó de la silla y comenzó a alejarse lentamente— ¡Sea la de ustedes!, nos vemos mañana, Loa— y corrió hacia el vehículo.

Aryan y yo nos miramos.

—Debo seguir trabajando— comenté torpemente.

—Sí, también debo irme— respondió nervioso— Mañana nos vemos— saludó sin dirigir la mirada.

Ambos se retiraron y yo continué con el trabajo.