Dan levantó la mirada y una mirada pérdida se apoderó de su rostro.
—¿Algo más? — enuncia Dan con su mirada fija en dirección a la entrada principal de la estación.
Jay rápidamente levanta su cabeza y lo observa con desentendimiento.
—¿Qué? — interroga Jay, pero no tardó en notar que otra visualización vino a él.
Jay dio una rápida mirada alrededor de la recepción para comprobar que nadie estuviera cerca y es que podrían pensar que Dan no estaba en sus cabales, pero volvió la mirada hacia el cuándo comprobó que no había nadie a su alrededor.
Segundos después, Dan sale detrás del mostrador de la recepción y camina hacia la salida de la estación y avanza unos cuantos pasos. Con su mano derecha toma algo en el aire para posteriormente bajarla a la altura de la cintura y suspenderla por algunos segundos.
Jay camina en dirección a Dan y se limita a observarlo, verificando ocasionalmente que no hubiera nadie alrededor.
Dan acomoda su mano derecha a un lado de su cuerpo y retoma su postura firme.
—A esta hora no hay nadie quien pueda venir por ayuda, pero si tienes una rueda de repuesto puedo cambiarla. He aprendido algunas cosas trabajando aquí— esboza con ralentización.
Jay se ubica frente a Dan y al observarlo detenidamente nota algo curioso, cuando se encuentra en ese estado no parpadea en ningún momento.
—Solo tomará unos segundos reemplazarla— vuelve a oír la voz de Dan.
Jay larga un suspiro.
—¿Qué estará ocurriendo? — se pregunta en un susurro.
En ese preciso momento, Dan se acerca hacia él y con una mano rodea su cuello, mientras que con la otra cubre su boca y nariz.
—¡Dan! — esboza en un grito casi inaudible.
Presiona con más fuerza e intenta zafarse desesperadamente, el aire comenzaba a faltarle.
Recuerda una de las enseñanzas que había aprendido en la Academia y es que cuando te encontraras en una situación similar, debes golpear al victimario fuertemente con uno de tus codos en la boca del estómago, por lo que Jay golpea a Dan con fuerza para lograr zafarse.
Ambos se separan abruptamente y Dan inhala una gran bocanada de aire al tiempo que su respiración se acelera y presiona su estómago con ambas manos, mientras que Jay repite su acción e intenta normalizar su respiración.
Se observan mutuamente completamente pasmados.
—No creo poder acostumbrarme a esto— se quejó Jay.
Dan lo observa con pavor.
—¿Te he hecho daño? — interroga mientras una mueca de dolor se hace notar en su rostro.
—Estamos a mano, no te preocupes— consuela—Pero, ¿qué ha ocurrido?
Dan se silenció brevemente y las escenas invadieron su mente.
—La enterrará viva— responde con la angustia impregnada en su mirada.
Jay se quedó en silencio y niega con la cabeza, se encontraba tan abrumado como Dan.
—¡Agentes Tormen y Downie! — oyeron a sus espaldas.
Al girarse observaron al jefe de equipo.
—Si, líder— respondió Dan mientras intentaba alejar los pensamientos de la visualización.
—Vayan a casa por hoy, buen trabajo— el agente Caum se despidió con un gesto y regresó hacia la estación.
Jay se acercó hacia Dan y palmeó su hombro.
—Hagamos nuestro mayor esfuerzo para salvarla.
Dan cerró sus ojos momentáneamente para seguidamente abrirlos y asentir.
—Recuerda lo más que puedas y mañana iniciaremos la misión rescate.
Dan observa a Jay y forma una sonrisa de alivio.
—¿Por qué me observas así?, es extraño— se queja.
—Eres increíble— responde Dan—Realmente lo eres, Jay. Ahora eres el primero en salir al rescate, no sé honestamente qué haría sin ti.
Jay lo observa detenidamente.
—Wow, el cansancio te vuelve realmente extraño. Nos vemos por la mañana— se despide.
Jay camina hacia el estacionamiento y abre la puerta de su vehículo, pero se gira hacia Dan antes de adentrarse en él.
—¡Dan!
Dan gira la mirada hacia Jay y realiza un gesto de pregunta sin emitir palabra.
—Tú eres más increíble.
Dan sonríe ante su halago y se gira nuevamente para caminar hasta su vehículo.
—Creí que tardarían años en arreglarte— comenta en lo alto.
Ingresa a su vehículo y se dirige hasta su departamento.
Una vez que llega hasta su departamento cae rendido en su litera y otro día más llega a su fin.
...
Al día siguiente Dan despertó a primera hora de la mañana y luego de efectuar sus necesidades básicas se acomodó para tomar el desayuno con el canal de noticias como acompañamiento.
—Continúan las interrogantes acerca del libro que sigue causando revuelo desde su publicación— Dan levantó la mirada hacia el televisor— ¿Qué puedes decirnos acerca de esta historia tan llamativa y porque causa tantas interrogantes, Gautier?
La cámara enfoca a otro comentarista y mientras disfruta de su desayuno, Dan presta atención al canal de noticias.
—El verdadero misterio se centra en el escritor o escritora y es que debido a esta interrogante ha llamado gratamente la atención.
—Y no solo por el misterio que gira alrededor del escritor— vuelve a comentar el primero.
—Exactamente, Hansen. El mismo autor comenta al inicio de la historia que ha sido basada en hechos reales, lo cual resulta ser realmente difícil de creer.
—No estamos seguros si se trata de una gran estrategia de marketing o si realmente está basado en hechos reales, pero de lo que sí estamos seguros es del gran éxito que continúa girando alrededor de "Señales de Medianoche" escrito por el misterioso escritor "LU".
Dan apagó el televisor y limpió la mesa de desayuno para posteriormente alistarte para dirigirse hacia la estación policial.
Se encontró con Jay al llegar a la estación.
—Bien, ¿qué es lo que sabemos? — interroga Jay en referencia a la visualización.