Presa de ti ©

Capítulo 11

-Ahh

Ethan gime mientras sigo estando arriba de él, teniendo el control de todo.

-Ohh vamos sigue así, amor - alienta y me muevo más rápido, ahogo sus gemido y los míos besándolo. 

Me separo llevándome entre mis dientes su labio inferior y gimo en alto cuando Ethan de solo una estocada me hizo bajar completamente. 

Solo bastaron otras dos embestidas y explotamos juntos en un placentero orgasmo. Rasguño sus hombros y él jala mi cabello. 

Agotada me dejo caer en su pecho cubierto de una fina capa de sudor y tratado de regularizar mi respiración. En eso un llanto se hace escuchar por toda la habitación y me bajó de encima suyo para palmearle el hombro.

-Vas tú - digo con la voz entrcortada.

Sin decir nada mas que respirar hondo se levanta, se pone el bóxer y antes de salir me apunta.

-Ve a ducharte, ya.  

Asiento y la puerta se cierra, apago el radio para después levantarme e ir lo más rapido al baño. Me ducho en menos de cinco minutos y terminando de secarme, paso al armario solo a ponerme bragas y una blusa de tirantes.   

Me desconserto cuando la veo mojada, Sebastian tiene hambre y mi cuerpo lo sabe.

Sonrío y salgo por el armario, lo primero en captar es a un Ethan semidesnudo arrullando a mi bebé. 

Él me ve, sonríe y hace una seña de que me acerqué. Lo hago lento, llegando a su altura beso la cabecita de mi angelito y después al monstruo en su comisura de los labios. 

- Dame.

Levanto mis brazos y él me lo deja encima. Voy hasta mi lugar en la cama y me acuesto de lado con delicadeza. 

Sebastian se encuentra despierto, con sus hermosos ojos color gris me observa. Toco su nariz con mi dedo y él abre su boca, me derrito de ternura.

Sin más demoramientos bajo los tirantes de mi blusa y acerco a un hambriento bebé, si sigo dándole tanta leche se pondra gordito. 

Río levemente al imaginarlo con sus piernas gorditas, sus cachetes inflados y rojitos...hecho todo una bolita de carne. 

-¿Por qué tan risueña, zanahoria? - pregunta Ethan viéndome, esta cayendo y se le nota en su voz somnolienta.

Niego y regreso la vista a mi bebé, escucho un bostezo por parte del monstruo y suspiro abrazando a mi bebé delicadamente.

Nunca imagine estar así de tranquila con Ethan, recuerdo haber supuesto que para este tiempo estaría en alguna parte de Inglaterra con Harry....

¡Harry!

Dios, lo habia olvidado por completo. ¿En que habitación estará?, ¿Habra escuchado algo?

Preocupada y algo triste ya que Sebastian se vuelve a quedar dormido lo separo de mí. Lo acerco a Ethan y me levanto de la cama, pongo mi almohada para evitar un accidente y me muevo hasta el armario para ponerme un short de tela. 

Salgo de la habitacion verificando primero que mi monstruo este dormido, bajo a la primera planta y camino a la cocina, tanteando la mesada junto con la pared llego al refrigerador, lo abro y saco la jarra de agua.

Cierro dejando la estancia a oscuras, me acerco a donde creo haber visto el interruptor y lo aplasto. Ahora si miro todo bien, dejo la jarra sobre la mesada y voy por un vaso, me sirvo agua mientras me siento en un taburete.

No puedo creer que haya olvidado que Harry estaba con nosotros, bajo el mismo techo...mi pecho se oprime, le habia dicho que lo amaba. Solo espero y si lo llego a ver no me mire mal o ni siquiera me preste atención.

Bebo toda el agua de una y golpeo despacio con la palma de mi mano, la frente.

Estupida.
Sucia. 
Mentirosa.
Cobarde. 

Por cada insulto hacia mi persona tambien un golpe, el nudo se hace presente en mi garganta y agacho mi cabeza. Subo mis brazos para esconderme y el primer sollozo se escapa de mis labios.

Los recuerdos me llegan de golpe a la cabeza, imaginando lo que decía después de que Ethan me encontró, lo que Harry me prometió en la habitación del hotel. Cada cosa dicha y pensada por nosotros, odiando a Ethan...

Si, es la persona que arruino mi vida, pero no puedo odiarlo. A veces lo que pensamos y decimos es producto de los sentimientos de ese momento. Recuerdo haberle dicho que lo odiaba porque había visto y creido que Harry estaba muerto. 

Pero yo no puedo odiar a nadie, no está en mi. Por más daño que me hagan no podría guardar odio, rencor o enojo. No es sano y para que tu mente este tranquila es mejor olvidar lo sucedido, no darle mucha importancia. 

Al fin y acabo el daño es constante como para que me detenga en cada uno y me mortifique la mente, se de sobra que nada de lo que estoy viviendo ahorita es normal, es saludable o siquiera está bien.

Ethan está enfermo, necesita ayuda pero creo que decírselo...desataría al monstruo de nuevo, porque lo último que las personas enfermas de la mente quieren oír es que esta loco, que es un psicópata. Que le urge estar encerrado en un manicomio o en algún hospital psiquiátrico. 

Quiebras la poca cordura que les queda, se ciegan, su mente juega con esas palabras convirtiéndolas en emociones negativas. 

Y ya no estoy en condiciones para seguir retándolo, suponiendo que puedo librarme de él, que si lo logro podré vivir en paz con mi bebé en alguna parte del mundo. Pero volvemos a lo mismo, él no está bien, no es una persona que aceptaría y dejará pasar que me fui de su lado. Yo siendo su obsesión, siendo su esposa, madre de su hijo. 




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