Ethan
- Vayan con cuidado - lo digo directamente a Will, mi hermana esta embarazada y no quiero accidentes.
- Claro hermano, hasta pronto.
Asiento y me incorporo, miro el carro salir de casa y voy hasta el mio para aplastar el boton que cierra las puertas de metal.
En cuanto saco la cabeza del carro me empieza a doler, sobo mi sien y entro a casa. Mis dos zanahorias van subiendo las escaleras, llego hasta ellos antes de que terminen y cargo a Sebastian.
- Papi - me abraza por el cuello y sonrío.
- ¿Te divertiste, zanahoria? - le pregunto y termino de subir las escaleras.
Asiente y se acuesta bostezando en mi hombro. Camino a su cuarto, lo arropo y revuelvo su pelo.
- Descansa, hasta mañana.
- Adiós papi.
Ya no contesto y salgo de la habitación apagando la luz, entro a la que comparto con Hannah y al estar adentro, busco con la mirada su persona pero no la localizo.
- ¿Hannah?
- Estoy en el baño.
Sonrío y la cabeza me comienza a pulsar, cierro los ojos tratando de tranquilazarme y asi me muevo hasta el baño.
Al llegar frente al espejo noto como me voy distorsionando, mi cabello desde hace tiempo a empezado a cambiar de color. Un rubio cenizo, como...Ian.
- Listo, es hora de que duermas - niego y me recargo en el lavamanos - Es necesario, estas muy débil.
- No es cierto, déjame.
No es la primera vez que me quiere arrastrar a la oscuridad, pero he sido más fuerte que él.
- Hannah es mía, los hijos que espera son míos - aprieto la cerámica y trato de desconectarlo como siempre.
- Es mi cuerpo, yo entre en ella. ¡Es Mía!
Grito y me atrevo a ver mi reflejo, no hay rastro de mí, solo Ian.
- ¿Ethan?, ¿Qué pasa? - la voz preocupada de Hannah me hace voltear a la bañera.
- Lo siento...
Se queda desconcertada y caigo de rodillas al suelo. Grito de dolor y siento la oscuridad envolverme.
No, otra vez no, por favor.
Ian
Abro los ojos y me recompongo del suelo, las rodillas hormiguean un poco por culpa de Ethan, se ha dejado caer el idiota.
Volteo al espejo viendo mi reflejo, sonrío cuando noto mi cabello casi en su totalidad rubio cenizo. Desabrocho la camisa y la dejo caer.
Acaricio mi abdomen y la cicatriz hecha por Hananh, este soy yo. Es mi cuerpo, siempre lo ha sido.
Estaba concentrado en observarme que el ruido del agua moviéndose hace que gire de golpe mi cabeza. Habia olvidado que mi gatita estaba ahí.
Se mantiene recostada en la tina, la espuma cubre su cuerpo.
- Hola, gatita - saludo en un tono meloso, noto como traga saliva - He vuelto ¿Me extrañaste?
- Ian.
- Ese soy yo.
Le regalo una sonrisa completa con dientes, me agacho a desabrochar las agujetas de los zapatos y me los quito, dirijo mi mano a la hebilla del cinturón sin quitar la vista de Hannah, que solo mira mis movimientos.
- ¿Puedo entrar con ustedes? - pregunto sin interés de saber si quiere, río levemente en cuanto niega frenéticamente.
Dejo caer el pantalón y me despojo de los calcetines para meterme a la tina detras de ella, obligatoriamente se tuvo que hacer para adelante.
Puso sus manos en cada esquina haciendo el ademan de levantarse, pero la retuve sin ejercer tanta fuerza por su vientre.
- ¿A dónde crees que vas, gatita? - la siento entre mis piernas, subo un poco mis brazos para no dañar a las vidas que carga y la estrujo.
Pegandola por completo a mi pecho, beso con desespero su cabeza, bajo por su cuello y hombro izquierdo. Tantas ganas retenidas de besarla, varias veces pude salir pero era en el trabajo.
Fuera de casa, donde Hannah no estaba. Dónde no podía ni alcanzaba tan siquiera verla o tocarla.
- Me lastimas...- jadea, gruño en su oído causando que solloce.
- Shh...no planeo tal cosa - aflojo mi agarre y con una sola mano tomo su quijada - Si te comportas como ya sabes conmigo, nada malo les sucedera - se retuerce y aprieto el agarre en su quijada, pego mi boca a su oreja para seguirle advirtiendo - No busques que te lastime a ti y a los bebés, me importa muy poco tu estado, una inadvertencia de tu parte sea cuando sea o por lo que sea, habrá castigo.
Relamo mis labios, beso el lobulo de su oreja y ella encaja sus uñas en mis brazos. Sonrío y bajo mis manos hasta su hinchado vientre, trillizos, mi gatita trae tres vidas que pronto conocerán el mundo de mierda en el que vivimos.
- A...mí, ellos n-no - su voz quebrada suplicando que no dañe a los bebés, me encendio.
- Relájate pues, estas toda tensa - me recuesto y después acaricio su pelo del color que me encanta, jalo despacio obteniendo un quejido pero a los segundos capta y se acuesta en mi pecho.
Su corazón logro sentirlo, late desenfrenado tal como su respiración es irregular. Extrañaba hacerle sentir miedo a mi persona, que llorara al ver mis intenciones con ella y lo mejor de todo, leer en sus orbes verdes todo lo que quiere gritarme y no se atreve.
Curiosamente, el odio nunca lo he percibido. Sigue siendo tan pura como la primera vez que la vi.
- Me hace daño estar mucho tiempo en el agua - ruedo los ojos al escuchar su susurro, vuelvo a besar su hombro.
La levanto de mi pecho y salgo de la tina, me quito el bóxer mojado y entro a la regadera para una ducha rápida. A través del agua veo la silueta de Hannah moverse al armario con una toalla enrollada en su cuerpo.
Dejo de verla y me baño más rápido. Al salir, seco mi cuerpo y sujeto la toalla alrededor de mi cintura. Camino al armario y me pongo solo un bóxer junto con un pants.
Regreso al baño para dejar la toalla colgando en la puerta de la regadera y limpio todo rastro de agua en el piso. Terminando cepillo mis dientes y apago las luces, salgo al cuarto donde mi gatita ya hace acostada en la cama.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020