Presa de ti ©

Capítulo 14

Hannah

- Podemos hablarle a la que fue mi nana - se me vino a la mente y me gusto la idea.

Luke hizo un mueca y luego negó.

- ¿Por qué?

- La persona que te vio siendo feliz con tus padres e irradiando armonía a tu alrededor, no podrá con lo que vives ahora - ahora yo hice la cara larga, tiene razón. No quisiera que vea como vivo ahora.

- Entonces...¿Pondremos un anuncio en internet?

- Buena idea, solo deja se la comunicó a los demás - asiento y dejandolo susurrar me acomodo mejor en la cama.

Esta panza es más grande que cuando tenía a Sebas, sé que puede ser normal porque traigo tres vidas en vez de una. Sonrío ante eso y acaricio mi panza para luego poner atención a Luke.

- Pero esta embaraza, no puede sola - dice apretando la mandíbula, ya me imagino que le estará diciendo Ian.

- Vale, de acuerdo.

Se soba las sienes por unos minutos, respira hondo y se gira conmigo.

- ¿En qué quedó?

- Ian se encargará mañana, quería dejarte todo a ti pero lo convencí de que todavía no puedes y ya dijo que él se encargaría - me sonríe al final, lo imito y me acerco a él.

Lo abrazo por la cintura y pongo mi cabeza apoyada en su pecho. El igual me rodea con su brazo para al final darme un beso en la frente.

- Descansa.

Le susurro lo mismo, alzo mi cabeza para besar su barbilla y volver a la misma posición.

El calor de nuestros cuerpos se hace presente, doy un pequeño bostezo y entro al mundo de lo sueños. Estos nenes me cansan el triple.

 

***

 

Me quejo y llevo mi mano a mi vientre, andan inquietos y no dejan dormirme.

- ¿Hannah? ¿Todo bien? - otra mano se posa encima de la mía, siento otra patada y él también pudo percibirla - Se están moviendo.

Asiento, me levanto somnolienta a orinar y le resto importancia con mi mano a...quién esté conmigo porque quiso acompañarme.

- Solo quiero hacer pipi.

- De acuerdo, estaré aquí por si ocupas algo - eso ultimo tuvo que medio gritarlo, yo ya estaba sentada orinando.

Estoy en duda si sigue siendo Luke o ahora está James, porque Ian no lo es. Ni se preocuparía en levantarse.

Lavo mis manos y regreso a la habitación por el armario ya que agarre un suéter de Ethan, me queda holgado a pesar de la panza.

Tenía intenciones de salir de la habitación pero se interponen diciendo mi nombre.

- Ire con mi bebé...- deje las palabras en el aire, quería que me dijera su nombre.

- Luke.

Sonreí y salí de la habitación, se me hacía raro que no estuviera entre nosotros a estas altas horas de la noche. Revise su cuarto, estaba profundamente dormido.

Bese su cabecita y me fui de ahí, paso de largo nuestra habitación y bajo con cuidado las escaleras.

- Dejen de patear a mamá - hable bajito sobando mi panza. En momentos duele por sus movientos.

Llegando a la cocina agarro un vaso y bebo agua, regresando la jarra dentro de la nevera, me quedé viendo la bandeja pequeña con lasaña de hace unos días.

¿Quieren comida? ¿Así dejaran de patearme?

No espero respuesta y saco la comida, también el frasco de mantequilla de maní y mermelada de frambuesa. Mientras calentaba a fuego lento la lasaña comía un pan con esas dos cosas embarradas a cada lado.

Escuche la voz de mi príncipe como eco, sonreí y puse a calentar agua para hacerle un biberón.

- Y...se subió a comerme - tenía los ojitos hinchados y brillosos, Luke se lo acurruco en el hombro y acaricio su espalda.

- Ya no hay monstruos, mamá y papá te cuidan.

Me acerco a darle un beso en la cabecita, después apago la lasaña y el agua, preparo el biberón y noto que Luke se robo mi bocadillo nocturno.

- Esta bueno, nunca lo había probado juntos.

Lo miro acusadoramente y revuelvo el biberón, se le entregó y este me guiña el ojo. Saco mi lasaña del sartén para luego yo sola disfrutarla. 

Terminando y con un Sebas somnoliento subimos a nuestra habitación directo a la cama, mis bebés ya no se movieron. Por fin, se han vuelto a dormir y así podré hacerlo yo también.

Bostezo y siento un beso fugaz en mi frente, Sebas se queda entre medio de nosotros y el sueño se hace presente. Mis párpados se van cerrando solos, en una de tantas parpadeadas juro a ver visto sonreír malévolo a Luke, que no sería él sino Ian. 

- Duerme, mi hermosa gatita. 

Susurro un "no", abrazo a Sebas y no queriendo me sumerjo en la oscuridad.

 

***

 

- Ahh

Gime en mi oído y yo suplico a quien sea que pueda escuchar mis pensamientos que se detenga. No está embistiendo fuerte para que mi intimidad me duela, pero mis brazos, piernas, cuello y boca arden horrible.

Una lagrima traicionera baja por un costado, mojando a Ian y haciendo que este ría lento macabramente. Su lengua pasa por el mismo camino que la agua salada bajo, besa mis párpados húmedos y ataca de nuevo mis labios, robando gemidos de dolor por sus succiones que hace sangrar.

- Te dije que no te resistieras, la única que pierde aquí eres tú - habla bajito con un tono de burla, empieza a aumentar el ritmo de sus embestidas haciéndome daño.

- Ian, pa-para...

- Si, eso, tartamudea gatita. Me encanta. 

- Ahh

Gimo de dolor y es lo último que hago, los puntos negros se hacen presentes y con ellos los movientos frenéticos de mis bebés.

- Dulce sueños.

Con su maldita risa resonando en mis oídos y cabeza, la oscuridad vuelve a tragarme obligadamente. 

- De acuerdo, gracias.

- No hay de qué, con permiso.

Mi consciencia regresa, hago una mueca por el dolor pero no me muevo ni género ruidos. Sé que me mira y también no tardará en darse cuenta que he vuelto.




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