Hannah
Estamos cenando el especial de la casa, mi platillo favorito. A mí bebé le pedí arroz con papas fritas, normalmente no hacen pero hicieron la excepción con nosotros.
Le agradecí al chef y este encantado se las dio a Sebas, comía lentamente.
El que me mantiene intranquila es Ian, no deja de ver a la mesa de mis tíos. Seguí su mirada en una de las veces que vio para allá y note que a quién miraba, era a Alyson.
- Ian.
Lo llame, me ignoro y tome su mano por encima de la mesa. Parpadeo como saliendon de un trance y sonriente se giró a mí.
- ¿Si? ¿Me estabas hablando? - su tono de voz cambio, esto me empieza a preocupar.
- ¿A quién miras tanto? - oh no, esa sonrisita burlona.
- ¿Por qué te interesa? ¿Celosa?
Evito poner los ojos en blanco, sonrío de dientes cerrados y aprieto su mano.
- Deja de ver a mi prima menor como si te la quisieras follar - hablo bajo pero firme, a este se le hace más grande la sonrisa.
- Estas celosa - ríe y toma de su copa de vino tinto, vuelvo apretar su mano.
- No, Ian.
Su mirada no era para nada dura, después de decirle eso su semblante cambio. Empezó apretar mis dedos e hice una mueca.
- Tú no me das órdenes, yo hago lo que se me venga en gana - dijo entre dientes y soltó mi mano, para no llamar la atención la retire despacio.
Mis dedos pulsan, maldito monstruo acosador.
No pude aguantar mucho su mirada enojada y poco dilatada, desvíe mis ojos con mi bebé que se comía con los dedos cada grano de arroz.
- ¿Quieles? - me ofreció uno, sonrei y puse mi mano.
- Gracias, amor. Pero para eso esta la cuchara - se la puse en la mano - Come.
Al momento de querer agarrar se tira el arroz en la cara, sin dramatizar le limpio con la servilleta y decido darle yo la comida.
De reojo noto que Ian ahora no deja de mirarme, trago saliva nerviosa. Esa mirada la conozco muy bien, esta enojado, furioso, indicandome que va ser una noche dolorosa.
Mierda, no debí hablarle así, pero no sé porqué me molesto que mirará a Alyson, no son celos ni miedo a perderlo más bien preocupación de que vaya hacerle algo a una niña.
***
- Claro, tía yo se lo dire.
- Bien, cuidate mi niña. Hasta pronto.
Me dio un beso en la frente y fue con Ian a despedir mi bebé.
- Te extrañe mucho, espero verte en la boda de Jade - habla amablemente Alyson abrazandome.
- Yo igual te extrañe pequeña, nos vemos en la boda - le guiñe un ojo y brinde una sonrisa.
Me la devolvió débil, entreabrio sus labios queriendo decir algo y me alerte por completo cuando sus ojos azules se apagaron poniéndose brillosos.
¿Va a llorar? Oh no, mi niña esta asustada.
Sin demora la abrazo fuerte, acaricio su espalda y oigo como sorbe la nariz.
Le hago una seña a Caleb - su novio - para que se acerque.
- ¿Qué paso? ¿Por qué tiembla?
- Alyson, tranquila hermosa. Él no te molestará - rompo el abrazo pero ella no lo hace. Acaricio su pelo y me entran ganas de llorar cuando suspira y empieza hablar entrecortado.
- Lo sentí, feo...en la cena me estaba viendo.
- ¿Aly? ¿Amor? - se notaba preocupación en su voz.
- Lo sé, no te preocupes no dejaré que se te acerque - beso su mejilla y me sonríe.
Por fin relaja sus brazos y se abraza a su novio que la rodea protectoramente y besa su cabeza, un grito de Sebas me alerta y mis sentidos se agudizan, lo busco por todos lados.
- ¡Mami!
Llega de la nada y se abraza mis piernas riendo y dando saltitos. Quedo confusa pero en eso veo a los gemelos en cuclillas simulando ser animales.
- Grr
- ¡No! - mi bebé esta alterado y no deja de reirse, no estaba aplicando fuerza y en cuanto se movió brusco para esconderse me empujo causando que perdiera el equilibrio.
- ¡Hannah! - ya sentía el suelo, abrace mi panza y cerre los ojos esperando el golpe que nunca llego.
- Me diste un susto de muerte - oí una voz frente a mí, abrí los ojos topandome con Ian.
- ¿Llegaste a lastimarte? - negue y me recompuse, voltee para agradecer a quién me salvo.
- Gracias, Dylan.
- No te preocupes, nosotros estábamos jugando con Sebas.
- Tranquilo, estoy bien.
- Llegaste a tiempo copia - menciona Noah, este lo mira mal.
- Callate y vámonos que mamá ya esta cansada - se despiden de mí y se van empujandose el uno y el otro.
Río por eso y busco a Ian que se me perdio de vista. Giro mi cabeza a todas direcciones y lo veo ya que todos suben a los autos.
Con su mano y agitando la de Sebas, despide a la família. Me acerco y también lo hago, los carros arrancan e Ian suspira.
- Vámonos - anuncia alegre, lo miro mal pero no me sorprende.
Caminamos al auto y el chofer se percata de nosotros, deja de recargarse en la puerta y nos abre.
- Gracias.
- De nada, señorita.
Me introduzco al carro con su ayuda, Ian lo hace después con mi bebé y la puerta se cierra.
Suspiro recostandome en el asiento, me quito los zapatos con dificultad pero siento un gran alivio cuando ya no estan.
De reojo veo a Sebas querer pararse, mi monstruo lo complace y este se para pensé que se iba a poner a brincar pero le toca la cara por unos ratitos y se va recostando en su hombro balbuceando.
Ian lo imita y da palmaditas a su espalda, mis ojos se sienten pesados. Aunque ya quiera dormirme no debo, si me llega a cargar también querra despertarme y no sé di todavía trae rabia contra mí por lo que paso en la cena.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020