Hannah
- Entonces ¿Solo estos tres? - pregunto a mi bebé, camina por los estantes con su dedito golpeando levemente sus labios, indeciso.
- Creo que si.
- Podemos venir por más luego.
Asiente y le pido su manita, vamos hasta la caja para ser fila y poder llevarnos estos libros de cuentos para niños.
Después de aquí tenemos que ir por Sebas al colegio, hoy le toco salir a Ian que está en el carro con mis restantes bebés y eso me tiene inquieta como siempre, está lleno de sorpresas.
Solo espero no los esté haciendo peliar, parece niño también él.
Esta loco.
- No estás sola - susurran cerca de mi oído, hace mucho que ya no me asusto así que solo siento como aprietan ligeramente mi brazo, miro de reojo como un papelito me es echado en la bolsa y la señora se aleja.
Frunzo el ceño, iba a ver qué decía el papel, pero llegó nuestro turno en la fila.
- Buenas tardes.
- Buenas - dejo los libros sobre la repisa, ella los tomos y escanea.
Saco el monedero de la bolsa cuidando que no se caiga el papel y noto que mi muñeca marcada está expuesta. Abro mis ojos demás y bajo lo más que puedo disimuladamente la manga del suéter.
- ¿Cuánto perdón? - estaba distaría da que no escuche la cantidad de dinero.
- $10 dólares
- Tome.
- Que tenga un buen dia, vuelva pronto.
- Gracias. Vamos cariño.
Vuelvo agarrar la manita de mi bebé y los libros me los llevo en la mano, hace años que ya no se usan las bolsas de plástico. El planeta poco a poco va mejorando, ya era hora que la humanidad aportara algo.
Salimos de la librería y caminamos al auto que esta cruzando la calle, me da tristeza ver cómo Luke observa su alrededor con maravilla, son contadas las veces que hemos ido a un parque o por helado.
Por lo general es del colegio a casa, siempre en carro. Ethan se ha vuelto controlador, pero no sólo conmigo sino también con sus hijos.
Suspiro y le abro la puerta a mi bebé, me sorprendo al oír risas. Pensé que estarían llorando, Ian le gusta hacer eso.
- Ten, tómalos bien - le entrego sus libros, abrocho su cinturón y entro al asiento copiloto.
- Shh, ya. Guarden silencio.
Ahora los quiere callar, me giro con ellos y les indico lo antes mencionó el montruo, pero con señas.
- ¿Libros? Pensé que comprarían otra cosa.
Nos trajiste a una librería idiota, ¿Qué crees que hay ahí? Ah, lo olvidaba. Ni siquiera has entrado a una.
- A Luke le gustan los libros.
- Igualito a la persona que le dio el nombre.
Ya no digo nada, minutos después llegamos al colegio e Ian se baja a recoger a Sebas.
- Mami.
- ¿Si, amor?
- ¿Es cierto que papi te pega con un palo como si fueras un animal? - cuestiona mi princesa.
Quedo pasmada, abro y cierro la boca sin poder creer que les dijo eso a los niños.
- Recuerda que solo si se porta mal le pega - ríe Alex y le sigue su hermana, que inocentes mis pequeños.
- Papá está jugando, él no se hace eso - río nerviosa, trago saliva y maldiciendo me volteó hacia enfrente.
¡Maldita sea, Ian! ¡Son niños, pedazo de mierda!
Ahh
Respiro fuerte, tranquila Hannah, inhala y exhala.
Escucho la puerta de atrás ser abierta y un sonriente Sebas sube al carro. El ya sabe que tiene que hacer, quitarse la mochila y abrocharse el cinturón.
Ian entra también, se pone la seguridad que tanto le molestaba antes y arranca.
Puse la bolsa en mis pies, la miro pensando en la señora y el papelito.
"No estas sola".
¿Habrá visto la marca morada en mi muñeca?
Espero y no, tendre que ser mas cuidadosa respecto a los moretones causados por Ian en mi cuerpo y cara por Ethan.
Ya no duele, puedo apretarlas con fuerza y no siento dolor, mi cuerpo ya se acostumbró, ya no lloro como antes si se pasaba. Simplemente no hago nada, lo dejo ser y él cree que ya ha ganado.
Bueno, al menos no ha llegado a golpear a ninguno de mis bebés. Eso si no podría dejarlo pasar, nadie me los toca. Sobre mi cadáver.
- Hey - truena sus dedos frente de mi cara.
Parpadeo, me quito el cinturón y agarrando la bolsa bajo del carro.
Mis bebés ya han entrado a casa, paso yo, Ian después y la puerta se cierra. Subo las escaleras llegando a la altura donde esta Luke subiendo con sus libros y le ayudo.
- Mami, ¿Puedo leerlos ya?
- Primero hay que bajar a comer.
Hace una mueca, pero acepta. Acomodamos los nuevos libros en su mesita de noche para luego irse del cuarto dejándome sola.
Agarro su mochila llevándola al armario, lo cierro con seguro y busco el papelito en la bolsa.
No estas sola, los golpes no son amor, no debemos dejarnos dominar por el miedo.
No te preocupes por tu seguridad, nosotros nos encargamos en lo que necesites...solo llama.
Al final esta un número, no estoy dominada por el miedo. Eso hace mucho que no lo siento, solo que no soportaría que dañen a mis bebés.
Ian ya me amenazó con eso, sus palabras fueron: "saldrás por los niños al colegio, en silencio, no hables con nadie si no es necesario y sin hacer estupideces regresaras a casa, recuerda el poder que tenemos, no hagas algo de lo que puedas arrepentirte".
Y él sabe mi debilidad, como podría volverme hacer llorar y gritar de dolor, mis hijos.
Niego y guardo el papel al fondo del estante con ropita. La verdad no sé si vaya a necesitarlo algún día, no pierdo nada con dejarlo ahí.
Suspiro saliendo del armario, afuera esta Ian cruzado de brazos, mierda.
- ¿Qué hacias allá dentro?
- Acomode la mochila de Luke.
- ¿Por qué tardaste tanto?
- No podía...
- ¿Estas mintiendo? ¿Qué escondiste?
Que pesado se puso, hago puño mi mano molesta por este interrogatorio.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020