Ethan: Mundo interno
- Ian, por favor ayúdame.
Trato de chantajearlo, estoy desesperado por arreglar todo aquí adentro para que una vez encuentre a mi zanahoria con mis hijos, no haya peligro.
Ahora eme aquí sentado en el piso que lastima mis huesos con las manos en las piernas de Ian, que me ve indiferente.
- Yo te paso de mi energía, Ethan - propone James, niego y estrujo el pantalón de mi peor personalidad.
- Te necesito, ¿No la quieres encontrar? Así de débil no sirvo.
Lleva una de sus manos a los labios delineándolos, está pensando, de nuevo. Tengo como media hora aquí en el suelo de la sala, Ian está sentado en un sillón con las piernas abiertas yo entre ellas rogándole que se transfiera a mí.
- Estas débil porque quieres, yo no tengo la culpa de que no comas y que hayas roto todo allá afuera.
- ¿Qué no tienes la culpa, imbécil? ¡Hannah, tu gatita se fue con nuestros hijos porque golpeaste a mi princesa! - grite enojado apretando sus piernas, me acomodo y tomo impulso para quedar cara a cara.
- La castigue, tiro comida eso no está bien.
- Si no está bien, pero aplicaste mucha fuerza, entiende Ian.
- Mira, mejor de andar pareciéndote muerto de hambre salte de nuevo, come, haz ejercicio y deja que Sam haga su trabajo.
Agacho mi cabeza, no va a acceder volver a transferirse a mí, ya debió sospechar que algo no está bien, tengo que volver a intentarlo.
- Ian, te lo suplico. Unidos somos mejor que separados, tu energía me servirá para sobrevivir allá afuera. Una vez tenga a Hannah con mis hijos de devuelta volverás a ser in dependiente.
Me siento débil, mis brazos y piernas tiemblan, tomo asiento a lado de Ian con mis piernas encima de las de él, me recuesto en su hombro y suspiro.
Tenme compasión, sé que tienes corazón Ian, estoy hecho mierda por tu culpa...debes componer el daño.
Jadeo de dolor cuando Ian deja caer su mano en mi pierna, lo veo de perfil y voltea.
- De acuerdo, vamos a unirnos.
Sonrío débil, alzo mi mano con la palma abierta y dedos separados, él coloca la suya de igual manera sobre la mía y cerramos los ojos.
No tarda en suceder, grito de dolor, estoy demasiado débil, mi cuarto cae de lado y la respiración se me dificulta.
- Tranquilo, respira, vamos.
Tengo a James y Luke a mi lado, uno toma mi mano que aprieto con todas mis fuerzas y vuelvo a gritar, todo lo que Ian tenía se está esparciendo en mi ser, el proceso llega a su fin, abro mis ojos lentamente mirando borroso, James se encarga de limpiar el resto de lágrimas.
Trago saliva en seco, respiro hondo y me levanto con dificultad. El cuerpo o estuche de Ian se ha quedado recostado en el sillón, me suelto del agarre de Luke y corro a la cocina.
- ¿Ethan? - escucho la voz preocupada de Luke.
- ¿Todo bien, qué pasa? - le sigue James.
Saco de uno de los cajones un cuchillo carnicero, regreso a la sala y ellos me miran confusos.
- Ian, no volverá a existir.
- ¿Qué?
- Ethan, si lo haces su personalidad se quedara siempre contigo.
- Lo sé, pero tengo que hacerlo.
Sujeto firme el cuchillo, los veo por Ultimamente vez a los ojos y después de echarse una miradita, con una mueca triste, asienten.
Lo hago, corto su cabeza, dentro de mi Ian grita, las lágrimas bajan solas por mis mejillas sin poder evitarlo, mi mano tiembla, pero continuó cortando el estuche de la que fue mi primera personalidad.
Me duele, bastante, estoy lleno de sangre, suelto el cuchillo y me dejo caer de rodillas, he matado a Ian. No volverá a existir, ahora es parte de mí por siempre.
***
- ¿Encontraste algo?
- No, pero sigo teniendo todos los aeropuertos cubiertos.
- ¿Tú crees que ya haya salido de Carolina?
- Puede ser, porque tengo hombres en toda la cuidad y no se ha visto nada.
- Mierda, eso complica más las cosas.
Asiente, sigue moviéndole a su computadora y yo me arreglo la corbata. Tengo que ir a trabajar, estar en casa me enferma.
- Me voy, hablas si detectas algo.
- Tenlo por seguro que si.
No se habla más, salgo de casa montándome en mi carro, abrocho el cinturón y prendo el motor.
8 meses sin mi esposa e hijos ha sido insoportable, una tortura de la que día con día me está haciendo mucho daño. Por eso decidí hablar con Milton, el doctor de la familia, para que me consiguiera un psiquiatra de su confianza para mí.
Y al parecer si tenía un amigo, le contó sobre mi situación y los múltiples trasteo mis mentales que tengo, obtuve buena noticias. Acepto atenderme.
Vamos mejorando poco a poco.
En el hotel ayudó a todos, no me gusta esta re cerrado en la oficina sino es estrictamente necesario, camino por todas las áreas, recibo a mis clientes, platicó con los que me lo piden en el bar y estoy al penséis te de que todo marche como quiero.
Los restaurantes de mi zanahoria los superviso desde casa, gracias al miedo que me tiene los gerentes y que saben que puedo llegar cualquier día en los establecimientos mantienen todo bien organizado, los reportes están en la web justo a la hora que indicamos.
Tener el control de nuestras empresas me tranquiliza un poco.
Segunda revisión por el hotel y sus diferentes áreas, tenía cita con el psiquiatra en dos horas, unas las cuales en vez de quedarme sentado sin hacer nada me realice un masaje en el spa del hotel.
Con mi cuerpo relajado fui a comer algo al restaurante, área privada por el ruido, James y Luke casi no molestan, sólo cuando los recuerdos de Hannah o mis hijos quieren deprimirme.
He pasado por momentos disociativos, de repente la oscuridad me envuelve y cuando regreso a la luz estoy en un lugar diferente a otra hora.
James o Luke se encargan de eso, me desconectan al momento de que un recuerdo malo y doloroso está presente. Al principio me molestaba, pero ahora que me siento mejor se los agradezco.
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posesivo y controlador, trastorno de identidad disociativo, dolor golpes sufrimiento
Editado: 16.03.2020