Presas

Nace una vampiresa (fin)

mis venas comenzaron a arder y sentí un inmenso dolor, Melisa se veía asustada y se alejó de mí, di un fuerte grito y arañé el suelo de madera con las uñas de mis manos, me subí a la cama haciendo un gran esfuerzo con mis brazos, mi cuerpo se doblaba como el de una gimnasta, le di una patada al espaldar de la cama y lo hice pedazos, entonces traté de controlarme y miré a Melisa que estaba en un rincón de la habitación – Ayúdame – susurré, entonces Michael entró en la habitación y cuando me vio corrió hacia mí, no lo quería cerca de mí, así que lo arañé en el brazo y tan rápido como un rayo levanté la mesa auxiliar que estaba al lado de mi cama con mis brazos como si fuera una pluma y se la lancé, Michael esquivó el golpe y se abalanzó sobre mí, el dolor seguía recorriendo mi cuerpo y mis músculos se ponían recios, Michael estaba encima de mí aguantándome – Tranquila, voy a dormirte para que el proceso sea menos doloroso – Dijo y puso su mano en mi frente, entonces perdí el conocimiento.
El tiempo que estuve dormida me pude encontrar en un lugar frío, el suelo era hielo sólido y las paredes también, en una esquina pude ver a mis padres acercándose a mí, una lágrima cayó por mi mejilla, corrí hacia ellos y los abracé, pude sentir las manos de mis padres acariciando mi espalda y mi cabello
500 Estamos muy orgullosos de ti querida – Dijo mi madre y la miré a los ojos, ella secó mis lágrimas – 
501 Proteges a tus hermanas tal y como te lo pedí – dijo mi padre – Nosotros luchamos tanto para que no te convirtieras en lo que eres ahora, pero sucedió lo inevitable – continuó – Pero ahora que te vemos, podemos entender que ser vampiro no significa tener maldad en el corazón, ni malos sentimientos – 
502 Por favor ayúdenme a enfrentar esto, no puedo yo sola – dije – 
503 Tienes que luchar ahora por Melisa, por Ana y por ti y tenemos la fe de que tú eres una de esas pequeñas razones por la que el mundo es mejor, nunca te has dejado vencer y esta vez tienes que hacerlo mejor que nunca – dijo mi madre – 
Mi madre acarició mi rostro con su mano y mi padre me dio un beso en la frente antes de desaparecer.
Desperté y lo primero que vi fue el rostro de Michael que estaba sentado en la cama a mi lado
504 Gracias a Dios que despertaste – Dijo Michael, Melisa estaba parada a mi lado y tomó mi mano – Estuviste dormida mucho tiempo, solo falta una hora para que Frank despierte y temía que mis padres te vieran en ese estado – Me senté con una velocidad más rápida de lo normal y me quedé confundida – No puedes hacer esto delante de mis padres – Michael me señaló con el dedo y se veía intranquilo – 
505 ¿Qué me sucedió? – pregunté – 
506 Jack te mordió y ahora eres una vampira – Dijo Melisa mirando a Michael con rabia – 
507 ¿Qué?
508 Sí, pero escúchame – Michael se agachó delante de mí y tomó mi mano – Te voy a pedir, por favor, que cuando mis padres vengan a buscarlas para llevarlas al sótano actúes normal, como si nada hubiera sucedido, mis padres no se pueden enterar de que Jack no pudo controlar sus impulsos y sin pensar arruinó el plan
509 ¿Y dejar que Frank nos asesine? – dije – 
510 No tienes que fingir conmigo, sé que Frank está allá abajo con la estaca clavada en el pecho – bajé la mirada cuando escuché sus palabras – 
511 ¿Cómo puedo estar segura de que tus padres nos dejarán ir? – pregunté – 
512 Yo me voy a encargar de eso, entonces tú tomas a tus hermanas y te marchas
513 Tu familia asesinó a mis padres y ahora que puedo arruinarlos ¿Me pides que me marche?
514 ¿Arruinarlos, cómo? Si acabas de convertirte, no tienes la mitad de la fuerza que tenemos, si intentas algo seremos cuatro vampiros contra una
515 Tienes razón, ahora no puedo hacer nada, acepto el trato, solo espero que cumplas tu parte – Dije mirándolo a los ojos – 
516 Puedes confiar en mí – Dijo, se levantó y se marchó – 
Melisa se sentó a mi lado y puso mi brazo sobre ella acurrucándose – Tengo miedo y estoy preocupada por Ana ¿Crees que Julia nos va a dejar llevárnosla? – Dijo Melisa y yo no respondí, lo único que sé es que yo no me voy de aquí sin Ana. Estuvimos abrazadas hasta que llegó la hora, Julia y José entraron a la habitación, Julia me tomó del brazo y José agarró a Melisa.
Nos llevaron al sótano, donde esperaban Jack y Michael, nos pusieron en frente del ataúd cerrado y Julia me dio una patada en la pierna, fingí debilidad y me arrodillé, lo mismo hizo con Melisa. Eran las nueve horas con cincuenta y nueve minutos, se suponía que a las diez en punto el ataúd se abriría y saldría un vampiro sediento, pero supongo que eso no sucederá.
Fue entonces cuando se escuchó sonar el reloj antiguo que había en la sala, miré a mis espaldas y vi a Julia y a José con satisfacción en sus rostros, ansiosos porque el reloj marcara la hora, pero llegó a la décima campanada y aún no pasaba nada, entonces no pude evitar sonreír a medio labio. José confundido me empujó a un lado y abrió el ataúd, pude ver su rostro de sorpresa, se arrecostó con sus manos en el borde del ataúd y agachó la cabeza, su ira creciente se podía sentir en la habitación – Tantos años esperando por este momento y una adolescente me lo arrebata – Dijo, sacó la estaca del corazón de Frank y se giró hacia mí, no podría describir su mirada, entonces sujetó mi rostro con su mano
517 Ahora tú y tu hermana van a morir aquí, las vamos a desangrar hasta la muerte – Michael dio un paso adelante – 
518 Padre, creo que debemos… - Julia puso sus manos en la cabeza de Michael y este cayó al suelo como si estuviera teniendo un ataque epiléptico – 
519 Lo siento cariño – Dijo Julia – Pero será mejor si no te metes en esto 
Sin Michael, nuestros planes se cayeron, José estaba tan cerca de mí y sacó sus dientes, hice un movimiento rápido y puse mis piernas alrededor de su cuello, tomé su cabeza con mis manos y la arranqué de su cuerpo - ¡Padre! – Gritó Jack. A Julia se le abrieron los ojos por la sorpresa, me levanté del suelo y tiré la cabeza de José a los pies de Julia, esta se arrodilló y rompió en llanto - ¡No! – dio un fuerte grito, luego me miró con rabia, se levantó y vino hacia mí, pero Lucas, el demonio que se supone que ahora está a mis servicios, se apareció en frente de mí y puso su mano en el pecho de Julia y esta ardió tan rápidamente que en segundos ya se había convertido en cenizas. Jack se veía asustado, pero al mismo tiempo sentía rabia y sus ojos me miraban a mí – Te voy a matar – Dijo – Para eso tendrás que pasar sobre mí – Respondió Lucas, Melisa estaba escondida detrás del ataúd y Michael seguía tirado en el suelo retorciéndose. 
Jack se abalanzó sobre Lucas y este intentó hacer lo mismo que le había hecho a Julia, pero Jack esquivó su ataque y lo golpeó haciéndolo caer al piso y luego lo levantó y lo tiró contra la pared, la cual se agrietó con el golpe. Luego vino hacia mí y yo le di una patada y cayó a unos metros en el suelo, tomé la estaca que tenía el cuerpo decapitado de José en la mano y cuando Jack venía hacia mí Lucas lo agarró por detrás, Jack se resistía tratando de soltarse – ¡Apresúrate, no puedo detenerlo mucho tiempo! – gritó Lucas, entonces caminé hacia ellos, quería disfrutar este momento, cuando pasé por al lado de Michael, que estaba tirado en el suelo agarró mi tobillo – No – dijo con las pocas fuerzas que tenía, traté de zafarme de su agarre, pero no pude – Lo siento – Dije y con el otro pie pateé su rostro, lo que hizo que me soltara. Me paré en frente de Jack y mirándolo a los ojos clavé la estaca en su pecho, su piel se iba volviendo gris y reseca, su mirada se apagaba lentamente y de más está decir que lo disfruté.
Una vez acabado, cargué el cuerpo de Frank sobre mis hombros y lo llevé al cementerio, cavé una tumba al lado de la de Anastasia y lo enterré ahí. Volví a la casa y encontré a Ana encerrada en su cuarto, la cargué en mis brazos y Melisa tomó mi mano, detrás de nosotras venía Lucas, aunque solo yo lo veía y salimos de la mansión caminando, cuando íbamos por el medio del camino escuché a Michael - ¡Megan! – Me giré y lo vi parado en la entrada, recostado al marco de la puerta, se veía débil aún - ¡Voy a darte un siglo de ventaja antes de que valla a por ti! – Lo escuché y seguí mi camino nuevamente, lo estaré esperando, puedo entenderlo mejor que nadie.
Nos montamos en el auto y en el camino de vuelta a casa paramos en una gasolinera, entré a la tienda y compre tres bolsas de papas a la señora Margot – Buenos días – Dije pagándole – Por cierto, no ha visto al señor Frank en mucho tiempo porque está muerto – Fue lo último que le dije antes de marcharme.



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En el texto hay: vampiros, misterio, paranormal

Editado: 12.03.2021

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