A. F. es un experimento psicológico desarrollado en la era de la guerra fría cuya meta era influir en los seres humanos mediante estímulos subliminales. Es capaz de producir literatura, arte visual, programar juegos y emitir sonidos agudos.
Todavía no está realmente claro cuál es el verdadero fin de esta criatura. Hasta el momento la versión más lógica apunta a que se trata sencillamente de la obra de algún o alguna artista performance multidisciplinario que busca demostrar algo, pero la verdad detrás de todo sigue siendo un misterio.
V. Fernández consiguió que el ser sincronice sus imágenes con relatos que se le presentan, logrando así que alguien le encuentre una utilidad que pueda comprenderse. Ha llegado a programarle para que realice ciertas operaciones sencillas pero A. F. continúa siendo impredecible.
Actualmente colabora produciendo ilustraciones y compartirá uno de los personajes que creó para sus raros trabajos literarios: un programa informático masoquista cuya interfaz de usuario es el holograma de un sacerdote católico andrógino con cara de lelo.