Mi historia con V comenzó de esa forma que jamás imaginas: con una propuesta de lectura. Cuando más tarde continué conversando con él, fue lo más sincero que podría ser confesando que era bipolar y eso no impidió que entre nosotros naciera una amistad de esas que ni el tiempo ni la enfermedad es capaz de separar. Aunque en alguna ocasión casi lo consigue... Sin embargo, el valor de la amistad se encuentra en la lealtad y en la confianza, y mientras ambas sean fuertes, nada podrá lograr que se derrumbe.
Al principio, siendo sincera, me costó creer que fuera bipolar porque: ¿quién en su sano juicio le cuenta a una desconocida que sufre ese trastorno? Quizá lo consideraba algo tan íntimo que por eso no me lo tomé tan en serio... hasta un poco más adelante. Y sí, lo conocí en esa etapa en la que su enfermedad hacía estragos en su vida.
Lo llevaba tan bien...
No obstante, he visto la peor cara de esa enfermedad que, todo sea dicho, me atrae tantísimo como para haber creado un personaje así antes de conocerle. Y gracias a que somos amigos he podido aprender un poco más de lo que ofrece la documentación médica de internet.
Es en estas circunstancias, también, cuando valoras la amistad de verdad...
Aunque, en realidad, conocí su yo literario antes, cuando en busca de nuevos blogs de relatos que seguir, me topé de bruces con el suyo y decidí quedarme a investigar. Por su agradable diseño, su título llamativo y, por algún motivo, me llamaba la atención saber cómo escribía. Así fue como me adentré en sus relatos y descubrí unos textos que me transmitían más de lo que pensé en un principio. Por eso me quedé y por eso decidí comentar mi opinión sobre los que leí. Al fin y al cabo, como bloguera sé que, si quiero que me comenten, yo también tengo que dedicar mi tiempo a otros blogs. Y así fue como él, al parecer, decidió contactar conmigo para ofrecerme la lectura de su libro de fantasía: Mago, seguramente motivado por mi blognovela de ese momento. Sus comentarios me llenaron de alegría porque parecía comprender a la perfección a mi personaje protagonista. Y eso, para una escritora, es algo muy bonito.
Pero la oscuridad se cernió sobre la relación, alejándonos durante unos meses en los que no supe nada de él y, en cierta forma, la amistad que teníamos se enfrió. Por suerte, más pronto que tarde volví a saber de esa V complementaria y, fruto de una locura en un momento de lucidez, nació este bonito proyecto. V y R juntas en una serie de relatos que darían a conocer nuestro trabajo de forma gratuita con relatos en los que mezclaríamos dos mundos y dos personajes completamente diferentes.
No sé si esta presentación hace justicia a la de mi compañero, o al proyecto que intentamos entre los dos presentar, pero estas palabras están escritas con todo el cariño desde el recuerdo y la nostalgia de una época que quedó en el pasado y que nos marcó, de una forma u otra.