Los rayos de sol entran por la ventana haciendo que abra los ojos. Me desperezo y me doy cuenta de que estoy en la cama. No recuerdo cómo he llegado, aunque la verdad es que lo que pasó anoche está casi todo borroso. Todo no, aun resuena en mi cabeza las palabras de Joan: “Ha ido a hablar un momento con su novia”.
Estoy muy confusa porque las actitudes de él conmigo me indicaban una cosa pero ahora entiendo que me las he imaginado. Han sido unos días demasiado intensos, han pasado cosas que no entiendo. Y es que durante estos días no me he parado a pensar en nada, me he dejado llevar por lo que sentía, por lo que él me hace sentir, sin pensar en las consecuencias, sin saber que en realidad todo ha sido producto de mi cabeza, sin pensar en la posibilidad de que él tuviera novia.
Entro en el baño para asearme y al salir me visto con algo informal pero con lo que me pueda ver bien, yo misma. Salgo de la habitación con Alba que al verme algo triste, no se separa de mí ni un momento. Al llegar al comedor nos sentamos en una mesa y Alba se ofrece a traerme el desayuno. Mientras espero veo aparecer a Miki por la puerta, veo como busca a alguien con la mirada hasta que sus ojos se posan en mí. Aparto la mirada nerviosa e intento cubrir mi cara con mi pelo. Aunque creo que no es suficiente porque cuando alzo la mirada me lo encuentro parado frente a mí.
Miki se sienta en la silla de frente y me mira preocupado.
Se queda observándome pero no respondo a sus palabras, no sé qué decirle ni cómo actuar. Ahora todo es distinto.
Alba asiente de acuerdo y no me presiona. Pasamos todo el desayuno hablando y riendo.
Entramos todos en la sala donde hemos actuado ayer y nos colocan alrededor, de cara al jurado. Mientras el staff se mueve organizando todo, siento como una mano agarra mi brazo. Me giro y ahí está de nuevo.
Me quedo quieta mirándolo, aunque más bien me quedo absorta en sus ojos.
Utilizo este momento de confusión por su parte para alejarme de él e ir hasta la otra punta. Me siento donde me indican y espero a que sea mi turno.
Los nervios crecen en mi interior. Ya he visto pasar a unos cuantos de mis compañeros con los que me llevo bien, entre ellos Carlos, Sabela y Natalia. Intento disfrutar de las actuaciones y no pensar demasiado en cómo haré la actuación, hasta que finalmente me llaman.
Me levanto del asiento y subo al escenario. Siento todas las miradas en mí pero hay una que me hace estremecer. Me giro y veo a Miki mirándome con intensidad. Una sonrisa se forma en su rostro y yo le devuelvo una pequeña sonrisa.
La música fluye dentro de mí y dejo que recorra cada poro de mi piel. Siento cada palabra que digo y como me araña las entrañas.
La música cesa y la última nota de la canción suena. La burbuja en la que me encuentro explota cuando oigo los aplausos de mis compañeros. Me ruborizo un poco pero me recompongo.
Me bajo de la plataforma y vuelvo a mi asiento. Cuando estoy nuevamente acomodada me giro para hablar con Alba.
Volvemos a prestar atención al compañero que está cantando y mi mirada se cruza con la de Miki. Me mira con una gran sonrisa y luego se señala el brazo, recorriéndolo de arriba abajo, indicándome que le he puesto los bellos de punta. Sonrío ruborizada y vuelvo la vista al frente.