Capítulo 17 - SENTIMIENTOS A FLOR DE PIEL
Cuando por fin entro en mi habitación el corazón aun me sigue latiendo con rapidez. Aun sigo en estado de shock, no me puedo creer que vaya a ir a la gala 0. Parece tan surrealista… pero está pasando, de verdad que está pasando.
Voy hasta mi maleta y cojo el pijama para ponérmelo. Alba hace lo mismo y cuando termina me coge de la mano y me arrastra hasta la cama para sentarnos juntas.
- Aún no puedo creerlo – le digo pasando un mechón de pelo rebele tras mi oreja.
- Yo tampoco pero está ocurriendo – me sonríe Alba dando pequeños saltitos en la cama.
- Mi familia va a flipar – me río y me tumbo boca arriba mirando al techo.
- La mía también – responde uniéndose a mi risa – Por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente – alza las cejas insinuándose.
- No sé de qué hablas – me hago la loca aunque sé a lo que se refiere mientras me incorporo de nuevo para estar sentada.
- Miki y tú – me responde – He visto durante estos días la complicidad que tenéis – sigue hablando – pero de un día para otro desaparece, es como si lo estuvieras evitando – busca entenderme.
- Es todo tan complicado… - intento buscar las palabras adecuadas – La conexión que hemos tenido ha sido muy fuerte y he comenzado a sentir cosas por él – confieso – pero él no los tiene sobre mí, tiene novia así que he intentado alejarme un poco de él – agacho la mirada.
- Vaya, lo siento mucho cielo – me dice pasando una de sus manos por mi espalda.
- Necesito alejarme para dejar de sentir esto que siento por él y ser solo su amiga – la miro a los ojos – Es un buen chico, me cae bien – digo.
- Te entiendo – me dice – Volver a casa te hará sentir mejor y sobre todo dejar de verlo. Pero por ahora no podemos hacer nada, es hora de irnos a dormir, mañana tenemos que volver a casa – termina de decir.
Nos deseamos buenas noches y nos metemos cada una en nuestra cama. Apagamos las luces y observo el techo. Todos los sentimientos del día me agolpan, volviéndome loca. Las lágrimas salen de nuevo pero esta vez es de alegría por lo que he conseguido, aunque también sigo dolida por descubrir lo de Miki. Soy una completa ingenua, un chico como él estaba claro que no podía estar soltero.
El desayuno ha resultado ser algo extraño, todos estamos contentos pero también algo tristes por tener que despedirnos de todos. Es probable que a muchos de ellos no los vuelva ver nunca.
Estoy con mi maleta en el hall esperando al bus que nos va a llevar a unos cuantos al aeropuerto. Nos iremos todos a lo largo de la mañana, ya que los vuelos salen a distintas horas. El mío es de los primeros así que tengo a unos cuantos de mis compañeros esperando junto a mí.
- Nos vemos en un par de semanas – me dice Alba para después abrazarme – ¿Hablarás conmigo todos los días verdad? – me pide.
- Claro – respondo sonriendo – tenemos que ayudarnos a preparar la canción para la gala 0 – vuelvo a darla un abrazo.
Nos separamos y me despido también de Joan, de Dave y de Sabela. Busco entre la gente y me despido de Natalia, aunque a ella la veré probablemente antes, ya que vivimos relativamente cerca.
Unos brazos me rodean por la espalda y me abrazan. Me asusto un momento hasta que consigo girarme y ver a la persona que me ha sorprendido. Una sonrisa se instala en mi cara al ver a Carlos.
- Espero que esto no suponga que ya no nos vamos a ver más – me dice pasando un brazo por cintura.
- Claro que no – respondo – vamos a seguir manteniendo el contacto – le prometo.
- Más te vale – se ríe.
- Por cierto – hablo mirándole a los ojos – no he tenido la oportunidad de hablar contigo ayer – le digo – Siento mucho que no hayas conseguido pasar a la gala 0 – lo miro triste.
- No te preocupes – me dice acariciando mi mejilla – Pensé que iba a entrar, había soñado con ello pero otra vez será – agacha la mirada.
- Sí pasa – cojo su barbilla con mi mano y la alzo – Habrá más oportunidades – intento animarlo.
- Me alegro de que hayas pasado – me dice – tienes una voz increíble que todo el mundo debe escuchar – sonríe.
- Gracias – susurro ruborizada por su cumplido.
Carlos se ríe y me atrae hasta él para darme un abrazo, de esos fuertes que te llegan al alma. Nos separamos y nos miramos a los ojos.
- Nos vemos pronto – me susurra.
- Adiós Carlos – me despido.
Me separo de él y Carlos me coge de las manos para depositar un beso en ellas. Me alejo de él con una sonrisa y vuelvo para buscar mi maleta. La cojo y salgo del hall donde el autobus nos está esperando a varios de los aspirantes. Dejo la maleta en el maletero y espero a que abran las puertas para poder subir.
- Pensabas irte sin despedirte de mí – me dice una voz que conozco bastante bien tras mi espalda.
- Yo… - dudo porque a ciencia cierta no sé si iba a ser capaz de despedirme de él – No te he visto – me giro para encararlo.
- No me has buscado bien entonces – se ríe Miki mirándome a los ojos.
- Puede ser – sonrío tímida.
- Nos veremos dentro de un par de semanas – me dice - ¿Hablaremos verdad? – me pregunta.
- Miki, yo… - cojo aire con fuerza y lo suelto – no puedo, tengo que… - dejo de hablar al ver que se acerca a mí y me acaricia la mejilla.
- Háblame por favor – me pide susurrando – por favor – vuelve a pedirme y yo asiento.
Miki me coge de la cintura y me atrae a él para abrazarle. Apoyo mis manos en su pecho por la sorpresa y él pone una de sus manos tras mi nuca. Mi cara se apoya en su pecho y la suya en la base de mi cuello. Paso mis manos sobre su espalda y lo abrazo también. Miki deja un beso sobre mi cuello y separa su cara de mi cuello para mirarme a los ojos.
- Adiós María – me susurra.
- Adiós Miki – respondo de la misma forma.