Presiento 1 - Que vas a ser mi mejor error - Miki Núñez

Capítulo 20 - DESCUBRIR

Aún no me puedo creer que todo esto esté ocurriendo de verdad. Soy uno de los 18 concursantes que van a cantar en la Gala 0. Estoy a punto de cumplir mi sueño pero aun así tengo una extraña sensación, es como si algo estuviese mal. Y creo que sé lo que pasa.

María.

Durante este tiempo que hemos estado en nuestras casas no ha respondido a ninguno de mis mensajes. No sé qué es lo que la pasa. ¿Habré hecho algo mal? Cuando nos despedimos le pasaba algo y ahora estoy casi seguro que tiene algo que ver conmigo. También influye que desde que ha llegado no nos hemos visto y es muy probable que me esté evitando.

Necesito averiguar qué le pasa. Me tiene absolutamente intrigado, esa conexión que hemos tenido desde el primer día… Sé que hay algo, que algo pasa entre los dos y tengo que averiguar qué es.

Camino por los interminables pasillos del hotel, la noche ya ha caído y todo esta desierto. Salgo al jardín para tomar el aire y es entonces cuando la veo. Está cerca de la piscina, quitándose las playeras. Me acerco lentamente a ella, sin hacer ruido y me paro justo a su lado. María se incorpora chocándose contra mi cuerpo. Levanta la vista y por fin puedo ver esos preciosos ojos que tiene, esa mirada clara y sincera.

  • Lo siento Miki – se disculpa y aparece un leve rubor en sus mejillas que la hace parecer adorable.
  • Ha sido mi culpa por aparecer así de repente – digo con rapidez porque es la verdad.

María se aleja de mí incómoda y nerviosa. La miro extrañado por ese gesto. ¿Por qué se comporta así conmigo? Se agacha y se sienta en el bordillo de la piscina, metiendo los pies dentro del agua.

Creo que quiere estar sola pero no puedo, necesito respuestas por lo que me acerco hasta ella y me siento a su lado. La veo mirar al frente, evitando mi mirada. Aun así no me inmuto e igual que ella, meto mis pies dentro del agua después de quitarme el calzado.

Este silencio me está matando, no podemos seguir así por lo que soy yo quien comienzo a entablar una conversación.

  • ¿Cómo estás? – pregunto lo primero que se me viene a la cabeza.
  • Bien – me responde sin mirarme y clavando su vista en unas hamacas que hay en frente - ¿Y tú? – me pregunta por ser educada.
  • Bien – respondo igual sin saber qué más decir.

El silencio nos vuelve a inundar pero es que si ella no colabora… ¿Cómo puedo entablar una conversación con ella? Todo no lo puedo hacer yo y siento que quiere que me vaya pero necesito respuestas.

La miro fijamente intentando que se dé cuenta de que sé que nos pasa algo, que intento entenderla, saber qué le ocurre. Así que no puedo resistirme y voy al grano.

  • ¿Por qué no has respondido ninguno de mis mensajes? – pregunto directamente.

Espero impacientemente a que me responda y por la expresión de su cara sé que la pregunta la ha pillado por sorpresa. Veo como su cuerpo se tensa, cómo tiemblan sus manos y como de sus labios solo emiten pequeños balbuceos, como si buscase las palabras exactas.

Parece tan indefensa que no puedo verla así.

  • Ei – busco su mirada pero sigue mirando al frente por lo que con una de mis manos la poso en su mentón para girar su cara y que me mire – Te he mandado un millón de mensajes y no me has respondido. ¿Te ha pasado algo? Estaba preocupado – digo en tono suave mientras la acaricio la mejilla provocándome un cosquilleo por dentro al sentir su piel bajo mis dedos.
  • Estaba bien – me susurra mirándome a los ojos – Pero… yo… - intenta explicarme algo pero veo duda en sus ojos.
  • ¿Es por lo que pasó durante el casting? – pregunto intentando entenderla - ¿Eso que no me llegaste a decir? – sigo preguntando buscando respuestas - ¿Es por algo que hice, algo que te he hecho? – la preocupación me inunda al pensar en esa posibilidad – Si es así, lo siento mucho – mi voz suena angustiada pero transmite todo lo que siento en este momento.
  • No, yo… No te he respondido porque quería estar alejada un poco de todo esto. Quería pasar tiempo con mi familia y con mis amigos, además de dedicar tiempo a preparar la canción – me dice finalmente.
  • Vale – suspiro aliviado aunque me parece que aun hay algo que no me está contando - ¿Y en cuanto a lo que pasó durante el casting? ¿Está todo bien entre nosotros? – pregunto intentando saber en qué punto estamos y por lo que agarro una de sus manos entre las mías y deslizo mi pulgar arriba y abajo por su dorso.
  • Ehhh sí – me responde nerviosa mirando nuestras manos – Estamos bien – me mira a los ojos regalándome una sonrisa que hace que mi corazón se infle de alegría.
  • Bien – respondo con una sonrisa mirando sus ojos y sin soltar su mano.

Por instinto me llevo su mano a mi boca y deposito un beso ahí, sintiendo como su piel se eriza ante mi tacto. Me arrastro junto a ella para sentarme más cerca. Suelto su mano para pasarla tras su espalda y rodear su cintura, sintiendo como todo su cuerpo se tensa. Al cabo de unos minutos se relaja completamente.

Su cabeza se apoya en mi hombro y mira el vaivén del agua. La mano que tengo posada en su cintura camina por su espalda a su antojo. Dejo suaves caricias por su espalda en un intento de transmitirla paz, tranquilidad, seguridad.

 

El tiempo pasa demasiado deprisa aunque no me importa, estar con María, así me llena por dentro, es como si la conociera de siempre. De repente la melodía de móvil suena rompiendo la magia que hemos creado. Busco en el bolsillo de mi pantalón y saco mi móvil. Miro la pantalla del móvil y veo escrito el nombre de Elena, generándome una sensación extraña por dentro.

  • ¿Es tu novia? – oigo la pregunta que me hace María.

Aparto la vista del móvil y la levanto rápidamente para mirarla sin entender nada. ¿Cómo es posible que sepa que tengo novia? Yo nunca se lo he dicho, ¿cómo ha podido averiguarlo?




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