Estoy estática, bufo con mi ceño fruncido. No puedo creer lo que mis ojos están viendo de la pantalla de mi portátil, apenas es el segundo parcial y he reprobado dos materias de siete. ¿Es que acaso no puedo aprender y dejar de reprobar? Ahogo un grito en mi garganta porque me siento fatal por volver a reprobar.
No quiero hablar de esta situación con nadie, ni con Hunter ni mucho menos con mis padres porque sé que me van a volver a sermonear una y otra vez las palabras de siempre. Que debería enfocarme en una casa y elegir con sabiduría mi carrera porque no solo voy a trabajar de eso sino porque primero debo de obtener mi título.
Siento que mi mejor amiga se sienta a un lado mío, la curiosidad mata al gato por lo que ella se asoma y ve lo mismo que yo; mis materias reprobadas. Cierro el portátil con un mal sabor de boca para dejarla en la mesa del centro.
—Estoy fatídica contigo mujer —farfulla Bella soltando un largo suspiro.
—Lo sé, estoy tan enojada conmigo—. Cruzo mis brazos sobre mi pecho.
—Te voy a dar mi opinión, lo quieras o no; tu Baxter ya no me esta gustando nada. Te distrae de tus estudios y no quiero que vuelvas a salirte de la carrera, además incrementó cuando te llevó a conocer al pobre niño con cáncer, y está perfecto que intentes ayudarlo, pero te desenfocas y tu mundo gira en entorno a eso cuando no debe de ser de esa manera.
—Mi mundo no gira alrededor de Asher mujer —replico fatigada, de igual manera porque hasta cierto punto sus palabras tienen algo de razón.
—¿A quién intentas engañar Raven Hemminings? —Se sienta en forma de mariposa y me jala para ver su rostro—, y no me vuelvas a interrumpir que quiero abrirte los ojitos ¿de acuerdo?
—Sí —asiento mordiendo el interior de mi mejilla.
—¿Qué te dije? —Alza su mano al aire, en señal de acusación por lo que asiento con la cabeza para que Bella pudiera continuar con su sermón—. Bien, mira que me he olvidado de lo que te estaba diciendo- —Guarda por unos momentos silencio para concentrarse mejor—. Que Asher si se ha convertido en el centro de tu universo ya que buscas diferentes maneras de enseñarle técnicas para que él pinte, por lo que tus calificaciones bajaron. El parcial pasado no habías reprobado ninguna materia; tú lo sabes. Sí, tus calificaciones no fueron las mejores, sin embargo, acreditaste todas. Esta vez no pasaste dos materias ¿y qué va a pasar el siguiente parcial, vas a reprobar cuatro o todas?
Me moví incómoda en mi lugar e inmediatamente agaché mi cabeza, no quiero volver a desacreditar todas las materias. No quiero volver a sentirme atrapada que me obligue a desistir en la carrera.
—¿Quieres salirte de la carrera? Porque si es así. esta perfecto y no te digo nada. No obstante, si ese no es tu objetivo estoy aquí para guiarte por el camino.
—No, no lo quiero.
—Lo sé amiga. —Su mano reposa sobre mi hombro y lo aprieta para darme apoyo—, por eso estoy aquí.
—¿Y ahora que debo hacer si Baxter me dijo que hoy vendría a la casa para hacer los pasteles de la cafetería? —refunfuño con los ojos cerrados.
—Puedes dejarlo entrar si eso te hace feliz porque va a venir Noah para acá ya que hoy nos tocó turno en la cafetería de Miranda, pero te recomiendo que hagas una especie de horario para que balances la escuela y Asher, yo te puedo ayudar a hacerlo.
—Bien, pero cambiando de tema radicalmente. —Sacudo mi cabeza de lado a lado, como si se pudiera cambiar de hoja—. ¿Cómo va tu relación con Noah?
—Pues aún no tenemos una relación, pero creo que estamos bien. —Se encoje de hombres, restándole importancia—. No sé si el maldito solo juega con mis sentimientos o de verdad me quiere.
—Puedo firmarte que él si te quiere —insisto mientras esbozo una sonrisa pícara.
—¿Qué es lo que sabes, niña del demonio? —Bella se levanta para recargarse sobre sus rodillas para terminar estirando el borde de mi playera en un acto de desesperación—. ¿Qué? —insiste con fervor.
—Mi hermosa y preciosa mejor amiga ¿recuerdas que al principio no querías informare nada sobre tu supuesta relación con Noah?
Bella asiente con la cabeza un poco temerosa y, por ende, muerde su labio inferior ya que puede predecir mi respuesta.
—Pues como tú me contabas el chisme entre tú y Noah pues así yo te voy a contar lo que sé —concluyo con una sonrisa malévola plasmada en mi rostro.
—¡Deja de morderte el interior de tu mejilla que parces una bruja! —ríe con ironía.
—¿Bruja yo? —pregunté incrédula mientras coloco una mano sobre mi pecho e intensificar mi indignación.
—Sí porque solo me dejas con la intriga ¡y no es justo la verdad! —espetó eufórica, entretanto cruza sus brazos sobre su pecho.
Justo en el momento en que voy a atacar se escucha como llaman la puerta un par de veces, miro a la morena y debido a mi posición despreocupada se imagina que no pienso en dignarme a abrir la puerta, por lo que ella lo hace. Escucho una breve conversación con dos voces masculinas.
—Hola Raven —saluda Noah desde la entrada—, ¿cómo estás?
—Bien ¿tú?
—Nada de esta conversación, en estos instantes estoy muy enojada con Raven que no debes de interactuar con ella como si nada.
—Pero ¿cómo es que estás enojada con ella? —pregunta con curiosidad mientras que su boca se abre tan grande.
—¡Por bruja, bruja! —vocifera tan fuerte que creo que si estuviera competiendo con un megáfono este último se queda corto.
Bella empuja a su chico por la puerta, en ese instante entra Baxter con bolsas de tela que son ecológicas para el medio ambiente. Las deposita sobre la mesita del centro, a lado de mi computadora. Yo sigo sentada en la misma posición sin quitarle los ojos de encima.
—¿Por qué te dice que eres una bruja? —cuestiona, rodea la mesa para sentarse a lado de mí.
—Solamente le pagué con la misma moneda, pero no importa ¿trajiste todos los ingredientes que te mandé? Es que la verdad no quería ir en pijama al supermercado, pero soy demasiado floja como para cambiarme.