Préstame tu felicidad

⌁Capítulo final: el final de la felicidad

Estoy acostada en mi cama, pensando en las cosas, solo falta una semana para que la escuela me de unas merecidas vacaciones. Por primera vez, creo que no voy a dejar ninguna materia pendiente para el siguiente semestre.

Noah me ha dicho que Lauren es una amiga de Baxter, que no debería preocuparme y mucho menos estar celosa por eso. Yo no le creo, pues a lo que yo sé, pasan todo el tiempo juntos, y los amigos no están todo el día a lado del otro.

Eso no era lo que pensaba cuando Baxter estaba siempre conmigo. Mi subconsciente me reprime.

Me caigo tan mal, ¿por qué no puedo dejar de pensar en ese hombre?

Decido poner música para desenfocarme en eso, Bella me ha ayudado un poco e eso, que como hay muchos dibujos, podría llevarse algunos a una bodega para guárdalos, ¡y se lleva de los que estoy más orgullosa! Debatimos mucho por esas obras de arte, no sé como lo hizo, pero al final, ella ganó y se llevó todos mis trabajos.

No sé a donde los puso con exactitud ya que no me ha dado la dirección. De todas maneras sé que no los tiraría porque ella sabe lo mucho que significa para mí.

Se llevo un cuadro de un paisaje pintado a acuarela, lo que me gusta de ese material es la intensidad del color es más fácil manejar, aunque al principio me salía muy líquido. La nombré "El descolorido amanecer". Lo que realmente importa es que la practica hace al maestro. Otra de mis pinturas que se llevo fue un enorme dibujo sobre la ciudad nocturna, eso lo hice porque estaba inspirada y no podía dormir.

El dibujo para mi siempre ha sido una excelente terapia que me relaja.

También agarró proyectos de personas o animales dibujadas con grafito. Pero la que más me dolió fue el dibujo de un lobo que la mitad posee un estilo geométrico, pero lo que más me gusta de esa pintura es que trabajé con diferente tipo de materiales como gis pastel, colores, marcadores, lápices y acrílico. Del lado más realista, trabajé con solo colores para que se viera mucho más detallado y homogéneo. Esa la bauticé como "El lobo".

Deseaba conservar esa pintura, prometí enmarcarla, pero se rehusó. Aun no entiendo como demonios pudo convencerme.

Me levanto de la cama, acomodo mi pijama para arrastrar mis pies a la cocina donde tomo una manzana y un vaso de agua fría. Voy al cuarto de trabajo, no sé que hacer. Por el momento no tengo inspiración que puedo desbocar en mis dibujos.

Se supone que hoy debería de ir a trabajar, pero Miranda decide cambiar mi día de descanso, no quería cambiar mi rutina semanal, rogué por su piedad y que me dejase trabajar, pero no obtuve nada. Me dijo que es hora de hacer cambios radicales.

Todo el mundo esta tergiversando su vida, y yo estoy estancada donde mismo.

Mi celular esta vibrando, lo tomo para responder la llamada de mi prima Winter.

—¡Raven, ¿cómo estás?! —grita a todo pulmón desde el otro lado de la línea, lo alejo un poco porque estoy perturbada.

—¿Por qué estás tan emocionada? —pregunto, seguidamente suelto una carcajada—, ¿es que te has ganado la lotería?

—Ojalá —bufa con sarcasmo—, ¿y tú por qué estás tan amargada?

—No sabía que hacer, Miranda me dijo que hoy no era mi día de trabajo, ¿y cómo esta Daniela?

—Ahí esta, loca por encontrar el perfecto vestido para la boda, yo también. Queremos que la boda sea en la playa, así que al final de cuentas va a ser un vestido tranquilo. En cuatro meses queremos que sea la boda, ya tienes tu lugar, y puedes invitar a un galán sin duda.

Carraspeo mi garganta, incómoda ante aquella información.

—¿Qué es lo que pasa Raven? —Su voz se escucha nerviosa.

Sujeto con fuerza el celular a lado de mi oído, muerdo el interior de mi mejilla.

—Nada —balbuceo, nerviosa.

Rezo para que no me cuestione más, pero mis plegarias no son escuchadas.

—Raven —advierte con su voz autoritaria.

Me provoca hacerme pequeña en mi lugar.

—Cuéntalo —insiste con una voz tierna para brindarle la confianza que necesito—, así podrás desahogarte.

No me he desahogado con nadie de esta situación. Siento que no puedo contar con Bella porque esta tan enamorada de Noah que sé que se lo contaría tan pronto que yo me diese la media vuela, y como Noah es mejor amigo de Baxter, sin duda se lo contaría.

Baxter al saberlo se burlaría de mí, y lo peor del caso es que puedo topármelo en la facultad el siguiente semestre, y sin duda, me trataría como una imbécil.

—Esta bien —bufo no muy convencida de lo que voy a decir.

—Vamos Rav, somos mejores amigas, ¿qué no? —alienta, siento que sonríe.

Tiene razón, sé que puedo contar con ella y es mi mayor confidente.

—Pues hay un muchacho con quien yo pasaba la mayor parte de mi día, pero de un momento a otro, él me dejó de lado. Y lo he visto varias veces con otra muchacha en el lugar que trabajo ¡Y el muy maldito apenas y me saluda! Supongo que yo hasta cierto punto tengo la culpa, porque siempre lo visualice como un estorbo —hablo tan rápido como una leona a la hora de cazar.

—Mi amor, espérate que te entendí la mitad de lo que has dicho, pero a lo que logré descifrar, Baxter quiere darte celos y por eso anda merodeando con esa sabandija en tu cara —replica con una voz seria.

—No lo creo Win, conozco a Baxter, y sé que no es el típico hombre que usa a otras mujeres para darle celos a otra —confieso con un gran suspiro, desanimada, ya que lo que digo es cierto— ¿No has escuchado el dicho de "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"? Bueno, ya lo he comprobado y es cierto —intento hacer una broma divertida, para que no sienta pena con mis sentimientos.

—Todos los hombres son iguales, no te apures.

—Es que Baxter es diferente —niego, cabizbaja.

—Si fuera diferente, no te hubiera cambiado de un día para el otro sin darte una explicación —corta la mi excusa.

Eso duele, es muy brava cuando quiere.




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