SKYE🌻
Llevaba días con una sensación rara, Marcus no había vuelto a llamar, Madison y Johan ocultan algo y trataba de evitar al chico de la guitarra. Habían pasado semanas desde ese día, así que me armé de valor y fui a buscarlo.
Deje las pinturas de lado y limpie mis manos con una servilleta, me saque el mandil y lo deje en la mesa. Sé que era algo tarde para irlo a buscar, pero necesitaba hablar con él y decirle lo que sentía, busqué mi móvil y salí de la residencia rápidamente.
Las luces de la universidad estaban casi apagadas, eran casi las 10 de la noche, fui por los salones y no lo encontraba, mi móvil suena y veo que Madison, rechazo su llamada porque se que puede esperar, mis sentidos se paralizar cuando escucho una voz conocida y salgo hasta el campo de futbol.
Podía ver un pequeño grupo de personas ahí, y me acerco poco a poco, hasta que veo a Marcus sujetando la cintura de una chica, pasándola bien, como si lo de nosotros no había sido nada.
Que estúpida, porque no llame antes, pensé.
Retrocedí hasta ir por donde vine, mi móvil tenia varias llamadas de Madison, tal vez ha llegado a la residencia y no me ha visto ahí, le envió un mensaje diciendo que fui por unos materiales, mientras escribía ese mensaje con los ojos algo llorosos no me di cuenta por donde iba, hasta que cuando salí por la puerta principal de la universidad, lo vi a él.
Sentado en las escaleras, con su guitarra en la espalda y podía ver sus dedos algo dañados tal vez por las cuerdas de la guitarra. Él se giro y me vio, su rostro cambio completamente y se levantó rápidamente.
Quise huir, pero la sensación de calidez sin estar tan cerca, se sentía como la PRIMAVERA. El viento hacía que su aroma llegara a mí, hasta que recordé esa noche del beso, y recordé sus últimas palabras olvídalo.
Yo quería olvidarlo, pero al parecer mi corazón no dejaría escapar ese recuerdo, algo fugaz, algo que no tenia sentido hablar. Desvié mi mirada, mi móvil volvió a sonar y la luz hizo que el viera mis ojos húmedos.
—¿Estas bien? —preguntó preocupado.
Solo asentí y salí de ahí rápidamente, no necesitaba hablar de esto, de mis problemas y menos con personas desconocidas.
Llegué a la residencia y cerré la puerta a mis espaldas, aun con la respiración agitada y la sorpresa de que lo volví a ver. Madison apareció y detrás de ella estaba Johan, estaban preparando algo mientras trataba de procesar todo lo que había pasado.
—¿Dónde estabas? —pregunta Madison.
—Fui por unos materiales —dije mientras caminaba a mi habitación
—¿Y dónde están? —dijo Johan.
Mierda, mierda, mierda.
—Se había acabado la pintura, pero tampoco encontraba alguna tienda a estas horas.
Soy muy mala para mentir, pero de verdad no quería hablar de lo que paso ahora.
Madison me miro, sabia lo que estaba pasando, así que solo me guiño y lo hablaríamos desde de que Johan se vaya. Johan muy aparte de ser mi mejor amigo, nunca me ha gustado hablar de chicos enfrente de él, es lo único que no hablo con él. No quiero hacerlo sentir incomodo y porque en un momento me gusto él.
Fui a mi habitación a limpiar todo el desastre que había dejado con las pinturas, recogía servilletas hasta que escucho a alguien entrar, es Johan, se notaba la preocupación en su rostro y solo seguí limpiando.
—Skye…
—Estoy bien, no te preocupes —sonreí
—Deja de mentir —dice
—No estoy mintiendo.
—¿Y porque estas llorando?
Me di cuenta que mis ojos estaban húmedos, él simplemente se acerco y me abrazo. Aunque ya había superado mis sentimientos hacia él, dolía que no fuera correspondido, pero es lo mejor, para mí.
Me separe de él y me seque las lágrimas. Él seguía mirándome fijamente y yo solo quería que el se alejara.
—¿Algún día hablaras de esto conmigo? —dice.
¿Algún día? No estaba segura de eso, o de cuando seria.
Asentí, y solo seguía mintiendo.
Salió de mi habitación y me dirigí al baño a lavarme la cara, y cuando me vi al espejo, me di cuenta que en mi mejilla izquierda estaba machado de pintura azul. Siempre tenia que pasarme eso y lo peor es que nunca me doy cuenta.
Salí de mi habitación, Madison y Johan me estaban esperando en el sofá con una pizza y dulces, olvidé que hoy era noche de películas.
—Lo olvidaste, pero no te preocupes —dice Madison sonriendo
—Ven aquí —dice Johan.
Me senté en medio de ellos dos, mientras debatían que película deberíamos ver.
La noche se hizo corta y cuando Johan se despide, mi móvil suena, es un mensaje.
Marcus <3
¿Nos vemos mañana? 😊