C A P Í T U L O 2
ELISE
Matthew comenzó a removerse en la cama, no sé qué hora es porque los ojos me pesaban demasiado como para abrirlos. Pero me es difícil concentrarme para volver a dormir cuando Matthew se sigue removiendo y un bullicio se une a él. El chico a mi lado comienza a moverme con suavidad y persistencia.
—¿Qué? — gruño y me volteo para darle la espalda y arroparme más.
—Travis está marcándote, voy a contestar— Susurra con delicadeza. Sin mirar, alzo mi mano y le aparto el celular.
—No es Travis, es Anne— vuelvo a decir con pereza— Lo que sea que necesité...es una adulta de 20 años, puede solucionarlo— Arrastro las palabras y vuelvo a tratar de dormirme, pero la mano de Matt se posa en mi hombro y siento su respiración choca con mi cuello.
—Voy a preparar algo de comer, no puedo dormir tanto tiempo.
Solo recibe un gruñido de mi parte y me dejo ir por el sueño.
(---)
Con menos pesadez en mis ojos, pero con dolor en mis pies y espalda hago un esfuerzo para levantarme y bañarme. El agua cae sobre mi cuerpo y es imposible que la piel no se ponga de gallina por lo fría que está, paso la mano por mis ojos y solo se ve el líquido negro que empieza a bajar.
Olvide ponerme la mascarilla y las cremas, ahorita debo verme fatal tan mal como una universitaria que se fue de fiesta y despertó en un desierto con cinco centavos en su bolsillo (basada en hechos reales).
Tomo la toalla y me seco lo más rápido que puedo, envuelvo mi cabello en una más pequeña y salgo del baño para ponerme mi pijama. No tengo que ir al trabajo porque estoy semi despedida, ahora que lo pienso mejor, debería empezar a meter mi hoja de vida en algunas agencias en caso de que Valeria tenga un ataque y me ponga de patitas en la calle. Doy un pequeño empujón a las gavetas para que se abran y sacar mi pijama de Coca Cola porque pretendo comer y volver a dormir.
¿Anne?, lo dije antes y lo repito. Anne es una mujer adulta de 20 años que pude resolver algunos de sus problemas, así que confió en que Travis será un buen muchacho y traerá a mi sobrina a mí. Por lo tanto, empiezo a bajar las escaleras para comer lo que sea que haya preparado mi chef profesional (Matthew).
Cuando llego al taburete, tuerzo mi cara en una mala mueca cuando veo un plato con ¿Pancakes? ¿Por qué? ¿Qué pasó con sus especialidades?
—¿Esto es una broma, cierto? — pregunto y logro que Matt se dé la vuelta para verme. Solo sonríe con ironía. No es una broma.
—Haz unas buenas compras y habrá buena comida— ¿Está filosofando? — Es lo que me dice Travis cada vez que tenemos que comer pan.
Mi error. Mis compras...yo no hago las compras porque de eso se encarga la joven que viene a limpiar por semana y la lista que le hago no es para hacer un banquete. Soy modelo de talla mediana y todo referente a mi debe ser balanceado por lo que lo que compra son solo frutas, jugo, avena y su café. Cuando Anne llegó a España, los primeros días me hizo pasar un real infierno en la tierra por sus constantes quejas sobre la comida. "Yo no soy modelo" "Yo no como comida de bebé" "No voy a comer lo mismo que la criada" cuando dijo este comentario tuvimos nuestra única fuerte discusión. Así que llegamos al acuerdo de que yo le daría cierta cantidad de dinero por semana y ella compraría lo que quería comer.
¿A quién engañó? Solo a ella porque es perezosa y le daba el dinero a la joven para que ella le hiciera las compras sin que yo me diera cuenta, ella creía eso.
—Estuviste todo este tiempo de pie, tu carro está estacionado afuera— recuerdo antes de empezar a comer— ¿No pudiste salir a comprar comida decente?
Matthew ríe con pena— Esa era la idea. Yo estaba listo para salir y comprar todo para hacer una sopa de pollo. Tenía las llaves en mis manos, pero...tu sofá se interpuso en mi camino y me dormí. Nuvia, no hace mucho que me levanté y ya no tenía ganas de salir.
—Sé perezosa y te rodearas de ellos— murmuro para mí. Tomo un pancake y lo unto con mermelada de fresa y lo corto para comerlo.
—¿Mi primo volvió a llamar? — pregunta Matt metiéndose un pancake a la boca.
—Ni idea. Apagué el celular después que te fuiste, estaba sonando demasiado— dije con simpleza.
—Qué raro, no trató de contactarme a mí.
—Porque no era nada importante. Es Anne y Travis, les gusta fastidiar cuando están molestos.
Matthew acuerda conmigo. Cuando mi sobrina y Travis comenzaron su "amistad" empezaron a salir y con eso llegaron algunas pequeñas peleas porque el primo del rubio aquí presente está empeñado en conocer más de lo que Anne puede contar y Anne no es muy sutil cuando de batear y alzar sus murallas se refiere. Así que Matt y yo siempre andamos recibiendo llamadas con sus quejas y ambos tienen 20. Estas generaciones...no pueden resolver nada por si mismos.
¿Problemas? Esos fueron los que yo tuve para llegar hasta donde estoy hoy y no andaba quejándome con mi almohada todas las noches.
—Bueno, yo cociné. Tú friegas— dice Matt cuando termina de comer y se tira en la silla.
Ruedo los ojos y recojo los platos para comenzar a lavarlos y acostarme. Supongo que Matt se irá cuando termine de reposar y Anne..., miro el reloj en la pared. 4.30 p.m.
Empiezo a fregar cuando se escucha el timbre del teléfono de la casa, Matt pregunta si puede contestar, respondo con un asentimiento y sigo fregando hasta que escucho la mención de "Valeria" cierro mis ojos y rezo por lo mejor.
—Sí, yo le digo...okey...igual, adiós— Matt cuelga e intercepta con mi moribunda mirada llena de pánico y en un punto medio sobre querer el desesperado llamado de Valeria.
La primera persona que despiden por teléfono.
—Ya quita esa cara de perrito atropellado— suelta Matt— Valeria quiere que te presentes en la agencia inmediatamente.
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Editado: 15.07.2020