C A P Í T U L O 6
4 día de trabajo/ En alguna playa de Gran Canaria.
—Nuvia, recuerda lo que ensayaste— Señala Valeria, con voz amenazadora— No dejes en ridículo a la agencia o..., tú sabes.
Claro que lo sé.
Pongo la mano en el hombro de Valeria y esbozo una sonrisa torcida, el sol me pega de frente y apenas puedo verla.
—Toda va a salir bien.
—Eso espero, Nuvia, eso espero.
Se aparta de mí y ahora le toca a Matt darme algunas palabras. Cosa que no hace, solo me recalca lo mucho que le ha ayudado mis fotos para no sentirse solo.
Mi mejor amigo es un pervertido y así cada vez, lo quiero más y más.
—Recuerda, mucho trasero y gestos sensuales.
Golpeo su hombro. Es un idiota.
—Solo te digo— se encoge de hombros— Aquí la que vende eres tú. Eres la estrella— Termina de decir y me abraza— Tu trasero se ve muy bien desde este ángulo, ¿puedo tocarlo?
Lo aparto de mí.
Matt cierra los ojos, por un pequeño momento y alza sus manos, con gesto de apretujar algo en el aire y comprendo. Me está imaginando. Después de su extraño gesto, vuelve abrir sus ojos y sonríe sin ninguna vergüenza de haber hecho eso.
—Soy un amante de todo lo que provee la naturaleza y un esclavo que tiene que capturar su esencia para mostrarla a los ignorantes seres.
—Waoo— Ruedo los ojos— Tremenda definición para fotógrafo pervertido que imagina a sus musas y utiliza sus fotos para fines igual de perversos.
Vuelve a encogerse de hombros.
—Tengo que ganar algo. Tú no me quieres en tu cama de la manera que yo quiero, pero respeto tu estupidez.
Sonrío entre dientes. Uno de los colegas de Matt lo llama y antes de volver, me da un abrazo para apretujar mis nalgas y salir corriendo antes de que pudiera tirarle arena en los ojos.
—¡Nuvia, no juegues con arena! — grita Valeria desde la distancia. Luego hace señas a Margot para que venga a retocarme el maquillaje a prueba de agua.
Mejor que sea así. Con este calor, suelto más agua que una paleta.
*/*
Estoy junto a los chicos, estamos esperando la llegada del productor, que se supone, debería estar aquí hace horas. Pero no aparece y yo tengo calor, sudo mucho, y me estoy estresando. Me gusta el sol y más cuando hay una playa debajo, pero también me encanta meterme en ella y nadar. Edmund me había prometido que podía hacerlo una vez termináramos las grabaciones del día.
Romeo pasa su brazo sobre mis hombros, pero eso solo provoca que sienta más calor, mi estrés incremente y me sienta impotente.
Me siento como Anne.
Quito su brazo de mi cuerpo. Tengo mucho calor.
—¿Qué pasa, angelita?
No respondí, el calor me frustra y si hablo lo que saldría sería una grosería o algo peor y Romeo me cae muy bien para enseñarle mi lado malo.
Mejor fuerzo una sonrisa y vuelvo a mirar el horizonte.
—Esto es raro — Comenta Luigi a Romeo — Él nunca llega tarde, siempre es puntual.
Si como no, ahora no parece que sea el maestro de la puntualidad.
—Está muy emocionado por este proyecto, debe haberle pasado algo. Espero que este bien— Reflexiona Romeo.
—¿De dónde conocen al productor? — Pregunté.
Los chicos fijaron sus miradas en mí, sorprendidos.
—Es nuestro compositor y buen amigo — Respondió Gianluca, apoyado sobre sus codos —¿Tú no lo sabes?
Negué con la cabeza.
—Ni siquiera sé su nombre.
Ellos me miraron siguieron mirándome, ahora perplejos. Era incomodo que me miraran como si yo fuera alguna mujer valiente que se mete a territorios sin conocer nada de ellos. Pero así es la industria, conoces a las personas importantes en el momento, eso de antes de..., eso no existe. Al menos no para mí, yo soy una deidad de la improvisación.
Mi piel se erizó cuando algo húmedo cayó sobre ella.
Esto es el colmo. ¿En serio? ¿Lluvia? ¡Lo que faltaba!
Al principio solo eran chispitas y pensábamos que pasaría, ahora que todos estábamos dentro de la pequeña carpa de los de traje (representantes, la gente como Valeria) nos dimos cuenta que nos equivocamos.
Matthew y su equipo de fotografía están corriendo a lo largo de la playa con mantas negras o arrastrando sus juguetes, son aprueba de agua, pero Matt no quiere tomarse riesgos con sus "preciosos".
De todo esto hay algo bueno.
Ya no tengo calor y sería capaz de correr al agua para mojarme, siempre he querido meterme al agua con lluvia. No me importan el riesgo, es un sueño que tengo desde adolecente.
—Un día perdido, gracias a ese productor— Soltó Valeria, hablando en su auricular y caminado por toda la carpa, quitando a las personas a su paso — Sí, tengo un montón de gente aquí la carpa. Como si no fuera suficiente tener que compartirla, o sea, calentamiento global y espacio personal.
Sigo prestándole atención a Valeria y sus quejas. Pero Romeo comienza a tocar su guitarra, los chicos comienzan hacer sonidos con sus bocas y manos para crear una melodía algo romántica y bonita.
» Ay, amor, ay, amor.
Si tan solo estuvieras aquí, para verte reír
No sabes, no sabes, cuanto he esperado por ti, por favor ven por mí.
Necesito de ti, para existir.
Romeo dejó de cantar y cambió la melodía.
Regreso una y otra vez
Pero tú no estás ahí.
¿Cómo hago?
Por favor, dime
Pásame el secreto para olvidar y seguir— Intercedió Andrea.
Romeo carraspea y sonríe a Gianluca y ambos siguen cantando.
¿Fueron mis sueños?
¿Fueron mis planes?
Quiero saber
Debo saber.
¿Qué te alejó de mí?
Ahora, Luigi comienza.
Ay, amor, ay, amor.
Si tan solo estuvieras aquí, para verte reír
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Editado: 15.07.2020