Primer lugar

Sexta Pregunta: ¿Rivales?

Antes de salir de su hogar, Héngwǔ se encontraba en su habitación observando todas las cosas que dejaría detrás durante el primer semestre en el que estaría en la universidad. Había fotos de sus amigos, de eventos importantes escolares, algunos posters de videojuegos y series animadas.

Aunque, de todo eso, lo que más resaltaba era una foto de su abuela y su padre, mismos que estaban con él cuando era niño, en una especie de lago muy bello.

Hengwu, con mucha nostalgia invadiéndole el corazón, tomó dicha fotografía en manos y pensó en llevársela, pero algo le dicto que sería mejor dejarla ahí, en un lugar seguro.

Al salir de su habitación, en la sala, su madre y abuela lo estaban esperando, alegres, con la sorpresa de que su hermana mayor ya estaba ahí con ellos.

—Jiějiě hǎo. No esperaba que vinieras —mencionó el joven saludando cordial a su hermana, la cual respondió aquello.

—Entraste a la mejor universidad del país. Obviamente tenía que venir a felicitarte —aclaró la mujer con una sonrisa un tanto siniestra, algo que no hizo cambiar la expresión seria de Héngwǔ.

—Supongo que ésta es la despedida por unos meses. Volveré para antes del año nuevo, mismo que seguramente celebraremos juntos —explicó el chico sin mucha emoción, con los ojos postrados sobre su abuela y madre.

—Esperemos regreses con un uniforme dorado o de diamante. Es tu única responsabilidad en esta casa, Héngwǔ弟弟(Dìdì)[Hermano menor]. No decepciones a mamá en esto, por favor. —Las duras palabras de la mujer fueron casi ignoradas por Héngwǔ, pues él ni siquiera volteó a ver a la mayor al mencionar aquello.

—杨花朗(Yáng Huālǎng)!

—¡Nǎinǎi! —exclamó el joven al escuchar a su abuela, pues iba a defenderlo de inmediato, cosa que no pudo prevenir.

—Te recuerdo que tú no quedaste ahí por algo. Tu dìdì es muy inteligente y va a darnos gran honor a nuestra familia con su carrera profesional. Va a ser el mejor de toda Zhōngguó. 多行不义必自毙(duō xíng bù yì bì zì bì)[Quien comete muchas injusticias, busca su propia ruina]. Si continúas siendo así de ruin por envidia con tu hermano, vas a terminar mal por tu propia mano, Yáng Huālǎng. —Las duras palabras de la mujer mayor hicieron callar a la adulta, misma que vio cómo la señora extendía sus brazos para despedirse de su nieto con un cariñoso abrazo, para luego tomar su rostro y verlo alegre a los ojos. —Estoy muy orgullosa de ti, Héngwǔ. —Esto hizo llorar al chico, cuyas lágrimas fueron limpiadas por la mano de su abuela.

—Te lo prometo. ¡Voy a ser el mejor! —dijo el joven, pero la señora sonrió y respondió algo que no se esperaba escuchar.

—No, mejor prométeme que serás feliz.

Las clases terminaron para la mayoría de las facultades, excepto por la de medicina, los cuales tenían una hora extra de clases.

En el salón, Xiāohuàn estaba haciendo apuntes mientras el maestro explicaba algunos conceptos básicos de su materia, a la par que los demás sólo ponían toda la atención posible sin poder transcribir todo lo que el docente decía. Nada más anotaban palabras o conceptos que consideraban claves.

El profesor, impresionado, observaba al chico prodigio trabajar, y en lugar de ofenderse, entendía que, de seguro, estaba más consciente de lo que estaba explicando que la gran mayoría, por lo que decidió ponerle más empeño a todo lo que quería transmitir en lugar de ponerlo a prueba.

Xiāohuàn sonrió al darse cuenta de ello.

Por su parte, Lìān y Nàojié estaban platicando frente al edificio de ingeniería, despidiéndose el uno del otro justo cuando llego Hānáng. Dicho sólo movió su mano desde lejos con una sonrisa para despedirse del joven con auto, cuyo vehículo abordó para salir de ahí, pues estaba cansado.

—No sé qué les pasa a los profesores de esta universidad. El primer día fue algo, peor este segundo parece que nos querían asesinar. No entiendo cómo serán los demás a partir de aquí —comentó el chico de rosa a su amigo, luego volteó a su rostro y lo notó muy serio—. Lìān, ¿estás bien?

—Hānáng, tengo que confesarte algo —mencionó un tanto serio y apenado Lìān, lo cual extrañó un poco a su amigo.

—Sí, dime. ¿Qué pasó, Lìān? —preguntó el joven y recibió la noticia de momento.

Por su parte, Héngwǔ, que ya había salido también de su universidad, estaba caminando hacia los departamentos, hasta que, de la nada, se detuvo y tocó su pecho. Sentía su corazón distraído, confundido, pues había vuelto a pensar todo el día en Xiāohuàn y no entendía con exactitud porque tanta preocupación por aquel sujeto.

No lo aguantaba, no quería pasar más tiempo sin poder tan siquiera hablarle, y se decidió en caminar hacia la facultad de medicina para interceptarlo. Sabía que sería extraño, que se vería mal, pero necesitaba hacerlo. No tenía más opción o esos pensamientos podrían arruinarle sus días de estudio.

—¿En serio creíste que me iba a sorprender? Ya lo había sospechado —confesó Hānáng a su amigo, el cual estaba sonrojado.

—Bueno, sé que soy un poco obvio, pero de todas maneras quiero que me apoyes en esto, amigo.

—¡Por supuesto! Es más, deberíamos ir a verlo. No debe tardar mucho en estar disponible —propuso el de rosa, algo que no convenció al ingeniero.

—No lo sé… ¿No crees que es un poco apresurado? Además, ¡qué pena! ¡No sé siquiera por dónde empezar! —aseguró el chico haciendo reír al pequeño.

—Eso es lo de menos. Vamos a presentarnos al menos. Lo demás se puede dar con el tiempo. —Dicho aquello, Lìān se sintió más seguro, luego ambos abordaron la moto y se fueron a su destino antes de llegar a sus cuartos.

Por fin, el timbre para los de medicina fue tocado, lo que dejó a los alumnos salir de clases y, como era costumbre, Xiāohuàn fue el último en salir, pues se quedaba unos momentos más para leer todo lo que había anotado durante la última clase.

El profesor de la misma, curioso, se acercó a él y le habló.




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