Primer lugar

Octava pregunta: ¿Pruebas de amor?

Amaneció en la Yuèguāng dàxué. Los alumnos, tranquilos, se pusieron de pie de sus camas para arreglarse de ir a clases de manera tranquila. Era ya el tercer día y parecía que todos, por fin, no tenían alguna presión más que sólo asistir.

Héngwǔ comía mientras terminaba unos ejercicios de tarea que le dejaron el primer día, pues anoche no pudo pensar en algo más que en la sonrisa de Xiāohuàn al declarar que se sentía halagado por sus sentimientos.

«Zhào Xiāohuàn, de verdad eres un chico muy especial. Estoy muy feliz de estar enamorado de ti», pensaba el joven sonriente y sonrojado, sin dejar de alimentarse o resolver los ejercicios, hasta que, al fin, terminó y cerró su libreta.

Por su lado, Lìān se encontraba haciendo su rutina de ejercicio matutina. Saltaba la cuerda en el balcón, luego hacia sentadillas, abdominales y lagartijas de varios tipos dentro de su departamento. Una vez que quedó devastado, se tiró al suelo bañado en sudor, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, por lo que pasó a reír de la nada y a sonrojarse.

—¡Ah! ¡Me gustas demasiado, Zhào Xiāohuàn! ¡Eres demasiado lindo! —Casi grita el muchacho lleno de amor, para luego tomarse una foto y publicarla en su Weibo con la leyenda: «Me levanto y sólo puedo pensar en tu sonrisa y bella voz. #YSZ». —¡Bien! ¡Ahora a ducharse y a clases! —mencionó el joven entusiasmado, por lo que se paró de un salto y se desnudó para entrar a bañarse tranquilo, sin dejar de recordar la mirada de su amado.

Por último, Xiāohuàn se despertó muy temprano, repasó todo lo aprendido en los días anteriores, se adelantó un poco a lo que vería el día de hoy, cocinó su desayuno, se preparó el almuerzo, arregló su cuarto, se duchó y acomodó todo para poder retirarse, no sin antes tomar una antigua libreta vieja que estaba en su escritorio, misma que había olvidado desde ayer en la noche que llegó.

Aquel se acercó a ésta, la tomó y abrió para leer un poco del contenido. No pudo evitar sonreír y casi llorar de momento, mas luego cerró los ojos y el cuaderno, se acercó a la cama y, desde abajó, jaló una caja vieja con un extraño símbolo, la cual abrió con una llave que carga en su bolsillo, misma que parecía tener una cerradura poco común. Dentro introdujo la libreta y cerró el cofre sin más.

De nuevo, el joven de medicina caminó a la puerta y, antes de tomar la perilla, sintió algo extraño detrás de él, por lo que, tranquilo, volteó a ver detrás, no obstante, no había nada en lo absoluto más que lo habitual.

«Qué raro. Supongo que pronto aparecerá», lucubró el joven para al final salir. Al cerrar, una extraña silueta aguardaba dentro, tranquila y sonriente.

El día fue normal para la mayoría. Entre clases, los jóvenes accedían a Weibo a ver qué se encontraban y no fue nada raro que la mayoría se diera cuenta de que Lìān, mismo que era ya conocido por el escándalo de Ha-Joon y su alta puntuación, tenía las miradas encima gracias a su penúltima actualización, pues subió una foto con Hānáng de camino a la facultad.

La gente especulaba, por lo que no fue raro que la noticia llegara a una persona que no se tomó las cosas tan bien.

—¿Quién crees que sea? ¿YSZ? ¿Qué significará?

—Tal vez sean las iniciales de su nombre. ¿Conocemos a alguien con esas letras?

—No, debe ser algo más. No creo que Wú Lìān sea tan despistado. Recuerden que es de los primeros lugares.

—También les recuerdo que la gente se vuelve un poco torpe cuando se trata del amor.

—¿Tú qué opinas, Yáng Héngwǔ? —preguntó una chica de matemáticas al joven, mismo que se encontraba repasando unos apuntes. Él ya había escuchado sobre el tema, pero trataba de no ponerle atención, mas le fue inevitable.

—¿Eh? No sé de qué hablan.

—De la publicación de Wú Lìān. ¿No la viste?

—No sigo en Weibo a ese sujeto. —La respuesta fría del chico hizo que todos, emocionados y alegres, gritaran un «¡oh!» por la gallardía del chico.

—¡Vamos, Yáng Héngwǔ! ¿No sientes curiosidad de tu competencia?

—¡Ja! Ese sujeto no es ningún tipo de competencia para mí. Sólo Zhào Xiāohuàn lo es —explicó el chico, lo que generó un aullido de todos—. Total, ¿qué fue lo que puso? —Preguntó curioso Héngwǔ, acción que provocó la risa de sus compañeros.

—¡Yáng Héngwǔ! Dijiste que no te interesaba.

—¡Ya me dio curiosidad! Ahora quiero ver —confesó el chico un tanto apenado, por lo que un joven le pasó su móvil para que viera la publicación.

—Esta mañana, como siempre, Wú Lìān posteó algo antes de clases. Lo nuevo es que fue algo romántico en lugar de cualquier tontería, como suele hacerlo. Todo mundo está intrigado —aseguró el chico, cosa que vio Héngwǔ molesto, pues sabía a quién iba dedicado.

—Yáng Héngwǔ, tú eres más inteligente que todos aquí. Posiblemente que toda nuestra facultad junta. ¿Tienes idea de qué pueda significar este hashtag? —preguntó una de las jóvenes. Eso lo vio con detenimiento el hombre, para fruncir el ceño al instante de leerlo.

«¿YSZ? Yì sè zhèng, ¿eh? Vaya que no eres nada tonto, Wú Lìān», analizó el joven en su mente, para suspirar y regresar el móvil.

—Puede ser cualquier cosa. Es muy obvio creer que se trata del nombre. Tal vez dé más pistas luego. La gente cómo él no se queda callada por mucho tiempo en redes —extenuó el chico, impresionados todos de lo brutal que era con él.

—Oye, ¿no crees que estás siendo algo duro? Parece que estás molesto con Wú Lìān —preguntó una de las chicas e hizo suspirar al hombre, algo que alertó a todos.

—No es tanto eso —mencionó Héngwǔ viéndolos con una sonrisa ligera y un rostro tranquilo—, simplemente creo que quiere llamar la atención como lo hizo en los resultados. No me cae del todo bien la gente presumida cómo él, aparte —lo dicho tranquilizó a todos, para pronto entrar la profesora y pasar los demás a sus lugares y saludar.

—Lǎoshī hǎo!




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